Dr. José de Jesús Reyes Ruiz
EL TEMA DE VENEZUELA II PARTE
MENTIRAS Y VERDADES A MEDIAS
Para documentar mi pesimismo… y el de los demás
Hace una semana, y en un intento de ser imparciales, hablamos de la impericia de Maduro para dirigir ese país, su capacidad es a todas luces limitada es claro que nada tiene que ver con Chávez – aunque este mismo tenia luces y sombras – pero Maduro, un ex operador de camiones que se convirtió en presidente muestra claramente que para dirigir un país se tiene que tener una buena preparación y en su defecto arroparse de personas y asesores con capacidad de llevar a buen puerto una importante nación como la venezolana.
Sin embargo también aclarábamos la responsabilidad – que nadie puede negar – de un bloqueo impuesto desde los Estados Unidos en colaboración con quienes manejan en aquella nación las grandes empresas tanto las locales como las transnacionales.
El boicot impuesto desde los Estados Unidos con un bloqueo económico como el que el imperio ha ejercido sobre Cuba en los últimos 50 años, lo ha impuesto en los últimos 10 en contra de Venezuela, pero también las cúpulas empresariales y los políticos de derecha, que han sido perjudicados por el Gobierno de Chávez – Maduro han logrado dar la impresión de que todo se derrumba en aquel país donde el que no exista - por ejemplo papel sanitario - es como si los productos de la canasta básica hubieran desaparecido de los mercados lo que no es del todo cierto.
Y claro que se afecta a la población donde la ausencia por ejemplo de medicamentos impulsada por EU ocasiona un verdadero problema en la salud de los venezolanos ¿Y; QUIEN TIENE LA CULPA DE ELLO?
La campaña que se ha implementado desde Los Estados Unidos sobre todo en el último lustro ha sido intensa, y sus intenciones evidentes, lo que a ellos interesa no es la democracia ni si quiera el bienestar de los venezolanos sino única y exclusivamente el petróleo del subsuelo, porque no nos olvidemos que es la nación con las mayores reservas de este tipo por arriba incluso de los países árabes y Rusia y eso es algo que los norteamericanos que durante mucho tiempo se hicieron del control de petróleo mexicano, el del medio oriente y muchos más y que con Canadá se declararon autosuficientes, vean en Venezuela el último reducto de la oposición a sus intereses – siempre obscuros –
No nos olvidemos que los Estados Unidos no tienen amigos, ni siquiera socios sino solo intereses. Muchas naciones ponen los intereses norteamericanos como propios y les respalden en todas sus guerras en diversos puntos de este planeta convulsionado aquí y allá, con estas luchas que potencialmente pueden convertirse en luchas armadas donde quien sale ganando resulta quien tienen como importante base económica la de la producción de armamentos, como ha sido siempre la historia los Estados Unidos de Norteamérica.
Es de dar verdadera pena – ajena – el ver el respaldo en automático de muchos países de Latinoamérica y Europa a la postura de los Estados Unidos frente a Venezuela, y entendemos que si aún estuviera Peña Nieto al frente de nuestro gobierno el seria uno de los principales lacayos del imperio y México estaría respaldando a la marioneta de Guaido en contra de los venezolanos y de la misma Venezuela.
Pero nuestro país ahora cuenta con un gobierno supuestamente progresista y de izquierda que llega en momentos en donde la mayor parte de Latinoamérica ha regresado a las garras de la derecha conservadora y reaccionaria, y ha podido – no sin dificultades - presentar una actitud de NO INTERVENCION en aquel país, una actitud intermedia – QUE NO DE DEFENZA AL GOBIERNO DE MADURO como han querido decir muchos como Rubio el ultra derechoso y ultra reaccionario siempre aspirante desde la Florida al gobierno norteamericano.
No hay forma que nadie pueda hoy por hoy apoyar al gobierno impresentable de Maduro, pero lo que sí se puede hacer es el apoyo a la NO INTERVENCION y al RESPETO A LA AUTODETERMINACION, QUE SEAN LOS VENEZOLANOS quienes decidan su futuro, nadie más.
Hace un par de semanas, específicamente el día MARTES 29 DE ENERO, EL EDITORIALISTA DEL PERIODICO LA JORNADA LUIS HERNANDEZ, en su columna semanal hacia un recuento de lo que fue el proceso electoral que le dio el triunfo a Maduro por un 69% de la votación, nadie puede dudar de la honorabilidad de este periodista. Que hubo trampas - sin lugar a dudas - pero en el 2006 también las hubo – y muchas – cuando le dieron el triunfo a Calderón por un pequeño margen del 0.56% y nadie de la comunidad internacional protesto.
Vamos a suponer, como dicen los expertos, que en una elección fraudulenta, quienes ocupan el poder pueden lograr la manipulación de los resultados, pero esta manipulación tiene límites y estos límites – según los expertos – no pueden o difícilmente pueden ser superiores a un 10%, es decir tendríamos que aceptar que en ese proceso Maduro gano al menos la mitad de los votos de los electores, es decir gano la elección “haiga sido como haiga sido”
Lo que no podemos aceptar – las mentalidades progresistas y de izquierda – es: 1) que haya destituido la asamblea legalmente establecida para dejar una alternativa como lo es una nueva asamblea constituyente a todas luces ilegal y 2) que haya manejado y manipulado la constitución para ser de nueva cuenta elegible.
Esto es lo que por desgracia han hecho los representantes de la izquierda, que al hacerlo dejan muchas dudas de su seriedad y su apego a las normas éticas de una izquierda que tendría que ser al respecto diferente si es que está convencida en la voluntad de la ciudadanía. Es decir es el voto popular quien tiene el mandato y el poder de decidir cuando cambia y cuando no de timón y el que manda y sus representantes tienen que gobernar obedeciendo la verdadera voluntad de un pueblo que representa la soberanía.
Pero no, Nicaragua se ha vuelto una dictadura corrupta de una pareja que se ha olvidado totalmente de los principios de la izquierda, Cuba intenta caminar – con una pasmosa lentitud – a la apertura, pero al menos le ha recordado al mundo el valor de una actitud digna de frente al imperio que por no tener en aquella nación intereses - ya que fuera de una devaluada azúcar, no tiene en su subsuelo el petróleo que si tiene Venezuela - y Bolivia donde Morales ha logrado el gran milagro, resulta que también cambio los preceptos constitucionales para perpetuarse en el poder.
La única izquierda respetable que permanece al frente de su país es la de Uruguay con Tavares, Mujica y de nueva cuenta Tavares al frente, que han logrado un país envidiable con todo y la falta de recursos y la pequeñez de su territorio frente a los gigantes ahora bajo el yugo de gobiernos conservadores como Argentina, Chile, Brasil y Colombia.
Muchos esperamos que MEXICO siga los pasos de Uruguay y se comporte como aquel país sudamericano como un referente a seguir, y contra todo parece que se están dando los pasos con ese destino en mente.
Pero regresando al asunto Venezuela, es clara una ofensiva mediática en contras de Maduro pero sobre todo en contra del DIALOGO y la AUTODETERMINASION de aquel país para decidir su destino, y es ahí donde me cuesta mucho trabajo entender como la gran mayoría de países latinoamericanos y muchos europeos hayan agachado la cabeza a las órdenes de los Estados Unidos y su fascista líder Trump y hayan reconocido a un personaje nombrado desde la Casa Blanca QUE SE AUTOPROCLAMA .- él solito – presidente a cargo – del despacho – de Venezuela, cuando Maduro con todo y su impericia, sus errores y su autoritarismo al menos fue electo – SIN LUGAR A DUDAS – por la mitad del electorado de aquella nación como lo hemos explicado al inicio de estas reflexiones.
A Guaido lo eligió Donald Trump; a Maduro al menos muchos venezolanos pero aun así muchas naciones incondicionales al imperio han salido a reconocer su legalidad ¿Cómo? Es claro que al negarse al dialogo rotundamente, su interés en Venezuela es limitado y su respaldo a los norteamericanos es inmenso de otra forma como entender este rechazo al dialogo ya no se diga Uruguay México sino hasta el Papa Francisco han impulsado como intermediarios, él solo responde a los intereses norteamericanos que no a los de Venezuela.
La supuesta ayuda humanitaria enviada por algunos países pero sobre todo por los Estados Unidos, es otra clara trampa donde se busca que sea Guaido quien organice su repartición, es decir es usada como una arma en contra del gobierno bolivariano y por lo tanto tendríamos que entender que este la detenga fuera de las fronteras a menos que manos realmente independientes - ¿las Hay? – como la Cruz Roja sea la que se haga cargo de su entrega.
Frente a todo ese embrollo nuestro país ha actuado bien EN NINGUN MOMENTO HA MOSTRADO RESPALDAR A MADURO - como presidente – SINO A LA AUTODETERMINASION DEL PUEBLO VENEZOLANO A DESIDIR SU PROPIO DESTINO, SON ELLOS – NO MEXICO – QUIEN A TRAVEZ DEL DIALOGO TIENE QUE DECIDIR EL SIGUIENTE PASO QUE SEGURAMENTE LO SERA EL DE UN NUEVO PROCESO ELECTORAL VIGILADO POR LA COMUNIDAD INTERNACIONAL, PERO ESTO TIENE QUE SER UNA DECISIÓN DE VENEZUELA Y NO DE MEXICO.
La posición de Uruguay se ha vuelto ambivalente al pedir nuevas elecciones con lo que se ha vuelto parcial y en esta parcialidad su intervención de mediación deja mucho que desear.
A México le ha faltado buscar el liderazgo, las negociaciones tendrían que haberse dado en México no en Uruguay, un experto como Sepúlveda – propuesto por AMLO – tendría que haber acompañado desde el inicio a Marcelo Ebrard y una triada valiosa como Sepúlveda – Ebrard – y Vasconcelos seguramente habría sido la diferencia frente a la presión de los Estados Unidos, un liderazgo como este respaldado por Uruguay, y por los países del Caribe – CARICOM – podría haberse enfrentado a la comunidad europea en búsqueda de nuevos caminos con el respaldo de Italia – que es quien ha dado la lucha para que Europa se mantenga imparcial y no afín a los intereses solo de Trump y los norteamericanos –
La historia está por definirse, Maduro se tiene que ir PERO ESTO ES ALGO QUE SOLO LOS VENEZOLANOS PUEDEN DECIDIR a partir de una convocatoria a elecciones y en base a sus resultados definir su destino, y ni Trump ni nadie puede presionarlos a hacer lo contrario.