Las dos economías de México

Las dos economías de México
Recientemente López Obrador declaró que, a pesar de que la economía está en
bancarrota, cumplirá sus promesas. Los empresarios y economistas reaccionaron de inmediato:
dijeron que la economía era una de las más exitosas de Latinoamérica y estaba lejos de la
bancarrota.
Justo ese día, por la mañana, escuchaba el programa de Tom Hartman, uno de los
periodistas de izquierda más serios y comprometidos de Estados Unidos. Entrevistaba a una
senadora demócrata cuyo nombre no recuerdo. La senadora mencionó un concepto que me
pareció muy ad hoc con las declaraciones de Obrador; “wording”, es decir, la manera como
unimos las palabras con las cosas.
Y aquí viene la tormenta: la derecha tiene una capacidad increíble para llamar azul al
verde y tortugas a los burros. Parece que cuando hablamos de economía en México no hablamos
de cómo vive la mayoría de los mexicanos, sino de la capacidad de los empresarios de seguir
haciendo sus negocios millonarios. En este último sentido, la economía va muy bien: ellos siguen
haciéndose más ricos. Pero si tomamos una postura desde abajo, si entendemos la economía
desde los bolsillos de la gente de a pie, nos daremos cuenta que la economía no van tan bien
como los empresarios afirman. Parece que en el país hay dos economías: la economía del lujo y
la ganancia, que beneficia a los que tienen más, y la economía de la sobrevivencia, en la que
luchan los mexicanos de a pie día tras día. En este última esfera, la economía ha estado en
bancarrota por muchos años. La imposición del neoliberalismo no fue otra cosa que la
normalización de dos economías divergentes; la de los amos y la de los siervos.