“¡En la Ética!”
La Ética, y permítame usted que la escriba con mayúsculas desde esta breve introducción ya que es una dama. Su reputación es innegable, siempre actúa de una manera correcta y justa… sin embargo quienes usamos o tratamos de incluirla en nuestra vida o bien adjetivar nuestros actos no siempre le permitimos introducirse total y plenamente en ellos. En este articulín hablaré de los seis niveles de conciencia ética. Desde la primera vez que los leí han estado presentes, si bien no en mis acciones, al menos en mi pensamiento. Es interesante, y por qué no decirlo, divertido, ubicarla en todo lo que vivimos, leemos, observamos, sentimos, decimos.
La literatura, hoy en día llevada al cine, está plagada de obras con fuerte carga Ética. Los miserables (1917 la película más antigua hasta la más reciente 2012) de Víctor Hugo es un completo ejemplo donde se observan con claridad los seis niveles de la conciencia Ética. La sociedad de los poetas muertos (1989), La lista de Schindler (1993), Philadelphia (1993), Requiem por un Imperio (2001), El lector (2008), son algunas obras literarias llevadas a la pantalla grande y que nos permiten observar a todo color como el ser humano saca lo peor y lo mejor de sí en situaciones adversas. Observar estas obras nos ayuda a analizar el como el ser humano utiliza la Ética en el nivel que mejor le acomoda, el único que conoce o bien, el que le dicta libremente esa conciencia de Ética autónoma que todos los seres humanos tenemos desde que nacemos. Algunos no la utilizan nunca, otros pasan a la historia por ser lo suficientemente valientes como para aplicarla en los situaciones que se le presentan en este camino por el planeta tierra. (De otros planetas no me ha llegado información sobre la Ética).
El primer nivel es: Ética del Premio y el Castigo. Este me parece sínico, sin embargo estando en el nivel más bajo aunque no me guste, tiene algo de ética. Comportarse con Ética en este nivel dependerá únicamente sobre la autoridad, no hay autoridad… no hay ética. Defenderían, apoyarían denunciarían únicamente si están seguros de que no habrá consecuencias posteriores. En este nivel somos como animalitos silvestres, actuando solo si y solo sí. Si se percibe la presencia de la mano (autoridad ejercida años atrás por los padres) no se agarra; si se siente la mirada del profesor, no se copia; ante la presencia del conyugue, no se coquetea; hay testigos, no apoyo. La amenaza de una autoridad sea como sea que se presente nos invita a ser “éticos” y así evitamos las consecuencias. Se es ético de ratito. No está la mano del padre (o tutor decía la boleta de calificaciones) agarramos; no está presente el profesor, claro que se copia con singular maestría; no está el conyugue y solo Dios sabe; no hay testigos y solo si me conviene muy directamente, apoyo.
En este articulín tocaré hasta el segundo nivel de conciencia Ética: Ética de la Conveniencia. Es práctico y frívolo, en este nivel lo juzgado como ético reporta ganancia mayores, y por mucho, que las pérdidas, siendo lo inmoral lo que no reporta ningún beneficio. Aquí la conveniencia es quien lleva la batuta. Por muy sumiso, dócil, frágil que se pueda parecer, detrás de esa imagen se esconde el típico lobo en piel de oveja o el hada madrina de la película de Shrek 2, si, la mismísima mamá del príncipe encantador o…no mejor me callo, creo que los ejemplos son por demás claros. No se roba simplemente porque no conviene ya que el riesgo de ser descubierto es muy alto, sin embargo, si el robo está bien planeado, organizado de tal forma que haya muy pocas posibilidades de ser descubierto y las ganancia que se obtengan son considerablemente grandes al lado del riesgo… ¡pues el robar es convertido en un acto ético!... sin palabras. La corrupción apadrina este nivel. ¿Para qué ser honestos y leales si el riesgo de ser penados por ser corruptos, abusivos, intolerantes es mínimo? … ya saben la respuesta.
En un siguiente número hablaré de los cuatro siguientes niveles. Por lo pronto pórtense bien que “una conciencia ética los vigila”…
Fin… hasta la ética…pues