¿Cuidamos el medio ambiente?
Bennelly J. Hernández Ruedas
Este 22 de abril celebramos el Día Internacional de la Madre Tierra, una fecha que tiene eco desde el año de 1970; es decir, más de 50 años intentando concientizar a la ciudadanía de manera global, sobre la importancia de atender y corregir el problema del cambio climático.
Y es que, a pesar que con el paso de los días, tenemos oportunidad de revertir el daño que nosotros mismos hemos hecho a nuestro planeta y sus ecosistemas, resulta difícil entender lo poco que, como sociedad estamos haciendo.
Nuestra falta de interés o de acciones para buscar disminuir los problemas ambientales que estamos viviendo por la superpoblación, la contaminación, el daño y destrucción de la biodiversidad, entre otras situaciones, nos debería llevar a ser una semilla de cambio.
La misma naturaleza nos enseña que para crecer y dar frutos, se requiere de cuidados y atención. Como individuos tenemos necesidades, al igual que cuidados para gozar de una buena salud; sin embargo, lo que nos ofrece la naturaleza es necesario para seguir sobreviviendo como especie.
Tareas cotidianas que están en nuestra manos a diario son la clave para lograr el cambio que deseamos. Acciones tan sencillas como ahorra agua, separar la basura, reutilizar plásticos u otros materiales; así como utilizar el transporte público, para evitar mas contaminación del aire; usar focos de bajo consumo, o desconectar aparatos eléctricos, son otras prácticas que podemos emplear para cuidar la energía.
Pero también podemos empezar por involucrarnos de forma plural, para llevar a cabo actividades que contribuyan y den un mayor sentido y conciencia del cuidado del medio ambiente.
Hace unas semanas, en el municipio de Fresnillo arrancamos con un proyecto llamado “Sembrando Vida y Esperanza”, que consiste en la reforestación de las áreas verdes que tienen los habitantes en su entorno inmediato, para involucrarlos y hacerlos responsables de su cuidado.
Para ello, reunimos a un grupo de vecinos de la colonia Plan de Ayala, a los que les regalamos un pequeño arbolito, mismo que acompañamos a plantar, para ser testigos y que los más pequeños conocieran el proceso; una vez plantado, les entregamos un “certificado de adopción”, para fijar el compromiso de brindarle atención y los cuidados necesarios para verlo crecer.
Plantar un árbol es brindarle un nuevo pulmón a nuestra sociedad. No olvidemos que, una de las características y beneficios más importantes de contar con espacios verdes es, la producción de oxígeno y la purificación de nuestro aire; por ello, realizar estas prácticas le brinda a la ciudadanía estos conocimientos, además de motivarlos a seguir replicando la acción.
Si bien, a nivel mundial se ha establecido en la Agenda 2030 como parte del Desarrollo Sostenible, acciones para corregir los daños ambientales, es tarea de todos lograr sus objetivos.
No implica solo a gobiernos y empresas, sino también de la participación ciudadana; esforzarnos por mantener un planeta verde y sostenible, para que nuestras siguientes generaciones puedan vivir en un planeta apto y próspero.
La respuesta es simple, aprendamos a respetar y cuidar la naturaleza.
Diputada Federal