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LOS 100 DÍAS DE AMLO Y LOS 2.5 AÑOS DE TELLO

Por: Arturo Nahle G.

Este lunes el presidente López Obrador rindió un informe sobre sus primeros cien días de gobierno. Por qué informar a los cien y no a los cincuenta días, o a los doscientos o doscientos cincuenta? No lo sé, pero así lo han hecho y lo siguen haciendo Presidentes, Gobernadores y Alcaldes en todo el país.

Yo creo que los gobiernos difícilmente pueden evaluarse a los tres meses de que iniciaron, apenas están empezando, apenas le están agarrando la onda, apenas van arrancando sus programas y sus obras. Pero bueno, quiero creer que es una estrategia de comunicación para decirle a la ciudadanía que empezaron bien.

El informe de los cien días obviamente ha generado todo tipo de opiniones, la oposición dice que empezó muy mal y que lo que mal empieza mal termina, ponen como ejemplo la cancelación del aeropuerto y del apoyo a las estancias infantiles; los incondicionales dicen todo lo contrario, que por fin se está combatiendo la corrupción, el huachicol, el despilfarro, etcétera.

Insisto, cien días es muy poco tiempo para evaluar a una administración de seis años, a un gobierno hay que evaluarlo -desde mi muy personal punto de vista- a la mitad del camino, y el gobierno que ayer llegó a la mitad del camino es precisamente el del Contador Alejandro Tello. Así es, el 12 de marzo llegó a la mitad de los 5 años que durará su gobierno, así que mejor hablemos de ello.

Hace dos años y medio nuestro Gobernador recibió un Estado con problemas sumamente añejos y complejos: desempleo, pobreza, migración, inseguridad y finanzas totalmente insuficientes para hacer frente a estos retos.

Se comprometió a gobernar con austeridad, honestidad y transparencia, creo que lo ha logrado; se comprometió a sanear las finanzas públicas, la verdad es que aunque la deuda no ha crecido nuestras finanzas siguen muy enfermas, pero la validación de los impuestos ecológicos son una auténtica bocanada de oxígeno; se comprometió a generar 40 mil nuevos empleos, ahí la lleva; también se comprometió a mejorar la seguridad, lamentablemente en ese rubro las cosas han empeorado.

En cuanto a las dos grandes obras del quinquenio (la Presa Milpillas y la autopista a Aguascalientes), la primera ahí va “pian pianito”, pero por su dimensión y costo difícilmente podrá ser inaugurada por él; la autopista no ha avanzado un solo centímetro.

En síntesis, creo que ahí la lleva, algunos compromisos de su famoso Contrato con Zacatecas están cumplidos, otros están en vías de cumplimiento, y otros como la seguridad pues ha sido sumamente complicado cumplirle a los zacatecanos.

Ahora bien, a la mitad de una administración los gobernantes suelen estar en la cresta de la ola, en lo más alto de su fuerza política, una fuerza que será vital para sacar adelante la sucesión; adelantar la sucesión es adelantar tu propia muerte y pareciera que eso es lo que extrañamente está haciendo nuestro Gobernador.

El domingo fui a los toros en Río Grande y me sorprendió ver a los pupilos del oficialismo en abierta campaña, placeándose al más rancio estilo; entiendo que lo hagan los aspirantes de la oposición –esos son changos sin mecate- ¡pero los Secretarios del Gabinete!

Creo que a estas alturas del quinquenio el Gobernador debiera poner a prueba las capacidades y lealtades de sus prospectos, no aventarlos a una inconveniente e ilegal precampaña que en lugar de frenar a sus adversarios los incita, les da pretexto para hacer lo que indebidamente andan haciendo.

La Ley Electoral es muy clara, el proceso electoral iniciará el 7 de septiembre del 2020 (en un año y medio), 20 días antes cada partido determinará el procedimiento para la selección de sus candidatos, las precampañas iniciarán hasta el 2 de enero del 2021 y no podrán durar más de 40 días, los precandidatos no deben realizar actividades de proselitismo antes de esa fecha (si lo hacen se les negará el registro), el registro de candidatos a Gobernador será del 13 al 27 de marzo del 2021 (exactamente en 2 años) y la campaña durará 60 días.

Concluyo, adelantar la sucesión es ilegal, pone en riesgo a los aspirantes y es políticamente inconveniente para el Gobernador; el 2019 debe ser su mejor año, el de la consolidación, no el de la elección.