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Ahora Culiacán.
Por: Juan Carlos Girón Enriquez

Gobiernos van y gobiernos vienen, cada cual ha de tener su catástrofe, ciertamente la historia los juzgará, a unos mal, a otros peor. Mas allá de lo que pueda llegar a decir la historia en un futuro no muy lejano, el ahora es perfectamente capaz de juzgar las decisiones, buenas o malas, que toman los gobiernos.
Culiacán será, hasta ahorita, el caso del sexenio, una serie de eventos desafortunados que traerán consecuencias para la seguridad en el país, una decisión que representará un costo muy elevado para el gobierno en turno, a partir de ahora, todas y cada una de las decisiones que tome el presente gobierno será cuestionada y puesta bajo tela de juicio por las consecuencias que puede traer consigo cada decisión.
A partir de ahora, todas, buenas o malas medidas, estarán ensombrecidas por una rendición a las presiones, amenazas y violencia del narco.
No estamos de acuerdo con que se hubieran sacrificado cientos o quizás miles de vidas a cambio de mantener detenido al hijo del Chapo, pero si estamos obligados a llevar el análisis un poco mas atrás, a la logística del operativo.
Pensemos en que fue lo que se hizo mal desde el principio, las decisiones que se tomaron a lo largo de la planeación del operativo, quien lo planeo, a cargo de quien estuvo su ejecución, se tomaron las medidas necesarias de contención para prevenir que el operativo se saliera de las manos y tomara las dimensiones que tomó.
No es sencillo decir que el fin justifica los medios, muchas de las veces dejarnos llevar por el fin y olvidarnos de los medios que nos llevaron a lograr ese fin nos hace obviar situaciones que a la larga provocarán mas y mas errores como el que se acaba de cometer en Culiacán.
El fin, a decir de la presidencia y el gabinete de seguridad, fue salvar vidas, tanto de civiles como de las familias de los militares que estaban siendo amenazadas en esos momentos, el medio, la liberación del hijo del Chapo. La pregunta obligada es ¿por qué el gobierno se tuvo que poner en esa encrucijada? Ante un operativo de captura de tal naturaleza, como es que no se tomaron medidas preventivas como sacar a las familias de los militares previo al operativo, porque no se instalaron los cercos de seguridad que normalmente se instalan en este tipo de operativos, porque llevarlo a la fiscalía y no a la base aérea mas cercana para su traslado inmediato a instalaciones de mayor seguridad para alejar del riesgo al a ciudadanía.
El fin que se obtuvo y los medios para llegar a ese fin se hubieran evitado si el operativo hubiera tenido una mejor planeación, mayor despliegue de inteligencia, pero no fue así, una vez mas, se tomaron decisiones a la ligera, a manera de ocurrencia, y las consecuencias no las pagará el gobierno, sino toda la sociedad en su conjunto que veremos como la delincuencia organizada va avanzando y tomando control de las autoridades, han aprendido ahora el camino para lograr sus objetivos, ahora sabrán que el uso de la fuerza y la amenaza a civiles es el medio para lograr sus fines, mientras nosotros, la ciudadanía, seguiremos pagando las malas decisiones que toma el gobierno.
Que quede claro, no cuestiono que se haya dado preferencia a la vida de las personas por encima de la detención del hijo del Chapo, lo que analizo es todo lo que tuvo que hacerse mal para llegar a ese punto, en eso es en lo que debemos poner especial atención.