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José de Jesús Reyes Ruiz

LOS PASOS DE LOPEZ

Tomo II Capitulo IV

LOS DETRACTORES DE LA CUARTA TRANSFORMACION

Para documentar mi pesimismo… y el de los demás

Las políticas y las acciones del SR. LOPEZ han sido altamente cuestionadas por un sector no muy amplio pero si cupular e importante de la sociedad; porque además, tiene a los medios de comunicación a sus pies desde donde se difunde un día sí y otro también fuertes cuestionamientos a todo lo que hace nuestro caminante.

Ya habíamos comentado en alguna de nuestros escritos previos, que López Obrador ante sus acérrimos enemigos de Televisa  había comentado que había cientos de editoriales de los medios electrónicos e impresos de comunicación, y que el 90% de ellos cuestionaba sus actos y sus formas de hacer las cosas, mientras que un 70% de la población sigue con todo apoyándole y hasta un 85% tiene esperanzas que las cosas mejoren en contra de un 15% que piensa que todo empeorara, y yo agregaría claro que empeorara pero principalmente para sus bolsillos.

Esta es la polarización en la que vivimos, una gran mayoría de apoyo y un pequeño porcentaje de detractores que sin embargo hacen mucho ruido ´por el simple hecho de ser poderosos y tener los medios de comunicación a su servicio.

En esta ocasión pretendo hacer un análisis humilde de mi perspectiva de dos de los acérrimos enemigos del cambio, es decir de la cuarta transformación, disecando sus respectivos editoriales que salieron a inicios de la presente semana en el Periódico Reforma – que por cierto tiene en contraparte otros editorialistas que defienden a capa y espada el cambio o que con más prudencia se declaran a favor del mismo sin una gran estridencia para no ser etiquetados como unos simples chairos al servicio del nuevo gobierno.

Los dos editorialistas y politólogos que analizare son SERGIO SARMIENTO por un lado, del  que tengo recuerdos suigeneris cuando alguna vez en Sudáfrica fue repudiado en unos sanitarios repletos en alguno de los estadios donde jugaba México habiendo sido forzado a huir sin realizar sus necesidades fisiológicas ante el odio – que ha impulsado desde su posición ideológica – de la concurrencia.

El otro es Silva Herzog Márquez, a quien he visto confrontar - sin la fuerza de como lo hace en sus escritos - a López Obrador, y que en algunas ocasiones ha visto de buena manera sus formas de hacer las cosas pero que cuando escribe lo hace con una gran saña tratando de demeritar los pasos del caminante aun y cuando sean de alguna forma positivos para la mayoría de los mexicanos.

Y que quede claro que no me voy a los extremos de comentar a personajes deleznables – desde mi particular punto de vista – que tienen un odio visceral ante los caminos de López como serian - por poner solo un par de ejemplos - Carlos Loret de Mola y Leo Zuckerman un par de pirruris fifís – lo recalco desde mi posición de chairo – que jamás se han dignado a bajar al mundo que compartimos la gran mayoría de los mexicanos y por lo mismo desconocen la pobreza ya no se diga extrema, el hambre, la marginación de millones de mexicanos y por lo mismo son incapaces de ponerse en los zapatos de aquellos que nada tienen y que de todo carecen.

Existe en contraste algunos críticos frente a los cuales me quito el sombrero, un ejemplo de ellos que escriben y hablan con verdades irrefutables seria DENNISE DRESSER una dama intachable, gran pensadora a quien respeto y con la que la mayoría de las veces estoy de acuerdo en sus críticas muchas veces fuertes a los cambios que el Sr. López intenta realizar en nuestro país.

Pero entremos de lleno en el asunto que nos ocupa y espero se me disculpe en cuestionar a los dioses del olimpo que ahora pongo a juicio de un personaje - como un servidor - que se atreve en base a muchos años de vida y a un profundo cariño a México cuestionarles en la idea de que ellos jamás se asomaran a reflexiones como las que en este momento pretendo realizar. Me conformo con que algunos lectores puedan comparar los dichos de este par de personajes y como pueden ser cuestionados en base a verdades que son claramente evidentes no solo para mi sino para todo el resto de los mexicanos.

“Los sueldos de los funcionarios son una remuneración por su trabajo nunca un acto de corrupción, No hay relación entre el sueldo de un funcionario y su honestidad”

Sergio Sarmiento

Al respecto nos preguntamos la mayoría de los mexicanos si es verdad esto de que ¿no hay relación entre el sueldo del funcionario y su honestidad? En este punto creo que muchos no estaríamos de acuerdo, ¡CLARO QUE LA HAY! Y ya no hablamos solamente de SENSIBILIDAD FRENTE A 60 MILLONES DE POBRES de los cuales casi la mitad vive en POBREZA EXTREMA.

Pongamos un ejemplo, pensemos imaginariamente en un padre de familia con esposa y seis hijos quien con un sueldo mensual de 5 mil pesos, se guarda para sus gastos personajes – alcohol y amigos – cuatro mil y deja solo mil para los gastos de la familia numerosa que es en gran medida su responsabilidad.

Entiendo que el ejemplo no es lo bueno que podría ser, se me ocurren muchos otros pero por lo limitado del espacio voy al punto. Cuando un ministro de la corte, un juez o un magistrado cobran entre 200 y 500 mil pesos mensuales – más otras compensaciones que hacen que junto el aguinaldo estos señorones reciban casi 600 mil pesos mensuales – aunque lo nieguen – y lo hacen sin ningún recato y mucho menos recordando que la gran mayoría de aquellos mexicanos que tienen la suerte de tener un empleo – y no vivir de la informalidad – tienen sueldos mínimos que oscilan entre los 3 mil y los 5 mil pesos mensuales – esta última cifra en el mejor de los casos – cuando el desempleo de los jóvenes a los que llaman ninis  - ni estudian ni trabajan – los lleva muchas veces a actitudes delictivas, cuando México como país fue dejado por las instituciones y los que las manejan – Y MANIPULAN – al borde de la quiebra y con una deuda de más de 10 billones de pesos, cuando la cantidad de recursos que se recuperan vía impuestos es limitada y el 10% se utiliza solamente en servicio del pago de los intereses de la deuda, cuando no hay dinero que alcance para cubrir las mínimas necesidades de la  población, entonces no nos queda menos que afirmar que  recibir estos sueldos, y peor aún organizarse para mantenerlos dentro de un país pobre como el nuestro no es claramente un acto de justicia ES - CLARO -UN ACTO DE DESHONESTIDAD y digámoslo con todas sus palabras  UN  ACTO DE CORRUPCION.

Por el simple hecho que según la real academia de la lengua CORRUPCION significa

“En las organizaciones, especialmente en las públicas, práctica consistente en la utilización de las funciones y medios de aquellas en provecho, económico o de otra índole, de sus gestores”

Bajo estos términos; el hecho de haber influido e impulsado para que legisladores de la oposición impugnaran la nueva ley de reducción de salarios – donde nadie puede ganar más que el presidente – y de ahí para organizar desde la suprema corte de – in – justicia la controversia constitucional y frenarla con el único objetivo de mantener sus salarios es - con todas sus letras - lo que describe el diccionario de la lengua como UN ACTO DE CORRUPCION.

Habiendo dejado en claro lo anterior Sarmiento asegura que la visión de López Obrador sobre la corrupción es  cuestionable y menciona el ejemplo del Avión Presidencial vs – viajar en líneas comerciales -- la utilización de Los Pinos versus Palacio Nacional, o la reducción del salario. La pregunta es ¿Qué parte no entiende Sarmiento? Veamos: UNA COSA ES SER HONESTO Y OTRA – su contraparte – ES SER DESHONESTO y preguntamos millones de mexicanos, ES HONESTO SER UN GOBIERNO RICO – y ya no digamos rico sino millonario – cuando se gobierna sobre un  PUEBLO POBRE, utilizar un avión como el que se mandó a hacer Felipe Calderón y fue arreglado para su gozo Peña Nieto con suites de lujo etc. Cuando la mayoría de los mexicanos vive en casas de cartón con techo de lámina. Pero sobre todo cuando el vehículo para transportar al presidente es del lujo, superior al que usan los países desarrollados y ricos, mientras se gobierna una nación pobre, eso es claramente un signo de deshonestidad, tener un avión comparable al que usa el presidente de los Estados Unidos y mucho mejor que el que utilizan muchos de los países ricos primer mundistas NO PUEDE SER UN ACTO DE HONESTIDAD de manera alguna, y que decir de los PINOS - ahora abierto al público - se puede entender que los presidentes habiten y despachen en un lugar donde se superan los lujos de LA CASA BLANCA – la de Washington -  LUGAR DE MANDO DEL PAIS MAS RICO DEL MUNDO. No señor Sarmiento aunque pensar en López Obrador le produzca urticaria, las cosas como son y así es como las vemos la gran mayoría de los mexicanos.

López Obrador al actuar como lo hace, en su jetta y no en camionetas de lujo, permanecer en su vivienda donde él paga sus gastos – y no en los pinos – despachar en palacio nacional – donde corresponde – y reducirse el sueldo un 60% lo hace porque conoce de la pobreza en que viven la mayoría de los mexicanos y esto es un acto de congruencia que tendría que aplaudirse y no  cuestionarse, el actúa en congruencia con el país que gobierna, los miembros de la corte – que por cierto ganan más que cualquier contraparte del mundo entero – actúan con clara DESHONESTIDAD DE CARA A UN PUEBLO sumido en la pobreza por el actuar de sus gobernantes.

ESTO SEÑOR SARMIENTO SON ACTOS DE DEHONESTIDAD QUE CLARAMENTE CABEN DENTRO DEL TERMINO DE CORRUPSION

NO PUEDE HABER UN GOBIERNO RICO CON UN PUEBLO POBRE

En una semana continuaremos con este análisis.

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