CON AMLO POR LA REVOLUCION MORAL
Saúl Monreal Ávila
Nuestro país requiere urgentemente una revolución, es necesario ya el cambio en el gobierno federal, sin embargo, la transición democrática política sería inútil si esta no pasa por la vía de una verdadera revolución moral, ética y cívica, que restaure los valores fundamentales, los principios en los que se fundamenta la vida pública de una nación, y de esta manera demos vuelta a la hoja de los Duarte, Los Yarrington, Los Moreira, Los Alonso Reyes y toda la corrupción e impunidad que ellos han significado.
Entre toda esa podredumbre surgida del seno del PRI, destaca la mal llamada estrategia o guerra contra la inseguridad en nuestro país, de la que dan fe los indicadores que emiten periódicamente los organismos nacionales o internacionales, a pesar de las cifras que se emiten y presumen como logros de presupuestos aplicados en pertrechos policiales o en inversiones que tienen que ver con la seguridad, no han servido para nada, al contrario, cada vez estamos peor. el cinismo y la desvergüenza están a vistas.
Hay un informe publicado el año pasado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), denominado:“Situación de Derechos Humanos en México”, donde el organismo internacional identificó al menos siete fuentes o factores que generan esos problemas sociales: 1.- Corrupción y crimen organizado, la corrupción y la impunidad han permitido a los grupos criminales establecer estructuras de poder paralelas, coludidas con las autoridades, precisando que: "La fragmentación de los carteles del narcotráfico como consecuencia de la detención de líderes y desarticulación de algunos grupos, las disputas por el control territorial y las nuevas alianzas entre los mismos grupos criminales, así como el surgimiento de nuevos grupos delincuenciales, han exacerbado el fenómeno”, según describe la Comisión.
En segundo lugar; Los actores del estado, la Comisión indicó en su informe que, en medio de la lucha contra el narcotráfico y la militarización de diferentes zonas del país, “miembros de las fuerzas militares e incluso de ministerios públicos, han sido vinculados con presuntas graves violaciones a los derechos humanos que permanecerían en la impunidad”, citando casos emblemáticos como el asesinato de 22 personas en Tlatlaya, donde se acusó a militares de presuntas ejecuciones extrajudiciales, y el ataque contra 43 normalistas de Ayotzinapa, donde participaron policías y por el que está preso quien era alcalde de Iguala, José Luis Abarca.
En tercer lugar; La CIDH señala a las autodefensas, precisando que en principio, la mayoría de los grupos de autodefensa tuvieron como común denominador “la desesperación” ante los altos niveles de criminalidad, por lo que tuvieron que actuar por su cuenta, ante la ineficacia de las autoridad, y la postre, se transformaron algunos de esos grupos en violentos y criminales, como es el caso de algunos grupos en Michoacán, los cuales supuestamente habrían iniciado como grupos de autodefensa comunitaria, y luego se habrían convertido en cárteles de la droga, contribuyendo al aumento de la violencia en la región”.
El cuarto factor serian; Fuerzas privadas de seguridad que según algunos informes, habrían surgido ante “la incapacidad de las fuerzas estatales de seguridad” en el país, grandes empresas nacionales e internacionales cuentan con sus propios cuerpos privados de seguridad, que también suelen ser fuentes de violencia”, indicó la Comisión , otro punto de preocupación es la “creciente tendencia” de que empresas privadas operen cárceles, por la falta de regulación adecuada.
En quinto lugar se señala la desigualdad; México tiene más de 55 millones 300,000 personas en situación de pobreza, de las cuales 11 millones 400,000 viven en situación de pobreza extrema. Casi la mitad de la población mexicana (46.2%) vive en situación de pobreza, mientras que el 1% más rico de la población controla más de una quinta parte de la riqueza del país, afectando de manera diferenciada a los sectores más vulnerables de la población, como los pueblos indígenas—quienes tienen una tasa de pobreza cuatro veces mayor—y las personas migrantes. Esta situación contribuye ampliamente a los niveles de violencia en el país, según plantea la CIDH, las zonas del país con los índices de violencia más elevados son también algunas de las zonas con los más altos índices de pobreza, desigualdad y marginación,
Como sexto factor; La impunidad, otro de los factores para propiciar la actual crisis de graves violaciones de derechos humanos que atraviesa México, indicó la Comisión, cuando los delitos de violencia, tanto aquéllos cometidos por particulares como por agentes del Estado, quedan impunes, se perpetúa la violencia, ya que los perpetradores no enfrentan las consecuencias de sus actos y se crea una espiral de impunidad”, se lee en el informe, la CIDH revelo que más del 98% de los delitos cometidos en México permanecen en la impunidad.
El último factor que considera la CIDH es el tráfico de armas. Desde 2009, el porcentaje de armas ilegales que ingresan a México de Estados Unidos se ha mantenido constante, según la CIDH, en México podrían existir más de veinte millones de armas no registradas, el problema es que para evitar que el tráfico de armas y su fácil acceso contribuyan a la ola de violencia, es fundamental que el Estado cumpla y haga cumplir los requisitos de ley para su posesión, portación y comercialización, así como sus obligaciones internacionales en la materia, según se desprende de este informe.
Por todo ello, creemos que de la mano con la transición democrática, es necesaria una verdadera revolución ética, moral y cívica para sanear al país, así como la plantea Andres Manuel Lopez Obrador; Que haya orden social; Que por fin acabe la generación de corruptos en la cárcel; Que finalice el baño de sangre, que empecemos a crecer económicamente en beneficio de todos.
El PRI ya no es ni puede ser factor de honradez, desarrollo y mucho menos de tranquilidad. Es imperativo un cambio de régimen. Hay 50 puntos básicos que contempla el proyecto alternativo de nación de MORENA que de llegar a ocupar la silla del Ejecutivo, sentará las bases para acabar con el ambiente generalizado de corrupción, de impunidad y de muerte en todo el país, para dar paso al de tranquilidad, honradez, justicia y vida que todos queremos y necesitamos.
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