Elegí Zacatecas para que ahí se quede la delincuencia organizada
por Horacio Zaldivar
El mayor crimen está ahora, no en los que matan, sino en los que no matan pero dejan matar
Ortega y Gasset
Así sucede con el presidente López Obrador, el que el día 10 de febrero del año en curso durante su gira por el estados de Jalisco declaró en su conferencia mañanera: “Tener cercados a los en el estado de Zacatecas es la estrategia de seguridad del Gobierno de México, con el apoyo del Ejército Mexicano y la Guardia Nacional, han establecido para que la delincuencia organizada se propague a otros estados vecinos”.
Sí estimado lector, usted leyó bien, el presidente de México reconoció y presumió que la estrategia de seguridad de su gobierno es mantener en Zacatecas a los grupos de la delincuencia organizada para evitar contaminar a otros pobres estados, que seguramente ni culpa tienen. Y fue más allá: “Las Fuerzas Federales tienen un cerco a Zacatecas y eso está establecido como una estrategia y nos está dando resultados, sí estamos atendiendo el problema”.
El desprecio y desdén del presidente de México por la vida, patrimonio y seguridad de los zacatecanos seguramente tiene su origen en la confrontación con el senador zacatecano Ricardo Monreal Ávila, que ha osado corregirle la plana más de una ocasión exhibiendo la evidente y supina ignorancia del mandatario, además de disputar la candidatura a su “corcholata” predilecta Claudia Sheinbaum, en quien hasta ahora confía que a su llegada a Palacio Nacional le brinde impunidad.
Lo patético, que algunos miles de zacatecanos sigan votando y adorando al maniático mandatario y aplaudiendo al origen de la vendetta presidencial, mientras cada día se incrementa el número de “desaparecido”, secuestrados y asesinados ante la indolencia del gobernador en¡manado de Morena.
El que esto escribe le resulta misión imposible conservar la ecuanimidad y el correcto uso del lenguaje para no caer en la tentación de evitar mandar a su rancho al presidente de México, después de calificarlo como lo que es, un miserable, maniático y rencoroso sujeto que cobra sus afrentas políticas con los zacatecanos, los que no sentimos lo duro, sino lo tupido, 24/7 “vivimos” con el Jesús en la boca, en pánico, ante el terror que generan los delincuentes.
Presidente: Si ya tienen ubicados y “cercadas” a las bandas de la delincuencia organizada en Zacatecas, que falta para aprehenderlos y someterlos a los justicia.