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Zacatecas de la barbarie a la segregación
por Horacio Zaldivar

La excusa más cobarde es culpar al destino
Ismael Serrano

Ante la gravísima violencia que azota al estado, una de las demandas más sentidas de los zacatecanos: Que los senadores, diputados federales, locales, y alcaldes oriundos de Zacatecas sin excepción, suspendan sus campañas políticas con miras al 2024, y mejor dediquen su tiempo, esfuerzos, oficio político y recursos públicos (obvio), para regresar la paz a la tierra que les vio nacer.

En este tenor, también reprueban las declaraciones del gobernador que innecesariamente confronta a Zacatecas, y que debió buscar una estrategia conjunta con los gobernadores de los estados colindantes en lugar de agredirlos: “Escucho con tristeza estas expresiones tan limitadas de algunos gobernadores vecinos que quieren exculpar su responsabilidad, ya les gustó Zacatecas como cementerio porque luego muchos de ellos vienen a sembrar acá sus muertitos“.

El tema de la inseguridad, por el comportamiento del delito, pues es una disputa territorial; si ustedes lo aprecian: límites Jalisco, límites de Durango, límites de Aguascalientes, límites de San Luis”, aseveró el gobernador zacatecano; declaraciones que no aportan, mucho menos ayudan a resolver la violencia que ha colocado a Zacatecas en el deshonroso primer lugar en el contexto nacional en percepción de inseguridad.

Las descalificaciones del gobernador a sus homólogos, no sólo segrega a Zacatecas de la importante región económica bajío-centro-norte, también pone en peligro la integridad y vida de los zacatecanos, al haber generado una innecesaria animadversión, tirria para que lo entienda, con ciudadanos de estados agredidos, y sus organizaciones delincuenciales, cuando los zacatecanos transiten y/o viajen a esas entidades, que serán fácilmente identificados por las placas de circulación en sus vehículos.

Cuando David Monreal aseguró que en Zacatecas se adoptaría el modelo de seguridad pública del gobierno de López Obrador, los zacatecanos creyeron que sería “abrazos y no balazos”, aderezada con la cosmética utilización fuerzas federales, Ejército mexicano, Guardia Nacional, y Policía Estatal, etc., pero nunca, que recurriría a culpar al pasado, a otros, como cada día lo hace el inquilino de Palacio Nacional, estrategia que peo cierto al corte del día 15 de noviembre del 2021 la cifra de homicidios dolosos supera los 105 mil.

Qué sigue señor gobernador, es pregunta…