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LA CAMPAÑA DEL MIEDO Y LA MENTIRA, PRI Y PAN DE LA MANO

Saúl Monreal Ávila

En el marco de una lluvia interminable de spots promoviendo el miedo en todas las plataformas digitales, radio, TV abierta, de paga espectaculares y demás, los mexicanos presenciamos el domingo pasado lo que pretendió ser un ejercicio democrático de planteamiento de ideas y discusión, que resultó ser una simple pelea callejera de una jauría contra uno, todo ello, ante la mirada expectante de millones de mexicanos presenciando el debate más visto de la historia en nuestro país.
Según la encuestadora Massive Caller, para el 40.9% de los 1,000 entrevistados al término del debate el triunfador fue López Obrador, aunque muy cerca se ubicó el aspirante del PAN-PRD-MC con 39.6%, según las mediciones que se hicieron posterior al debate, de acuerdo a otras mediciones por medios internacionales, el Barómetro Electoral de Bloomberg ve en este momento una ventaja de AMLO de 20.5 puntos sobre Anaya, incluso, The New York Times le otorga una intención de voto de hasta un 48 por ciento, ventaja de 22 puntos porcentuales respecto a Anaya (PAN, PRD y MC) y muy por encima del 18 por ciento de intención de voto para el priista de closet, José Antonio Meade (PRI, PVEM y NA).
Y en esta crónica dominical de una pelea callejera de todos juntos contra AMLO, lo que cualquiera puedo observar es la desesperación de los adversarios de AMLO, mencionándolo una y otra vez terminando así por favorecer al líder en las encuestas. Pudo esquivar los golpes bajos, incluso los bien dados de sus adversarios respondiendo con calma, sin alterarse, sin engancharse en las acusaciones, muchas de ellas mentirosas, administrando su ventaja en las intenciones de voto, por lo que más allá de quien se declare ganador, AMLO ya gano al salir incólume de la emboscada.
Es notorio en este periodo del post - debate la cantidad de mentiras que se dijeron contra AMLO en el debate, especialmente de Ricardo Anaya;  falso que durante la gestión de Andrés Manuel López Obrador los secuestros crecieran 88%; falso que en el Salvador la aplicación de una amnistía provocó que los homicidios crecieran a 108 por cada 100 mil habitantes y falso que cuando Andrés Manuel fue jefe de Gobierno de la ciudad, las inversiones cayeron 40%, todo ello desmentido y ampliamente difundido en redes por medios de comunicación gráficos y digitales de más que amplia solvencia profesional.
De acuerdo a varios analistas, el escenario real de este primer debate fue el malestar y el enojo generalizado entre los mexicanos: La inmensa mayoría de la población en nuestro país al punto del hartazgo reconoce entre sus principales males a la corrupción sistémica, la violencia, los desaparecidos y la desigualdad, todo ello, producto del mal gobierno de la elite gobernante favorecida, por tanto, ¿Cómo cambiar en un simple evento un ambiente de rechazo al sistema, encarnados por el PRI y el PAN, y sus representantes en el proceso electoral? La ventaja de AMLO con más del 20% sobre el segundo lugar está encuadrada en el marco de esta lógica social. López Obrador encarna la esperanza de cambio hacia un sistema más bondadoso para la gente, hacia los de “abajo”, la inmensa mayoría del electorado, y obviamente eso no cambiara fácilmente. En los hechos no lograron demostrar nada contra AMLO; antes bien, se puso en evidencia que todos se pusieron de acuerdo para atacarlo, como en “Jauría”, según lo señalo atinadamente Tatiana Clouthier, coordinadora de campaña de AMLO previo al evento.
Lo que obviamente omitieron los candidatos del régimen, Jose Antonio Meade, Ricardo Anaya, Margarita Zavala y Jaime Rodríguez, es que cada uno y todos ellos están involucrados en uno de los regímenes de gobierno más corrupto del mundo, y de la historia de nuestro país. De acuerdo con el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) 2017, publicado por Transparencia Internacional, México cayó un punto en un año; de una calificación de 30 pasamos a 29, esto en una escala que va de cero (la mayor corrupción) a cien (la mayor honestidad). Ocupamos, luego entonces, la posición número 135 de 180 países evaluados.
Somos el país más corrupto de las naciones que pertenecen al llamado G20, grupo de los veinte países más ricos del mundo que representan el 85% de la economía mundial. Somos el país más corrupto de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, foro que integra a las 35 economías más desarrolladas del orbe y finalmente somos uno de los países más corruptos de América Latina, grupo de naciones que comparten la misma geografía, etnicidad e historia. Estamos peor que Brasil, Argentina y Colombia. Ocupamos la misma posición que Honduras y Paraguay. De la región latinoamericana, sólo Guatemala, Nicaragua, Haití y Venezuela están peor que México, y los cinco candidatos mencionados están profundamente involucrados para que estemos en esa situación.
Esto no va a cambiar por la engañosa propaganda electoral priista y panista, donde intentan vincular a AMLO con la palabra “miedo”, en el afán de trasmutar el enojo social contra el régimen, en temor contra López Obrador. La gente ya no les cree, y menos cuando los nuevos votantes jóvenes, el 40% del padrón, con un potencial de votos de más de 30 millones, en su mayoría están hartos del régimen priista – panista.  Como nunca antes la elección presidencial del 1 de julio no se definirá por los spots ni las propuestas o los debates, sino por la percepción que logren construir los aspirantes en las plataformas como Facebook, Twitter y YouTube.
El miedo funciono en otros procesos electorales cuando sorprendieron a la sociedad con estos recursos mercadotécnicos, agotaron esos recursos, hoy ya no es sorpresa y está al tope el hartazgo de todos los sectores de la sociedad. La ventaja de AMLO sobre los demás no es casual. La gente ya sabe e identifica que el pri y el régimen con sus aliados son lo mismo, corrupción de arriba hacia abajo, desde los altos funcionarios, como Meade, hasta expresidentes municipales corruptos y frívolos, a lo que la sociedad les cobrará la factura, la gente, el pueblo, tiene la última palabra.

saulmonrealavila@hotmail.com

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