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Por: Juan Carlos Girón Enriquez.

En momentos de crisis sanitaria, crisis económica. Esa es la realidad que enfrenta México en estos momentos, ante este escenario, las decisiones pueden estar en una balanza cuya inclinación no sabemos cual será. No sabemos hoy si es la salud o la economía la que tendrá mas peso.

Las instituciones educativas han sido el centro de muchas decisiones de las que se han tomado en materia de salud, por diversas razones, una de las principales es por la cantidad de personas concentradas en espacios pequeños.

En el caso de Zacatecas, la Universidad Autónoma requiere especial atención. La cantidad de personas que a diario asisten a las aulas, así como el uso de diferentes servicios utilizados por estudiantes, docentes y trabajadores administrativos, son un indicador del riesgo sanitario que implica la activación de la Universidad, así como de la afectación económica que se genera con la paralización de la Máxima Casa de Estudios.

En anteriores ocasiones se ha hablado de lo importante que es la UAZ para la capital y sus municipios, muchos jóvenes estudiantes se trasladan semana con semana para asistir a las aulas universitarias. Tanto los alumnos foráneos como los locales realizan actividades académicas que permiten que la economía local florezca, consumen alimentos, transporte, fotocopiadoras, etc., servicios todos que impactan favorablemente en la economía de la población zacatecana. Así las cosas, el Gobierno del Estado, en anteriores ocasiones ha sido gestor para levantar, por ejemplo, huelgas, puesto que ha asegurado que una huelga en la Universidad genera grandes pérdidas a la economía zacatecana.

En esta situación de pandemia, ha sido el Gobernador quien ha llamado a la autoridad universitaria a no regresar a las aulas; un llamado que pocos a nadie hubiéramos esperado, por diversas razones. En primer lugar, en anteriores ocasiones ha sido el gobernador quien convoca a que la universidad no detenga sus actividades por el daño que le hace a la economía local; en segundo lugar, porque creeríamos que la universidad, con la gran cantidad de investigadores y conocedores del tema de salud, sería quien pondría el ejemplo en la estrategia para atender la emergencia sanitaria.

La pregunta es ¿porqué el temor del gobernador de que la Universidad quisiera regresar a las aulas? Porque fue muy clara, durante las primeras semanas de la emergencia sanitaria, la intención de las autoridades universitarias y sindicales, de regresar a las aulas lo más pronto posible, la razón: el proceso electoral en puerta para ambas instancias.

No era ni el compromiso con la formación estudiantil, ni los derechos de los sindicalizados, era un interés particular en que se llevará a cabo el proceso electoral para renovar la dirigencia sindical, así como el que renovaría las autoridades universitarias.

Valga la expresión, pero mezquino interés de quienes tenían, al parecer, urgencia por entregar el poder que tanto anduvieron “trabajando” para conseguir. No se debería de tratar de llevar a cabo un proceso electoral, aunque ello implique poner en riesgo la salud de la población en Zacatecas, sino de salvaguardar la salud de todos los universitarios y de los indirectamente vinculados con la Universidad.

Así como la Universidad es capaz de activar la economía con el simple hecho de asistir a clases, de la misma manera será capaz de fomentar la proliferación de un virus, en este caso, con el simple hecho de asistir a clases; grandes cantidades de alumnos, con un sinfín de contactos interpersonales, que al final de la semana regresarán a sus municipios, llevando consigo, muy probablemente, el virus.

Esta clase de actitudes, como universitarios y como zacatecanos, son las que debemos recordar, porque no es ético, ignorar las opiniones de los expertos, presionar y expresarse públicamente sobre el regreso a clases, recalendarizar una y otra vez, siempre teniendo presente en el calendario escolar, las fechas del proceso electoral.
No fue, sino hasta que se hizo el llamado públicamente, a las autoridades universitarias, que hubo una reconsideración de su parte para no forzar el regreso a las aulas.

Siempre se vio el esfuerzo de las autoridades universitarias por llevar a cabo el proceso electoral, pero nunca se publicitó el protocolo o las reglas para garantizar ese regreso a las aulas. Esperamos ahora si se priorice la seguridad sanitaria en todos los espacios universitarios, antes de poner en primer lugar los intereses políticos o los económicos. Solo garantizando la salud de los universitarios podremos garantizar un retorno a las actividades universitarias y la seguridad sanitaria de la población en Zacatecas.

Sería una buena oportunidad para trabajar, en la distancia, pero de manera colectiva, los protocolos para el inicio del nuevo semestre, difundir diversas modalidades de trabajo en línea, aprovechar las inversiones que ha hecho la universidad en plataformas como la de google o moodle, socializándola en documentos accesibles para maestros y profesores de todas las unidades académicas para llevar a cabo mejores estrategias que permitan regresar a un semestre con precauciones sanitarias pero seguros de que el regreso será lo mejor para la Universidad y para Zacatecas.

Docente – Investigador de la Unidad Académica de Derecho de la Universidad Autónoma de Zacatecas. E-mail: giron705@hotmail.com