Libertad de cátedra.
Por: Juan Carlos Girón Enriquez
Cuando un maestro es juzgado públicamente por las redes sociales, sus superiores y millones de desconocidos, sin conocer la historia completa o el contexto en el que se desenvuelve la clase, entonces, como sociedad creo que tenemos un problema.
En fechas recientes, hemos visto un video que se hizo viral en el que se muestra a un profesor en una clara escena de machismo, todo mundo fuimos tan libres de pecado que lo juzgamos duramente, sin cuestionarnos siquiera de que se trataba. Todos fuimos capaces, al igual que quienes publicaron el video, de sacar la escena de contexto y juzgarlo por lo que, a todas luces, parecía ser un acto de violencia contra las mujeres.
Probablemente también influye la fecha en la que eso sucede, porque fue el Día Internacional de la Mujer cuando se le da mayor publicidad, inmediatamente se pronuncias las autoridades sobre lo inapropiado de la conducta, las investigaciones que harán para deslindar responsabilidades, entre otras muchas declaraciones; el profesor inmediatamente se defendió, mostrando el video completo, donde claramente se ve que el maestro realiza esa dramatización para ejemplificar las conductas nocivas a fin de ayudar a que los alumnos se formen un criterio.
Hay varios elementos que se tienen que valorar. En primer lugar, no podemos negar que estamos en la era de la comunicación y que la juventud esta inmersa en una hola tecnológica que los consume a tal grado que para todo tienen que usar su teléfono celular aunque no sea ni el momento ni el lugar. Debemos cuestionarnos que tan importante es que los teléfonos se encuentren presentes o no durante el proceso de enseñanza aprendizaje, puesto que, además de ser un factor de distracción para el alumnado, puede representar un arma de doble filo que se utilice tanto a favor como en contra, no solo de los docentes, sino que pueda en determinado momento perjudicar el ambiente de convivencia al interior de salón de clases.
En segundo lugar, el valorar que tan oportuno puede resultar que las autoridades se aceleren a emitir declaraciones sin tener conocimiento pleno de los hechos o sin una investigación profunda que permita emitir un juico de valor que condene o absuelva ciertos actos. Adelantarnos a juzgar sin conceder el derecho de audiencia a la otra parte, emitiendo juicos de valor sobre algo que no presenciamos o no conocemos es una conducta reiterada por parte de las autoridades que, a sabiendas de su poder, juzgan, califican, resuelven, sin tener la imagen completa, la investigación detallada, sin preguntarle a la otra parte sobre lo acontecido, simplemente opinan y ya, sin dimensionar las consecuencias de sus palabras.
En este asunto, el gran perjudicado es el docente, porque sus alumnos, en una actitud de irresponsabilidad graban un video de una clase, cuando lo que deberían estar haciendo es poner atención a la clase y no estar jugando con su celular, además, el video es editado y utilizado con la finalidad de perjudicar la imagen pública del profesor, sacando la clase de contexto; por otro lado las autoridades criticando la manera de dar clase del profesor, cuando no es lo mismo estar sentado detrás de un escritorio que estar parado en la mitad de un salón buscando las técnicas más adecuadas para que los alumnos comprendan de mejor manera los contenidos de su materia; finalmente, la sociedad, que juzgamos, criticamos, condenamos al profesor sin tener la información completa de lo que había pasado en el salón de clases.
Solo el profesor y sus alumnos saben lo que verdaderamente sucedía en el aula, y solo ellos tienen la información completa para emitir un juicio de valor, lo que si es cierto es que en fechas recientes, pareciera que se trata de hacer responsables a los docentes de todos los errores que comete cotidianamente la sociedad, sin saber que no es responsabilidad del profesor, sino de todos y cada uno de nosotros y de los valores y principios que inculcamos a nuestros hijos, porque es en el hogar donde se aprenden valores, en el hogar debieron haber aprendido esos adolescentes que el teléfono celular es para comunicarse y no para editar y publicar un video con toda la intención de perjudicar a un profesor.
Docente Investigador de la Unidad Académica de Derecho de la Universidad Autonoma de Zacatecas. e-mail: giron705@hotmail.com