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Manifestaciones importantes de silencios y no silencios

Dra. Verónica Arredondo

Se acerca Semana Santa y sabemos que una manifestación cultural es una práctica de cualquier orden que caracteriza a una comunidad; una práctica lingüística, alegórica, escénica, etcétera, que tiene como fin salvaguardar la memoria y representar un hecho que a la sociedad in situ le interesa perpetuar. La Procesión del Silencio en Zacatecas, más allá de que es un evento religioso y turístico, nos cuenta un poco sobre los zacatecanos, sus tradiciones, su pensamiento, su forma de ver el mundo.

Todos los años en Semana Santa, el pueblo zacatecano lleva a cabo la Procesión del Silencio. De acuerdo con información de algunos medios, esta celebración tiene casi cinco siglos de antigüedad, la costumbre fue traída casi con la fundación de la ciudad, a través de religiosos europeos que llegaron a Zacatecas y veneraban los días santos con una procesión silente.

Durante esta manifestación, la gente en Zacatecas, quienes protagonizan la procesión, recorren las calles principales de la capital, con atuendos e imágenes religiosas, para exponer su fe y credo, y cumplir con sus penitencias. El público asistente toma las aceras para presenciar la representación y al mismo tiempo mostrar su devoción cristiana.

La Procesión del Silencio es quizá una de las fiestas más importantes en Zacatecas y congrega a la población año con año en diferentes niveles para su organización. Este evento público requiere de un quehacer comunitario para poder realizarse sin contratiempos y en orden.

A lo largo y ancho del país hay procesiones en distintas ciudades, que tienen como fundamento los cinco misterios dolorosos y las 14 estaciones del Viacrucis que son representadas por las cofradías que recorren la llamada Vía Dolorosa. Esta práctica tiene su origen en Europa, y la tradición fue traída por los conquistadores españoles.

La Procesión representa la pasión y muerte de Cristo. Las procesiones se estilan en casi todas las grandes religiones: hinduismo, sintoísmo, islam, cristianismo; y ocurren de maneras similares. Suceden para recordar la fundación de la religión o algún hecho relevante.

Durante la procesión, que transcurre en silencio, los penitentes se infringen dolor a través de diversos elementos. Asimismo, algunos instrumentos musicales acompañan el recorrido con interpretación solemne y adecuada para el evento.

¿Y qué hace tan importante a esta manifestación religiosa? Más allá de lo religioso y tradicional, el hecho de que sea un evento cultural que congregue a los diferentes estamentos de la población lo convierte en una manifestación que nos va a contar sobre la cosmovisión de la población y su idea que tiene sobre la realidad. En ese sentido, nos es posible entender la historia y cómo se ha conformado el pensamiento de la comunidad.

Y así como la Procesión el Silencio es un evento trascendental en la vida de la comunidad zacatecana, hay otras manifestaciones importantes para quienes habitamos Zacatecas.

Si el silencio es lo que caracteriza esta manifestación, el no silencio, el levantar la voz, es lo que nos convierte en sociedad y comunidad.

Nuestro estado se encuentra inmerso en las desigualdades. Las mujeres tenemos pocos espacios para desarrollarnos y alcanzar nuestras metas y sueños. Apenas se acaba de conmemorar el Día Internacional de la Mujer y en la cámara de diputados todavía no se tiene un dictamen de la ley que despenalizará la interrupción el embarazo, cuando la sociedad civil organizada llevó ante el pleno la propuesta. Este tema debería de ser una prioridad ya que afecta a más de la mitad de la población zacatecana. Este tema y otros temas que competen exclusivamente a las mujeres, son discutidos en su mayoría por los hombres.

Las demandas de la población, también son una especie de manifestaciones culturales. A pesar de las leyes que se han promulgado en favor de las mujeres, la brecha de género todavía no nos hace justicia. Leyes como: Ley del Instituto Nacional de las Mujeres, Ley de Igualdad entre Hombres y Mujeres, Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y Ley sobre Trata de Personas, han resultado insuficientes o solo han quedado en el papel.

De acuerdo con el documento de titulado Las mujeres en Zacatecas, documento que se puede encontrar en el sitio de la Cámara de Diputados, cito textual: “El Índice de Desarrollo relativo al Género (IDG) en el estado de Zacatecas refleja una merma en el desarrollo humano (IDH) que ha sido calculada en alrededor de 1.63% debida a la desigualdad entre hombres y mujeres 3. Estas cifras destacan que las mujeres en Zacatecas tienen un trato asimétrico que redunda en la restricción de sus libertades y en el ejercicio de sus derechos: así, por ejemplo, la tasa de alfabetización es de 92.5% para las mujeres y de 93% para los hombres; la tasa de matriculación (de primaria a licenciatura) es para las mujeres de 62.7% y para hombres es de 64.1%. Pero la brecha más importante en uno de los componentes del índice se aprecia en la brecha de ingresos provenientes del trabajo: las mujeres ganan, en promedio, 2,655 dólares PCC, mientras que los hombres 7,616 lo que significa que ellas ganan alrededor del 35% de lo que ganan los hombres”.

Las mujeres no tenemos por qué seguir guardando silencio, al contrario, es necesario que levantemos las voz y exijamos que se cumplan nuestras demandas y necesidades, es necesario que se reconozcan los rezagos en materia de género que imperan en el estado. Como amas de casa, es necesario que se reconozca que el quehacer doméstico debe ser remunerado y que tenemos derecho a gozar de la seguridad social. Estas y otras demandas, son necesarias para que la sociedad zacatecana avance y evolucione. Necesitamos de verdaderos representantes en las cámaras legislativas y requerimos de una sociedad sensible consciente. Solo así alcanzaremos la igualdad.