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Aviadores.
Por: Juan Carlos Girón Enriquez

Siempre cuando se acercan los periodos electorales en la Universidad, nos volvemos blanco de auditorias fundadas e infundadas, sobre todo los docentes, a quienes en muchas ocasiones de tacha de aviadores y de irresponsables en su labor.
Si bien, no podemos ocultar muchas verdades, también es cierto que la información se puede presentar de modo tal que afecte los intereses de algunas personas o que sirva a los intereses particulares de otras.
Tal es el caso de noticias a ocho columnas señalando un número escalofriante de aviadores, en particular docentes universitarios que, a decir de la auditoría superior o de algunos mal informados cobran en la UAZ.
Mal informados decimos porque hay verdades que tampoco se cuentan, por ejemplo:
A ) Muchos de los nombres de personas que aparecen en las famosas listas de aviadores, son personas que cobran en Gobierno del Estado, en alguna de sus dependencias además de aparecer en la nómina de la Universidad y, equivocadamente infieren que, una persona no puede trabajar en dos lugares al mismo tiempo. La pregunta obligada en este punto es ¿Se verificaron los horarios en los que trabaja le persona en uno y otro lugar? ¿o es solo afán de molestar a las personas?
En este punto, debemos recalcar que hay muchas personas que cubren un horario en gobierno y otro distinto en la Universidad, eso no los hace aviadores, simplemente que los salarios que tienen no les permiten vivir dignamente, lo que obliga a las personas a buscar una fuente de ingresos alterna. Satanizar a quienes trabajan en dos espacios sin verificar los horarios y suponiendo que se hacen ricos con dos salarios es un error que las autoridades deberían cuidar, porque ni los salarios en la Universidad son tan dignos para el 100 % de los profesores, como los salarios en Gobierno tampoco lo son.
B ) Muchas de las ocasiones, las listas incluyen personas que tienen cinco o diez horas frente a grupo, lo que no esta prohibido por el Contrato Colectivo, y esa información tampoco es verificada o contrastada, se limitan exclusivamente a contrastar la lista de nombres, sin profundizar y generalizando.
C ) Otras tantas ocasiones, se omite señalar que muchos de los nombres que en esas listas aparecen son personas que, por la materia que imparten o simplemente por mejorar las condiciones de enseñanza aprendizaje, deben estar vinculados con la actividad profesional para que sus alumnos tengan acceso a mejor información por parte de sus docentes. Los maestros no podemos aislarnos de la actividad profesional porque eso implicaría un deterioro en la formación de los alumnos y limitar su nivel de profesionalización. Ese es un punto que se ha omitido en todos los análisis sobre las dobles plazas, algunos mal llamados aviadores.
La Auditoría intenta hacer su trabajo, de eso no nos cabe duda, pero sería mejor si se analiza cada caso en particular, a conciencia y con un verdadero conocimiento de las funciones y actividades que realiza cada docente, antes de circular información que no es del todo verdadera o listas de nombres o datos alarmista sobre la cantidad de aviadores en la Universidad, porque en esas listas no todos los que aparecen son aviadores, ni todos los aviadores están en la lista.