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Miscelánea

¿Y QUIEN DEFIENDE A LOS DEFENSORES?

Aquiles González Navarro

Los cambios de personal en las dependencias del gobierno con motivo de la transición en general son positivos, en cuanto que renuevan cuadros humanos ya cansados o ineficientes dentro del aparato burocrático; sólo que si no se tiene cuidado, también puede significar un lastre el ingreso de nuevo personal, muchas veces desconocido y puede dar lugar a miles de oportunistas sin vocación de servicio y sin capacidad en el trabajo que les fue asignado.
Al parecer es el caso de los nuevos custodios en varios de los departamentos penitenciarios, quienes, inflados como la rana de la fábula (que se infló tanto hasta que reventó), obstruyen el trabajo de los abogados defensores: Los mantienen en espera afuera del centro, bajo el sol y por horas y, si el abogado defensor hace algún reclamo o exige atención, sólo recibe ofensas en tanto se agudiza el tiempo de espera y se suman los agravios.
El centro en donde más sucede esta afrenta lo es en el ubicado en Cieneguillas. Las quejas de los abogados defensores se multiplican.
Desde esta columna hacemos un llamado tanto al Gobernador Monreal, así como a la Secretaria General de Gobierno y al Coordinador General Jurídico.
Los defensores, así como los fiscales representan las partes fundamentales en cualquier procedimiento penal. Su labor no puede ser entorpecida ni menospreciada. Además no olvidemos que la policía de custodia debe integrarse por gente capacitada, precisamente en el área de organización de centros penitenciarios. El abogado defensor sólo lleva a cabo la tarea que le corresponde dentro de la sociedad y se impone que sea respetado.
¡TIEMPOS DE TRANQUILIDAD Y DE APOYOS SOLIDARIOS!
Han sido publicadas las nuevas tarifas en materia de infracciones al Reglamento de Tránsito del Estado. Desaconsejables en una entidad caracterizada por condiciones generadas de pobreza.
Ante el anuncio del adelanto de los aguinaldos o parte de estos para su uso en el llamado “buen fin”, la Dirección General de Tránsito y Vialidad del Estado provoca el “mal fin”.
Grupos de Agentes de dicha corporación apoyados por policías municipales, salen “a la caza” de automovilistas, motociclistas o transportistas cuyos vehículos presenten alguna falta, por mínima que sea. El “mal fin” es esquilmarlos, despojándolos de sus vehículos mediante el uso de la fuerza para que, una vez en corralón, los propietarios tengan que acudir a pagar la multa y recargos.
De pena ajena: Hace días, en la ciudad de Fresnillo, viajaba en su modesta motocicleta un campesino que, por las características del vehículo se podía asegurar que era persona de limitados recursos. Fue interceptado por los policías de vialidad quienes bajaron de la motocicleta tanto al campesino, como a su esposa y una niña. La motocicleta fue colocada en la caja de una camioneta oficial, en tanto que el campesino, al punto del llanto, supongo por la impotencia, tomó de la mano a su mujer y a su hija y se alejó caminando…
El abuso al ser despojado de su modesto vehículo por faltas menores y la manera de trato frente a su esposa e hija, constituyen un exceso que a todos daña: al campesino con su dignidad agraviada, a la esposa e hija sumidas en la impotencia y la degradación al jefe de familia, pero también al propio gobierno de David Monreal que, mal se presenta ante los zacatecanos. Seguramente que Don Felipe Monreal- si viviera- encabezaría este reproche.
¿ESTADO DE BIENESTAR O ESTADO DE MALESTAR?
Resultado de la Revolución Mexicana y, sobre todo con el ascenso al gobierno de la República del General Lázaro Cárdenas, se dio lugar al llamado “Estado de Bienestar” que se consolidó con el modelo económico del “Desarrollo estabilizador” y que permaneció por más de cuarenta años: desde el régimen de Álvaro Obregón , hasta el de Gustavo Díaz Ordaz.
Estado de bienestar que fue desvaneciéndose, sobre todo a partir de la usurpación de Carlos Salinas en la Presidencia de la República, pasando por niveles altos de corrupción y abuso con Zedillo, Fox, Calderón (el segundo usurpador), y Peña.
Con Zedillo se eliminó el formato de pensiones por jubilación que era garantía de una vejez de dignidad dentro de la “honrada medianía”. Los bienes más importantes de la Nación fueron entregados a empresas extranjeras. Prácticamente en calidad de regalo. Hoy afortunadamente con la llegada de López Obrador, el país se recupera, así como los bienes motivo del abuso y del gran despojo.
Sin embargo, existen fuerzas que, ancladas en la ideología del abuso y la prepotencia, llevan a cabo conductas de arrebato insensible y oportunista:
Las “Jaurías” de policías, prácticamente de “cacería” (valga la expresión) por los aguinaldos de temporada, no resuelven ni en mínimo el problema de insuficiencias de recursos que padece el Gobierno del Estado y los de los municipios.
Alternativas inteligentes se requieren para un cambio verdadero con justicia social.
Dejar en paz a los ciudadanos para el disfrute de fiestas navideñas y terminar la persecución insensata, es tarea urgente de la llamada gobernanza.

¡Por el bien de todos!