Ivonne Aracelly Ortega Pacheco
AGENDA POLÍTICA, MILITANCIA Y ASPIRACIONES
Una vez más, en un acto relevante para el PRI, las palabras de Don Jesús Reyes Heroles resonaron en el edificio de Insurgentes Norte 59. Citado por el Presidente Enrique Peña Nieto, el clásico del priismo (y de la política nacional) sonó exacto, claro y fuerte: primero el programa, después el nombre.
Reyes Heroles perfiló la frase como presidente del CEN, en 1975, de cara a la sucesión presidencial del año siguiente, cuando convocó al priismo nacional a la conformación de un Plan Básico de Gobierno que fuera referente para la designación del candidato.
En la sesión del Consejo Político Nacional del 27 de noviembre, la dirigencia esbozó los principios de una agenda política que permita “dar el siguiente paso para alcanzar la transformación de México”, en franca referencia al proceso de 2018.
Pero, ¿significa eso que el presidente Peña Nieto y la dirigencia del PRI han puesto un freno de mano al partido y a sus aspirantes? No lo veo así.
Si escuchamos de nuevo al clásico, recordaremos que el peor enemigo del partido es la apatía, la inmovilidad. El PRI, y esto lo sabemos quienes militamos desde hace algunos ayeres, está en constante movimiento político, en todas sus estructuras, sectores y organizaciones hay a diario activismo, y qué bueno, porque las manifestaciones militantes son los signos vitales del partido.
Así que en vez de permanecer estáticos, toca a la base y a la dirigencia, y sobre todo a quienes aspiramos, trabajar en la integración de la agenda política con miras al 2018, llevando al análisis y al debate las propuestas de la base militante y de la sociedad, recorriendo nuestra estructura en la geografía nacional para recoger esas voces.
Hay mucho trabajo por hacer, cada uno desde su posición y ámbito. Y este trabajo habrá de efectuarse de cara a la militancia, que es la que mueve al partido. Y se desarrollará en territorio, en la calle y no encerrados en oficinas, en eso coincido con el presidente Peña Nieto.
En este sondeo y acopio de opiniones y propuestas, a nadie debe extrañar que se presenten incluso algunas que se separen de posturas oficiales, porque en el PRI hay pluralidad y todas las voces son importantes; la base militante merece el respeto que se ha ganado con su lealtad en las buenas, en las malas y en las peores.
Será este el marco en el que deberemos desenvolvernos rumbo a la sucesión presidencial del 2018, y el priismo valorará muchos perfiles hasta determinar cuál cumple con la expectativa de representar los principios partidarios, unificar la estructura y tener talento y oficio para dar, ante la sociedad, una buena competencia.
Sobre la integración de personajes del gabinete presidencial al Consejo Político Nacional, creo que es una muy buena medida, para que vayan conociendo al partido y a la militancia y tengan mejores elementos de criterio en su actuar institucional.
Después de todo, fue el mismo Reyes Heroles quien dijo que no basta con ocupar un alto cargo federal, "pues una designación presidencial, por honrosa que sea, no convierte en revolucionario a quien no lo es".
Legisladora Federal
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