Politizando la catastrofe.
Por: Juan Carlos Girón Enriquez
Como si no fuera suficiente con haber perdido todo su patrimonio, la tranquilidad, la salud, inclusive a un ser querido, los mexicanos tienen que soportar ser botín político de aquellos que no ven en la ciudadanía mas que votos.
El pasado 19 de septiembre el temblor que sacudió parte del país hizo que recordáramos lo frágil que puede ser la vida, pero los acontecimientos posteriores no nos permiten olvidar lo inhumano de la clase política que nos gobierna.
Es lamentable escuchar a los políticos, esos que se dicen comprometidos con causas sociales, pelear por quien tuvo la idea, o regresar, según ellos, de buena voluntad el presupuesto que tienen asignado o reducir sus ingresos el próximo año, ninguno es desinteresado, todos tienen una doble intención, si fuera ayudar por ayudar no tienen porque andarlo publicitando.
Habríamos de recordarles que el dinero que año con año gastan es de los mexicanos, para que ellos reciban ese dinero los mexicanos sacrificamos salud, educación, infraestructura, apoyos al campo, a los estudiantes, a los hombres y mujeres que con el esfuerzo cotidiano y de manera honrada construyen poco a poco su patrimonio, a base de sacrificios que, dicho sea de paso, los partidos políticos no conocen.
La población se ve reducida a votos, no representa almas sino papeletas electorales, los partidos políticos ni sus dirigentes tienen consciencia y empatía por la población en desgracia, simplemente ven la oportunidad para sacar provecho político de la infortuna de la ciudadanía.
En este episodio hay un antes y un después, pero el irresponsable ha sido el gobierno en turno al frente de cada entidad, muchas casas y edificios se han derrumbado, junto con la esperanza de muchos mexicanos que habían depositado el ahorro de muchos años de trabajo, sueños e ilusiones en su patrimonio.
¿Qué no se supone que hay códigos de construcción para zonas sísmicas?, con la finalidad de evitar perdidas, no solo humanas, sino también materiales. Sale caro construir bajo los parámetros de zonas sísmicas, claro esta, pero a la larga, ante estos acontecimientos, es mas barato que el daño material y moral.
Es irritante, molesto, por demás incomodo escuchar como se rasgan ahora las vestiduras cuando pudieron haberlo evitado si se asumieran en un verdadero control de legalidad, si motivaran a respetar las normas, si exigieran un marco jurídico de mayor rigor que se respetara a cabalidad, todo lo que ahora vivimos los mexicanos se pudo evitar si las condiciones de la construcción fueran las adecuadas.
Ahora se desgarran por cual será el mecanismo legal para regresar el dinero sin que les traiga consecuencias, como si de verdad les preocupara tanto no caer en la ilegalidad, corrupciones peores se han detectado y eso no les mortifica, si de verdad quisieran apoyar lo harían con sus propios recursos y no con los del partido, que en términos reales no es de los partidos sino de todos los mexicanos.
La sociedad no necesita que nadie la invite a sumarse a la ayuda, los mexicanos, por tradición, sabemos ayudar y organizarnos cuando las circunstancias así lo requieren, pareciera que la clase política esta formada de otros mexicanos, que no entienden de solidaridad y tampoco de sumarse, menos de organizarse para ayudar.