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LA NACIONALIZACIÓN DEL PETRÓLEO.
Por: Arturo Nahle G.
El lunes se conmemoraron 81 años de la nacionalización del petróleo, López Obrador que siempre se ha declarado Cardenista, anunció una inversión multimillonaria para reactivar las 6 refinerías y construir una nueva en Dos Bocas, Tabasco.
Esta decisión obedece a que los mexicanos consumimos más de 760 mil barriles diarios de gasolina y 340 barriles diarios de Diesel, pero cerca del 80% de la gasolina y cerca del 75% del Diesel que consumimos lo compramos a empresas extranjeras. Estas empresas, cuando quieran, pueden paralizar al país y generarnos una crisis inimaginable. Solo hay que revisar la historia.
Maximiliano emitió un decreto que permitía explotar nuestro petróleo y otorgó 38 concesiones petroleras a particulares. En 1884 se expidió el Código de Minería, desde entonces el propietario del suelo también lo era del subsuelo.
Bajo el régimen Porfirista el británico Weetman Dickinson Pearson organizó la Compañía de Petróleo el Águila y construyó la primera refinería en Minatitlán. Gracias a su amistad con políticos mexicanos consiguió permisos para explorar yacimientos en Campeche, Chiapas, San Luis Potosí, Tabasco, Tamaulipas y Veracruz.
En la misma época el estadounidense Edward L. Doheny fundó la Huasteca Petroleum Company. Durante 35 años El Águila y la Huasteca con sus filiales, fueron las compañías petroleras más grandes de México.
El 24 de diciembre de 1901, Porfirio Díaz expidió la Ley del Petróleo que eximió el pago de impuestos de importación de los equipos necesarios para explotar este producto, los capitales invertidos quedaron libres de toda obligación fiscal por un período de diez años, se permitió la compra de terrenos nacionales a precios de baldíos incluyendo un derecho de paso por terrenos particulares y una protección perimetral de 3 km en torno a los pozos. Esta ley señalaba que podían hacerse exploraciones y explotaciones en terrenos nacionales pagando un 7% de las utilidades obtenidas al gobierno federal y un 3% adicional a los gobiernos de los estados en donde se ubicaran los terrenos.
En 1909 se promulgó una nueva Ley del Petróleo que dejó más claro que los dueños del suelo también lo eran de los depósitos de combustibles minerales.
Depuesto el régimen porfirista, Francisco I. Madero promulgó en 1912 la Ley del Timbre e impuso un gravamen de 3 centavos por barril, lo cual era irrisorio. Pues esta disposición fue repudiada por las compañías petroleras quienes manifestaron que el impuesto que pagaban en Estados Unidos era menor al pretendido por el nuevo gobierno mexicano. Madero ordenó que las compañías petroleras declararan el valor de sus propiedades y entregaran registros del petróleo extraído, esto también fue rechazado por las empresas que querían seguir operando libremente.
Las compañías estadounidenses pidieron a su gobierno realizar una protesta diplomática, como resultado de esta presión el gravamen fue aplazado y no llegó a aplicarse debido a que en febrero de 1913 el presidente Madero fue derrocado con la colaboración del embajador estadounidense.
En 1914 Venustiano Carranza expidió un decreto que imponía un impuesto de 10 centavos por tonelada de petróleo exportada y solicitó a los empresarios un avalúo de sus instalaciones, esto provocó nuevamente el disgusto de las empresas petroleras que pagaron el impuesto bajo protesta y se negaron a entregar la información solicitada.
La Constitución de 1917 en su artículo 27 distinguió la propiedad del suelo y la del subsuelo, señaló que el suelo podía transmitirse en propiedad privada, pero el subsuelo y sus riquezas pertenecían al dominio directo, inalienable e imprescriptible de la nación, la cual podía otorgar concesiones para su explotación.? De esta forma la nueva Constitución abolió el sistema de privilegios que se habían otorgado durante el porfiriato y facultó al Poder Ejecutivo para revisar y declarar nulas las concesiones y contratos petroleros celebrados desde 1876.
La reacción de las compañías petroleras no se hizo esperar, mediante presiones diplomáticas y amenazas de invasión militar trataron de invalidar la nueva norma constitucional. Mediante juicios de amparo impidieron que Carranza aprobara la ley reglamentaria del Artículo 27 y auspiciaron la idea separatista de crear una república independiente con los territorios de Baja California, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Sonora, Tamaulipas y el norte de Veracruz.
En 1921 la Suprema Corte resolvió no aplicar retroactivamente el artículo 27 constitucional. Obregón aumentó los impuestos de exportación al petróleo y sus derivados, las compañías petroleras como protesta suspendieron sus exportaciones y despidieron a una gran cantidad de trabajadores, obligando a que Obregón redujera a la mitad el incremento de los impuestos.
En 1925 Plutarco Elías Calles comenzó a redactar las leyes reglamentarias del artículo 27 constitucional,  las empresas que habían adquirido terrenos deberían cambiar sus títulos de propiedad absoluta por concesiones que tendrían una duración de 50 años, asimismo se racionalizaría la explotación de los yacimientos que comenzaban a dar señales de agotamiento. Tanto los empresarios petroleros como el gobierno de Washington se negaron a reconocer la nueva ley. ?
En 1927 el Poder Judicial declaró anticonstitucional la nueva ley reglamentaria por su carácter retroactivo y confiscatorio, a cambio Estados Unidos ofreció un plan para renegociar la deuda externa y se ofreció como mediador de la guerra Cristera.
En 1934 Abelardo L. Rodríguez estableció que los yacimientos que se encontraran en una franja de 100 km a lo largo de costas y fronteras serían considerados como parte de las reservas nacionales y creó la empresa Petróleos de México S.A. (Petromex) para competir con las compañías extranjeras.?
En 1935 ya siendo presidente Lázaro Cárdenas había tantos sindicatos de trabajadores petroleros como empresas, en cada empresa las prestaciones y salarios eran muy diferentes aunque los obreros realizaran las mismas tareas. A pesar de la renuencia de las compañías petroleras, los obreros lograron unificarse en el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana para defender sus intereses y demandar iguales y mejores condiciones de empleo mediante la firma de un nuevo contrato colectivo de trabajo.?
Para mayo de 1937, los obreros demandaban una semana de 40 horas, el pago de salarios completos en caso de enfermedad y 65 millones de pesos para pago de salarios y prestaciones, los empresarios rechazaban firmar el contrato y ofrecían sólo 14 millones.
El día 17 el sindicato emplazó a huelga la cual se hizo efectiva el día 28. A los pocos días comenzó a escasear la gasolina y otros derivados, lo cual afectó la vida económica de todo el país. El 7 de junio el Presidente Cárdenas solicitó a los dirigentes del sindicato levantar la huelga y les sugirió plantear el problema ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje. Los trabajadores accedieron y la huelga se levantó el 9 de junio.
Un dictamen pericial determinó que la empresa El Águila había tenido utilidades anuales por 55 millones de pesos y debía pagar 26 millones por conceptos salarios y prestaciones adicionales a las pagadas en 1936. Los empresarios refutaron el dictamen, nuevamente Cárdenas intervino pero no pudo concretarse ningún acuerdo.?
Finalmente el 18 de diciembre la Junta falló en favor del sindicato ordenando pagar los 26 millones de pesos. Pues el día 29 las empresas presentaron un amparo ante la Corte, al mismo tiempo retiraron sus fondos de los bancos mexicanos, enviaron la mayor parte de sus carros-tanque y barcos a Estados Unidos y se dieron a la tarea de difundir la noticia que el tipo de cambio de 3.60 pesos por dólar no podría sostenerse.
El 1 de marzo de 1938 la Corte les negó el amparo ratificando el laudo de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje y estableció como fecha límite el 7 de marzo para que las compañías petroleras dieran cumplimiento a la sentencia. ?La presión de las empresas estadounidenses fue aumentada con la decisión de su gobierno de no reanudar un convenio anual que tenía con México para la compra de plata.
El presidente Cárdenas tuvo reuniones con las compañías para tratar de convencerlas de pagar los 26 millones de pesos, pero éstas se negaron. Terminado el plazo establecido por la Corte, las compañías petroleras se encontraban en abierta rebeldía por no acatar sentencia.
El 18 de marzo de 1938 las compañías extranjeras declararon estar dispuestas a hacer el pago, pero condicionado a una rebaja en las prestaciones y aumentando el número de empleados de confianza, la propuesta fue rechazada porque el presidente Cárdenas ya había tomado una decisión, a las 10 de la noche declaró la expropiación mediante la cual la riqueza petrolera que explotaban las compañías extranjeras se volvió propiedad de la nación mexicana, lo que era uno de los ideales de la Revolución.?
Al mes siguiente, se creó la Distribuidora de Petróleos Mexicanos que se encargaría de la comercialización del petróleo y sus derivados; y por otro decreto publicado el 20 de julio, se creó la compañía Petróleos Mexicanos, la cual se encargaría de la exploración, producción y refinación del petróleo. ?
El gobierno británico rompió relaciones con México; el gobierno de los Países Bajos se negó a reconocer la legalidad de la expropiación y exigía la devolución inmediata de los bienes expropiados o el pago inmediato de la indemnización.
Con Estados Unidos las negociaciones fueron diferentes, las compañías decían que la compensación debería de incluir el combustible estimado que se encontraba en el subsuelo.
Las compañías Standard Oil de Nueva Jersey y la Royal Dutch Shell iniciaron un boicot contra México. Intentaron impedir que México adquiriera ciertos productos químicos indispensables para el proceso de refinación y maquinaria especializada. ?Este plan fue apoyado por diversas empresas estadounidenses que se negaron a vender sus productos.? Poco a poco las compañías que vendían refacciones y maquinaria fueron cediendo cuando México optó por adquirir productos alemanes, italianos o de otros países europeos. ?
El Departamento de Estado coadyuvó con el boicot, se suspendieron las compras de plata a México, aunque después de 1938 las ventas fueron reanudadas en menores cantidades y precios porque los estadounidenses eran propietarios de varias minas en México.? Las dependencias norteamericanas prohibieron el uso de combustibles mexicanos, se dio preferencia a la importación de petróleo de Venezuela. El impuesto de importación para el petróleo mexicano se incrementó a 50 centavos de dólar mientras que el venezolano sólo era gravado con 25 centavos. Se presionó a las compañías navieras para que no transportaran el petróleo mexicano y se presionó a los países del Caribe para que suspendieran los pedidos de petróleo que habían realizado a México. ?
La Dutch Shell embargó varios cargamentos de petróleo mexicano en los puertos de Bélgica y Francia argumentando que se trataba de petróleo robado, los tribunales europeos fallaron a favor del gobierno mexicano. ?
Con el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial, el presidente Roosevelt tuvo más interés en la alianza estratégica con México para crear un bloque antifascista que en proteger los intereses de las compañías petroleras. Gracias a ello el 17 de noviembre de 1941 se firmó el Convenio del Buen Vecino.
La reforma energética del 2013 le volvió a abrir la puerta a estas voraces empresas, por desconocimiento de la historia o por dinero, celebro que AMLO esté decidido a recobrar nuestra soberanía energética.