Skip to main content

Dr. José de Jesús Reyes Ruiz
¿FELIZ AÑO? II parte

Para documentar mi pesimismo… y el de los demás

“Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos”

Frase famosa que Porfirio Díaz pronunciara hace ya más de un siglo.

Las cosas poco han cambiado, sin embargo hace un poco más de un cuarto de siglo, un personaje pequeño, pelón, orejón  y sin lentes, apodado el chupa cabras o el innombrable, se le ocurrió – nada mal –buscar las ventajas de la cercanía con el Imperio - miles de kilómetros de frontera – y pensó que la única vía para entrar al primer mundo era  la apertura de los mercados entre ambos países a través de un tratado bilateral de libre comercio al que después se uniría Canadá.

Como comentamos en nuestras previas reflexiones, Salinas de Gortari reacciono acorde a las circunstancias de entonces, había caído el muro de Berlín y el mundo estaba urgido de apoyar a los países del este europeo que se habían  librado  del influjo soviético, las cosas se veían mal para nuestro país que apenas había renegociado su deuda externa, entonces decidió aceptar la propuesta hecha por Bush padre unos años antes.

Hasta ahí todo bien, solo que para lograrlo hubo que aceptar una gran cantidad de elementos draconianos que ponían a nuestro país de rodillas frente al imperio, y una y otra vez los negociadores agacharon la cabeza y aceptaron porque creían – supongo – que los beneficios serían mayores a las enormes e innumerables desventajas.

Y claro que hubo voces organizadas aquí en nuestro país que se opusieron con todo, pero como siempre fueron ignoradas y el tratado finalmente se firmó en apariencia – lo cual dudo mucho – dejando fuera dos asuntos centrales, el del petróleo – que aún era un símbolo esencial para los mexicanos – y por el otro la fuerza de trabajo, el empleo, el recurso humano que no podría moverse como las mercancías a través de la frontera.

No debemos olvidarnos que Salinas permitió el gasto de miles de millones de dólares – de todos los mexicanos claro – para buscar las firmas que se requerían entre los legisladores norteamericanos para que pasara el tratado, porque allá  los legisladores tienen una decisión propia y no solo levantan la mano cuando se los ordenan  desde el ejecutivo – como los nuestros claro – pero también son maliciables por supuesto.

El tratado se aprobó en la legislatura con solo dos votos a favor del mismo en la cámara de representantes en una decisión competida como pocas, pero salió adelante con las condicionantes que las grandes compañías transnacionales y el Banco Mundial así como el Fondo Monetario Internacional habían dispuesto para nuestro país, el guion a seguir – como lo comentamos hace una semana – fue avanzando no con la rapidez que el imperio habría deseado, y con la interrupción de la docena trágica del PAN que se dedicó a saquear – en nombre de Dios – las ya de por si mermadas arcas de nuestro país.

Así llega el Sr. Peña comprando las cúpulas opositoras y firmando el Tratado por México en donde con las reformas, principalmente la educativa, se seguía el guion obligado – sin importar un comino la calidad educativa – en  el que se trataba de controlar las fuerzas siempre disidentes del magisterio con el control absoluto de su sindicado – y dentro de este escenario se inscribe el encarcelamiento de la maestra.

En el sector de la salud la idea del tratado era dejar en manos de las aseguradoras – como en los Estados Unidos – el control de la atención médica y ese guion se siguió aprobando leyes en este sentido que pasaron desapercibidas para los mexicanos, pero había aun cosas que solventar y a eso iban con la reforma que no se logró – aun – buscando la universalización de los Servicios de Salud.

Hasta ahí todo iba bien, solo con dos pequeños detalles que yo quisiera subrayar como trascendentales.

A)      Aunque el mundo sigue los caminos de la globalización, las doctrinas neoliberales que nacieron con Regan y Margaret Teatcher y que fueron implementadas por el BM y por el FMI donde la idea es reducir y marginar el control del estado, y dejar todo bajo el control del Libre Mercado, después de 30 años y de ver la enorme inequidad que estas políticas han provocado, y el enorme crecimiento de la pobreza en todo el orbe y el crecimiento de los magnates multimillonarios; lograron que estas ideas se desgastaran y encontraran hoy en día una enorme oposición que explica cosas como el Brexit y el reciente triunfo de Trump en los Estados Unidos.
B)       Y mientras esto sucede, nosotros apenas estamos dando los pasos que nos forzaron a dar hace más de un cuarto de siglo cuando todos los demás buscan nuevos caminos para la economía.

Si 1989 fue considerado por Huntington como el Fin de la Historia con la caída del muro, estos son los tiempos del fin de las economía neoliberales sin que se anuncie con certeza que sigue. Y entonces la pregunta, en vez de haber armado las reformas disque estructurales, ¿No hubiera sido bueno esperar para ver por donde camina la historia?

Si me preguntan yo pienso contra lo que muchos opinan, que el petróleo también había sido negociado dentro del tratado, y así como se trataba de hundir – en el descuido y la falta de apoyo – la Educación Publica – a favor de la privada e instituciones como el Tecnológico de Monterrey y el ITAM -  y la Medicina Social con la privatización de la medicina pública – que va en buen camino – y  que quien quiera atención medica que la pague a una compañía de seguros  en la idea del mejor postor, quien más pague tendrá obviamente una mejor atención y así con el petróleo las cosas eran similares.

Yo pienso que el asunto del petróleo también se trató bajo de la mesa, y la idea era la misma, desmantelar en la medida de lo posible – lo que implica descuidar, desatender, ahorcar etc. A PEMEX la empresa que mantuvo a este país por casi dos generaciones, para sí poder entregar el sector de la energía a los particulares y con ello todas sus ganancias.

Lo demás es historia, y en la historia encontraremos las pruebas de mi decir, el desastre implementado casi adrede en PEMEX  y su desmantelamiento parecen haber sido algo planeado, y ahora gritan con asombro “se acabó la gallina de los huevos de oro” debía haber dicho, nos acabamos la gallina con toda premeditación alevosía y ventaja.

Ahora bien, algo dentro del tratado hacia sentido, no podemos ignorar que la globalización es un hecho irreversible que tenemos que asumir, y que la vecindad con el coloso del norte nos daba algunas ventajas que ahora - ellas mismas - se vuelcan contra nosotros, es decir la ventaja de que el mundo podía ver en nuestro país territorio fértil para instalar empresas, con costos de producción y mano de obra extraordinariamente barata que con un tratado de libre comercio permitiría enviar el producto barato, y venderlo caro en los Estados Unidos.

Sin embargo nadie pensó – no hay a quien culpar por ello – que un personaje antimexicano como Trump llegaría a la Casa Blanca y rompería en mil pedazos el tratado implementando aranceles que hacen que esa ventaja que comentamos en el párrafo previo se perdiera, hoy para estas compañías nuestro país deja de ser atractivo si es que esto de los aranceles se viene como regla por lo que adiós inversiones, a rascarnos con nuestras propias uñas.

La siguiente pregunta es si había forma de haber previsto algo así. Creo que la había, viendo escenarios como los que sucedieron en lugares como Ciudad Juárez, cuando fueron invadidas por las maquiladoras con sueldos de miseria, con lo que los habitantes en aquel lugar crecieron a dos millones incrementándose la pobreza sin mejorar los servicios, las maquiladoras finalmente se fueron – alguien debió haber visto este fenómeno y previsto las consecuencias en otros sectores – la inseguridad siguió ahí, Juárez quedo devastado, con poco más de un millón de habitantes y sin fuentes de trabajo y crecimiento económico.

Ahora bien, la idea en si no era mala, me refiero a la despetrolizacion de nuestras finanzas y nuestra economía, pero no se trataba de hundir a PEMEX y acabarse la riqueza de nuestro subsuelo, quiero recordarles que países que ahora están en la lona, previeron la necesidad de limitar la extracción de petróleo como Venezuela, y con todo el desastre económico que ahora viven, las reservas petroleras siguen ahí y con ellas podrán levantarse en un futuro – esperamos – no muy lejano , pero nosotros no aprendimos nada de la historia de José ante el Faraón en Egipto, me refiero al sueño de las vacas gordas y las flacas, nuestros políticos – porque no fue la culpa de los mexicanos salvo por ser tan agachados – desmantelaron la empresa que pudiera habernos salvado ante las circunstancias actuales, la riqueza se la embolsaron sobre todo en los dos últimos sexenios panistas Vicente y Martita, y claro por Felipe y su Margarita – quien ahora amenaza con regresar – tirando por la borda toda la riqueza que significo los elevados precios – en su momento – del llamado oro negro.

Y ahora literalmente estamos como el perro de las dos tortas, sin PEMEX ni petróleo, pero también sin las grandes ensambladoras que una a una agacharan la cabeza y se irán a instalarse más allá del muro.

Lo que Salinas debió haber pensado es que la historia si algo nos ha enseñado es que nuestros vecinos solo se han aprovechado de nuestras debilidades, y que depender de ellos en el grado que el tratado nos volvió – dependientes en extremo – no solo era malo sino que nos salió “más pior” – el tiro nos salió por la culata -  porque ahora nos dan la espalda sin que veamos de nuestro lado el mas mínimo gesto de dignidad.

Y ahora ¿Quien podrá salvarnos?
Esta historia aún tiene una interesante III parte

Leave a Reply