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Vacuna en Zacatecas.
Por: Jenny González Arenas.
Después de la vergüenza nacional que pasamos los zacatecanos, por culpa de cierto grupo de personas que acudieron a vacunarse con lujo de prepotencia, no tardó mucho el gobierno federal en enviar dosis para los mayores de 60 años a la capital de Zacatecas y Guadalupe.
Hasta que se anunció el inicio de la jornada de vacunación se desconocía la logística de la jornada. Cuando se da a conocer, hay varias cosas que llaman la atención, como la cantidad de puestos de vacunación en el Municipio de Guadalupe, frente a los de Zacatecas, o el mecanismo de selección de las secciones para decidir cuales serían primero y cuales después. Lo que si es un hecho es que, a poco tiempo de haberse anunciado el inicio de la jornada de vacunación, mucha gente se trasladó a los centros de vacunación y comenzó a hacer filas desde altas horas de la madrugada, muchos sin que les correspondiera el puesto de vacunación, el día o la hora.
No cabe duda que todo es criticable y que mucha gente podrá estar inconforme por la estrategia implementada, pero las pocas o muchas personas que conozco que han recibido su vacuna, coinciden en que el trato del personal ha sido amable, a pesar de las largas jornadas de trabajo o de la gran cantidad de personas que han atendido.
Sin hacer énfasis en lo malo, porque no se trata de criticar solo porque sí, la coordinación entre gobierno federal, estatal y municipal resulta importantísima en situaciones como éstas, porque solo el municipio conoce su demarcación, a su población y las mejores locaciones para instalar puestos de vacunación que simplifiquen el acceso de las personas adultas mayores, que eviten aglomeraciones y que permitan que la población vacunada permanezca en el sitio de vacunación el tiempo necesario.
Pero hay un elemento que es toral, más allá de la disponibilidad de dosis o de la selección de los lugares para instalar los puestos de vacunación y es el elemento humano. Tanto el personal que va a atender los puestos de vacunación como el personal que cuidará dichos puestos como el personal que asistirá a solicitar el servicio. Esos tres tienen que converger de tal forma que su desenvolvimiento garantice el éxito de la jornada.
Como ya se adelantaba en líneas atrás, las personas que registran a los adultos mayores así como el personal de salud que suministra la vacuna y que cuida a las personas en el periodo de observación, han sido bastante amables, atentos, dando las explicaciones necesarias y no se diga de quienes han asistido en dichos centros como policía estatal, municipal, tránsito del estado y la guardia nacional, que han logrado agilizar el tráfico, organizar los vehículos y la población, pocas o ninguna queja se ha recibido de ellos.
Lamentablemente el problema lo ha generado el tercer elemento, los usuarios. No todos, cabe aclarar, porque las generalizaciones no son buenas. Pero algunas personas han acudido a centros de vacunación que no les corresponden, en días y horas que no les corresponden, entorpeciendo la logística de trabajo del personal encargado de la jornada de vacunación.
Bien o mal la estrategia, debemos reconocer que es una estrategia que no se le ocurrió a alguien de la noche a la mañana, podemos estar o no estar de acuerdo con ella, claro está que hay muchos caminos para lograr el mismo fin y que muchos podemos haber pensado en otra forma de llevar a cabo la estrategia de vacunación; pero, si esta es la estrategia aprobada por el sistema de salud, entonces toda la población deberíamos respetarla y acudir el día que nos corresponde en el horario que nos corresponde para evitar aglomeraciones, largas filas y posibles contagios.
Muchos podemos decir que la distribución seccional no esta correcta porque hay puestos con mucha gente y otros más solos o que muchas personas no habitan en el domicilio que se encuentra en su credencial y eso es más frecuente en adultos mayores en esta pandemia, porque sus familiares se los llevaron a su casa para que no estuvieran solos. Ese tipo de situaciones las tiene que ir resolviendo el personal de los puestos de vacunación conforme se presentan, pero tratemos, en la medida de lo posible de respetar la estrategia y de esperar que las autoridades tengan pensado un mecanismo para vacunar a todas aquellas personas que por cuestiones de salud o por falta de apoyo de otras personas, no pueden asistir al puesto de vacunación que les corresponde, porque muchos zacatecanos adultos mayores están solos y tienen dificultades para trasladarse, ya sea porque físicamente no lo pueden hacer o porque no tienen los medios para hacerlo, es aquí donde la vacuna tiene que llegar a todos los hogares.