Skip to main content

Energías limpias
Ivonne Ortega Pacheco*

En unos días se reunirán en Glasgow, Escocia, representantes de los países congregados por la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP26 para tratar la problemática del calentamiento global y los efectos nocivos sobre la humanidad.

En la COP26, los países que firmaron el Acuerdo de París (entre ellos México), revisarán el cumplimiento de los compromisos, como son mantener el aumento de temperatura global en 1.5 grados centígrados para 2030, meta que, a decir del secretario general Antonio Gutierres, está fracasando rotundamente.

Toda la humanidad resiente las consecuencias del calentamiento de nuestro planeta y cada vez son más frecuentes los fenómenos atípicos como huracanes, inundaciones, lluvias desmesuradas, sequía extrema. Por eso es tan importante establecer medidas preventivas si queremos un futuro con calidad de vida.

De tal suerte que no se explica que el gobierno de nuestro país se empecine en el uso de combustibles altamente contaminantes como el carbón para la producción de energía eléctrica, en franca violación no solo de los acuerdos internacionales signados, sino de nuestro derecho a un medio ambiente sano.

Tan solo en lo que va del 2021, la Comisión Federal de Electricidad otorgó 15 contratos por casi tres mil millones de pesos para alimentar las centrales termoeléctricas Carbón I y II que operan en Coahuila, según dieron a conocer los medios de comunicación.

Tres mil millones de pesos que salieron del erario por asignación directa, sin testigos sociales. En lo oscurito.

Pero dejemos a un lado estos “detalles” de operación sospechosa de recursos públicos, que es motivo de discusiones, sí, aunque no en este momento.

Me centraré en el medio ambiente.

Según el director de la CFE Manuel Bartlett Díaz, el gobierno federal no contempla invertir en plantas de energía renovable en lo que resta del sexenio. ¿Suena a un gobierno comprometido con el combate al calentamiento global? ¿Acaso esa es la forma de contribuir a la proteción del ambiente y a garantizar el futuro de nuestros hijos?

Como remate, el régimen nos presenta su iniciativa de reforma eléctrica no como una medida de mejoría ambiental. Ha quedado claro que las energías limpias no son su prioridad.

Para ponerlo en una frase concisa: la iniciativa de reforma eléctrica del gobierno federal tiene como único objetivo centralizar todo el control desde la direción de CFE. Será el director de la CFE quien decida a quién le vende electricidad el Estado, qué tarifa cobrará y a quién no le venderá, sin un organismo regulador que defienda los intereses de la ciudadanía y evite abusos.

Si en las condiciones actuales la CFE nos cobra lo que quiere y como quiere, y está entre las empresas de las que la ciudadanía tiene más quejas, imaginemos lo que pasará cuando por obra y gracia del régimen y sus aliados la paraestatal y su director tengan el control absoluto sobre changarros, negocios, empresas y sobre todo los hogares mexicanos vía recibo de luz.

Y del medio ambiente, mejor ahí le paramos. Porque la intención de la citada iniciativa de reforma es llevar a México por el rumbo de un mayor daño ambiental, así que quienes representen a nuestro país en la COP26, pues ya sabemos que irán de paseo, pues este gobierno sencillamente está a favor de las energías sucias.

*Dip. Fed. Mtra. Ivonne Ortega Pacheco