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LA GUARDERÍA, AYOTZINAPA Y LA ESTANCIA MIGRATORIA
Por: Arturo Nahle García
El 5 de junio del 2009 en Hermosillo, Sonora, se incendió la Guardería ABC falleciendo 49 niños. El fuego comenzó en una bodega anexa de la Secretaría de Hacienda, la guardería estaba construida de tal forma que era imposible sacar a los niños.
La estancia estaba subrogada por el IMSS, para lo cual los dueños debían cumplir con diversos requisitos que no los cubrían, sin embargo en mayo del 2001 el IMSS les otorgó un permiso por cinco años y en el 2007 otro más que vencía hasta finales del 2009.
Cuatro años antes el plantel fue inspeccionado por un arquitecto independiente, en su reporte estableció, entre otras cosas, que el inmueble no garantizaba la seguridad de los niños y el personal.
El Ministro Arturo Zaldívar presentó un proyecto de resolución para fincar responsabilidades a diversos funcionarios, pero fue sujeto de linchamiento mediático y presión del entonces Presidente Felipe Calderón. Esta tragedia marcó su administración.
El 26 de septiembre del 2014, 43 normalistas de Ayotzinapa fueron detenidos y desaparecidos por la policía municipal de Iguala, Guerrero. Esa misma noche atacaron el autobús en el que viajaba un equipo de futbol muriendo un jugador y el chofer, después atacaron dos taxis matando a una señora e hiriendo a dos personas, y en el zócalo unos encapuchados dispararon y mataron a dos jóvenes.
Por estos terribles acontecimientos fueron detenidas 142 personas, entre ellas el Presidente Municipal de Iguala y su esposa, todos los policías municipales de Iguala, Cocula y Huitzuco, así como integrantes del cártel “Guerreros Unidos”.
Varios detenidos confesaron, con lujo de detalle, como mataron y quemaron a los muchachos, pero la Comisión Interamericana de Derechos Humanos hasta la fecha insiste en culpar al Estado Mexicano, concretamente al Ejército. Esta tragedia marcó la administración de Peña Nieto.
Pues el pasado 27 de marzo en una estación migratoria de Ciudad Juárez, Chihuahua, migrantes detenidos apilaron colchonetas dentro de las celdas y les prendieron fuego porque temían ser deportados y protestaban por ello.
Al ver que las llamas crecían y el humo se esparcía, el personal encargado de la vigilancia decidió retirarse sin quitar el candado de la celda. 40 migrantes murieron y más de 20 están hospitalizados.
La desgracia evidenció la corrupción y ausencia de protocolos con que opera el Instituto Nacional de Migración, por eso el gobierno tuvo que reconocer como la causa de este espantoso suceso, la mala actuación de servidores públicos federales, estatales y de una empresa de seguridad privada. Esta tragedia marcará la 4T.

*Presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Zacatecas