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Jose de Jesús Reyes Ruiz

LOS PASOS DE LOPEZ IX

Para Documentar mi pesimismo… y el de los demás

¡2 DE OCTUBRE NO SE OLVIDA!

En el momento en que me siento a escribir estas reflexiones inicia la tarde, hace 50 años a estas horas debieron de  haber estado llegando cientos tal vez miles de estudiantes a una manifestación anunciada días atrás, era parte de una cuasi rutina había que estar ahí, algunas cosas se habían cambiado en cuanto a lo anunciado; de que estaba programada una marcha que tal vez no se daría ante el anuncio del presidente Díaz Ordaz que no se tolerarían más marchas, que cualquiera que participara en una marcha seria apresado por “las fuerzas del orden público y pagarían  las consecuencias”

LA PERSONA QUE MARCHE SERA DETENIDA Y PROCESADA

Un mes antes en su tan aplaudido informe había anunciado que habían sido tolerantes en extremo, que no lo serían más que combatirían las protestas aun y si ello les llevara a utilizar al Ejercito, lo que provoco  la ovación de pie de los asistentes, todos ellos pertenecientes al partido único de estado quienes agradecían al representante del ejecutivo el que de una vez por todas acabara con los alborotadores y permitiera a las elites disfrutar del acontecimiento olímpico cuya bandera era nada más y nada menos que la paloma de la Paz.

La marcha según el decir de algunos había sido cancelada, solo habría un mitin con la información de las propuestas de última hora, estaban – aparentemente - cerca las soluciones, tendría el gobierno que ceder ante las humildes peticiones del pliego que básicamente estaban centradas en la anulación del crimen de “disolución social” con el que  los jóvenes eran acusados, y la renuncia de aquellos que estaban al frente de los cuerpos de seguridad, mas algunas otras peticiones menores.

La lógica y el sentido común indicaba que en la víspera de las olimpiadas el Ejecutivo tendría que ceder a las por demás humildes demandas, que  pasaba si se quitaba este artículo de la constitución y se cambiaba a los funcionarios de seguridad, con tal de que todos en paz se asomaran a los juegos de la amistad y recibieran como correspondía a un anfitrión noble como era y es, y siempre ha sido el ´pueblo mexicano a los compromisos internacionales.

Caía ya la tarde de aquel otoño  y la naturaleza anunciaba lluvia por la tarde noche, los jóvenes siguieron llegando en grupos a la plaza de las tres culturas, el sonido ya anunciaba a oradores preliminares, no había liderazgos importantes, en gran medida por que muchos estaban ya en la cárcel o desaparecidos o tal vez porque otros habían sido avisados de alguna forma que las cosas estarían fuertes y que más les valía dejar solos a los auténticos promotores del cambio quienes no sabían lo que les esperaba después del crepúsculo.

Donde estaba entonces el Sr. López porque él es parte de la generación del medio siglo como lo soy yo, el seguramente estaba por iniciar la universidad como yo lo hice en el 69 ante la imposibilidad de entrar en un 68 convulso donde la universidad estuvo al menos en el segundo semestre cerrada y en un tiempo demasiado largo ocupada por las fuerzas militares.

Sabemos que en la campaña del 2012 el Sr. López hablo fuerte al respecto, cuando aún era candidato, hoy es ya Presidente electo y unos días – solo 3 – antes del 2 de octubre fue a la plaza de las tres culturas pero no realmente a rendir un homenaje a los caídos, a aquellos que presentes o ausentes participaron en la gloriosa gesta estudiantil del 68 de casi 3 meses de duración y que termino en la masacre QUE NO SE OLVIDA, entonces hablo fuerte en contra de las fuerzas  armadas las mismas que ahora disculpa diciendo ellos son también pueblo solo que portan uniformes y cumplen ordenes que deben ser cumplidas y agrega, en los tiempos – sus tiempos – de amor y paz no debemos guardar resentimiento en contra de las fuerzas armadas, pero promete que eel jamás utilizara al ejército en contra de la sociedad sino a favor de sus causas.

Lo que no dijo es que ese momento de la noche de Tlaltelolco cambio para siempre la forma de mirar del pueblo de Mexico de frente a sus autoridades y que ahí se inicio un proceso de cambio que culmino con el triunfo, su triunfo pero el triunfo de todo Mexico y de todos los Mexicanos poniendo punto final al largo proceso de TRANSISION A LA DEMOCRACIA.

La participación del ejército no está en duda en cuanto al 2 de octubre, está en duda en cuanto a los acontecimientos de Ayotzinapa, pero entonces actuaron con fuerza desmedida, la única duda que aún existe entre algunos es quien dio la orden, Díaz Ordaz lo había anunciado, lo había prometido, se había adelantado a los eventos se había comprometido a actuar y a pocos nos queda la duda de que fue él y no el Secretario de Gobierno Luis Echeverría como muchos aseguran, pero es claro que este último también participo en forma activa en la recomendación  del uso de la fuerza para acabar con la rebelión, la prueba es que de alguna forma Díaz Ordaz fue condescendiente en la medida que permitió que la revuelta durara casi 3 meses, en el 71 el Jueves de Corpus, 11 de junio de triste memoria la rebelión duro un solo día e inmediatamente fue aplastada  por los paramilitares – los halcones . Al servicio del gobierno, este había aprendido la lección y actuaría en consecuencia sin dar más tiempo a nada.

Mientras muchos jóvenes seguían llegando, en el sonido hablaba una joven perteneciente a una Universidad Privada, la Iberoamericana quien compartía con los que la escuchaban que los jóvenes de clase media y media alta estaban también ahí protestando por el estado de cosas, que ellos también buscaban lo que los estudiantes de las escuelas públicas, POLI, UNAM, CHAPINGO etc. Un despertar ciudadano ante el autoritarismo y la violencia asumida por la clase gobernante, y aun no sabía lo que sucedería momentos después.

Hoy todos sabemos que muchos de los balcones de los edificios de multifamiliares de Tlatelolco habían sido ocupados desde muy temprano por un grupo de paramilitares enviados por el gobierno que como identificación utilizaban un guante blanco en la mano derecha, y que estaban armados como lo constataron los vecinos del lugar que amenazados tuvieron que encerrarse bajo piedra y lodo en sus domicilios, y que más tarde en un acto de valentía no demasiado tardío, se cubrieron de gloria ante el desastre y abrieron sus viviendas para esconder a los jóvenes que huían de la muerte.

Ya entrada la noche aquellos que estaban en la periferia de la manifestación vieron a los miembros del ejército rodear la plaza impidiendo que más gente entrara o saliera, pero como aquello lo habían visto ya en manifestaciones previas no se inmutaron y siguieron escuchando a quienes desde un balcón improvisado arengaban a la juventud a continuar con la protesta estudiantil iniciada algunos meses antes.

De repente el cielo se ilumino, una bengala había sido lanzada como aviso  por parte de las fuerzas del gobierno como señal de que se  iniciaba la masacre. Segundos después se comenzaron a escuchar disparos y los jóvenes comenzaron a correr en distintas direcciones,  por un lado estaban los francotiradores que rápidamente fueron identificados por aquellos que protestaban y detrás de ellos  el ejército mismo que también empuñaba las armas y comenzaba a disparar.

Lo que siguió fue simplemente el caos comenzaron a caer aquí y allá jóvenes alcanzados por los disparos cruzados provenientes de arriba de los paramilitares o de los militares apostados atrás de la muchedumbre y que cerraban el paso para que nadie pudiera escapar, el único camino era el de tocar las viviendas de los multifamiliares y pedirle a dios y a los vecinos del lugar que se compadecieran y les abrieran las puertas, cosa difícil fuera de la actitud heroica de algunos cuantos que aun y cuando eran testigos presenciales de los disparos y de las bajas que estos provocaban que abrieron sus puertas y escondieron a aquellos que huían, muchos heridos de bala algunos en los últimos momentos de sus jóvenes vidas.

Cuantos murieron en el lugar, algunos expertos hablan de alrededor de 300 jóvenes que perdieron prematuramente la vida a manos de las fuerzas de un gobierno cruel y despiadado que nunca supo evaluar correctamente lo que pasaba en un país que querían seguir manejando autoritariamente.

No todos eran estudiantes, la maravillosa Elena nos cuenta por poner solo un ejemplo de una joven azafata de alguna línea aérea que tuvo la curiosidad de asomarse a la manifestación y ello le costó la vida.

El ataque armando no debió haber durado mucho porque si hubiera seguido por algunas hora hubieran muerto miles de jóvenes, seguramente la actitud piadosa de Díaz Ordaz era la de denles un escarmiento que no se les olvide Y NO SE NOS OLVIDA A NINGUN MEXICANO DESDE ENTONCES, lo mismo puede haber pasado con AYOTZINAPA, entreguen a los estudiantes a las fuerzas del narco – aliadas del gobierno y no solo del municipal o del estatal – para que aprendan, para que escarmienten de una vez por todas, para que jamás vuelvan a protestar o ya saben a qué se atienen.

La historia de los dictadores autoritarios – México vivió bajo el PRI en una dictadura sexenal que algunos describieron como una PRESIDENCIA IMPERIAL o una DICTADURA PERFECTA SEXENAL – es siempre la misma, llámese Díaz Ordaz o Echeverría, llámese Peña Nieto – que no se nos olvide los hechos de Atenco y no solo los de Ayotzinapa –

LA PREGUNTA ES: ¿SERA EL SEÑOR LOPEZ DIFERENTE?

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