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La caída del General
por Horacio Zaldivar

Al Ejército de México
En la historia de México no se tiene registro de un presidente que haya corrompido al extremo a la cúpula del Ejército mexicano en aras de cumplir sus ambiciones, mucho menos, someter a la tropa a los designios del narco, como lo ha hecho Andrés Manuel López Obrador. Tampoco se tiene conocimiento de la cúpula militar de la Sedena haya perdido el honor a cambios de unos pesos, bueno, miles de millones de pesos.
La llegada del General Luis Cresencio Sandoval González al frente de la Secretaría de la Defensa Nacional, obedece al cúmulo de información privilegiada que posee, sobre el oscuro pasado del presidente, así como, del sinnúmero de delitos cometidos en sus andar en la actividad política, que incluyen daños a la Nación cuando incendió los pozos petroleros en Tabasco, “convencieron” a López Obrador de imponer al ahora General secretario al frente de la institución, convirtiéndolo en presidente de facto.
La gran mayoría de los 165 mil militares Cresencio Sandoval de la noche a la mañana los convirtió en: jardineros, plomeros, albañiles, pintores, yeseros, carpinteros, electricistas, personal doméstico de los hijos del presidente y policías, entre otras actividades ajenas a sus funciones constitucionales.
Aún más, en aras de otorgar plena libertad a la delincuencia organizada pactada, ordenó a mandos y tropa la orden de “abrazos y no balazos”, ni un solo disparo en contra de los narcotraficantes, muchos menos defenderse de humillaciones y agresiones que en un sinnúmero de casos le costó la vida a sinnúmero de efectivos.
Desde finales del 2018 a la fecha, al interior de la Sedena se viene gestando una justificada insurrección de mandos medios y tropa, constantemente sofocada gracias a las labores de espionaje que ordena el General secretario de las actividades de militares, además de ciudadanos, periodistas, políticos, clérigos, empresarios, etc., rebelión que cada día se intensifica y que ha logrado empatía con millones de ciudadanos libres del fanatismo obradorista, y la ideología pseudosocialista que impulsa el presidente.
El pasado domingo más un millar de ciudadanos incluyendo militares en retiro, marcharon del Ángel de la Independencia al Zócalo capitalino, en protesta por los cientos de militares encarcelados o procesados por la comisión de presuntos delitos en el desempeño de tareas policiacas, como el caso de los cinco abatidos en Matamoros, Tamps.
El General secretario olvidó un pequeño detalle: mandos y tropa sometidos y explotados, mantienen pactos de solidaridad entre si, que les permite entre otras cosas ir acumulando información de las tropelías, excesos y abusos de la cúpula de la Sedena, que entre otras cosas permitieron y allanaron el hackeo de la base de datos de la Sedena a manos del Grupo Guacamaya, así como las lujosas toallas bordadas a mano con las iniciales del General Secretario.
La sociedad civil, que no la oposición, contarán con la alianza de más de 150 mil familias de igual número de efectivos del ejército, y 100 mil de la Guardia Nacional, de la que el 95% también son militares, motivados por los resabios guardados en contra de la cúpula militar, que seguramente efectivos y familias reflejarán en las urnas en el 2024, y que seguramente se opondrán a reprimir a los ciudadanos días previos y durante la elección.
El cuervo caerá cuando el águila se eleve