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Las consecuencias de la toxicidad de las mayorías legislativas

Por: Claudia Edith Anaya Mota

Uno de los baluartes de la democracia es que en este tipo de gobierno, todas las voces cuentan, incluso, las minoritarias. El verdadero oficio político consiste en construir consensos en donde todos ganen. Desafortunadamente, la semana pasada, parece que regresamos décadas atrás, donde el PRI cometió el error de avasallar a la oposición y no los tomaba en cuenta. Recordemos que esto llevó a la ciudadanía a exigir a los partidos políticos, la apertura de nuevas rutas que permitieran equilibrios en el poder y esto, ya lo habíamos superado, pero desafortunadamente este espíritu y esta exigencia fue olvidada por la mayoría en el Senado de la República, porque se aprobaron reformas únicamente con el aval de MORENA y sus aliados, reformas que, desde mi punto de vista, estancan los derechos adquiridos o transforman nuestro sistema de salud, financiero y científico nacional, sin una claridad de dónde están los beneficios para la población.

El derecho a la información consagrado en el art. 6 fracción VII de nuestra Constitución, señala que debe existir un órgano ciudadano, autónomo e independiente que materialice este derecho y su ley secundaria, la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública, faculta y obliga al Senado de la República a llevar a cabo la elección de sus Comisionados, pero contrario a nuestra legislación vigente, la mayoría se negó hasta el último minuto del periodo ordinario que terminó el pasado 30 de abril, a culminar este proceso que iniciamos hace poco más de un año, menoscabando este derecho e incluso, incumpliendo con convenios y tratados internacionales que México ha firmado en materia de transparencia.

La salud es un tema que preocupa a muchas familias y en este sexenio, se ha pretendido transformar nuestro sistema sanitario hasta alcanzar uno similar como el de Dinamarca. Sus intentos por superar los avances que se alcanzaron con el Seguro Popular que ellos extinguieron son un fracaso; esta semana la mayoría oficialista, aprobó desaparecer al Instituto de Salud para el Bienestar y sustituirlo por el IMSS – Bienestar, que únicamente cambia el nombre, pero no ataca la raíz del problema: la insuficiencia de recursos para cubrir las necesidades de salud. La misma Auditoría Superior de la Federación en su Tercer Informe de 2020, advirtió el desorden en el ejercicio en el Fondo de Salud para el Bienestar (Fonsabi) que llegó a contar con 107,000 millones de pesos, y desde 2019 la actual administración ha tomando sin explicar el destino de los recursos. Es mucho dinero que tendrá que transparentarse.

Los trabajadores del sector primario, recibieron un duro golpe. MORENA y sus aliados aprobaron la desaparición de Financiera Rural, terminando así con una de las pocas instituciones que existían para la banca de desarrollo y en específico para las y los trabajadores del campo y hasta hoy, se desconoce qué instrumento o institución sustituirá en sus funciones a la Financiera. Esto afecta el modelo alimentario de México, en medio de una coyuntura inflacionaria mundial.

Al inicio de esta administración, se pensó que el campo sería un sector que apoyaría la cuatroté, pero su actividad en este rubro se contrajo con el tiempo: en 2018 había cartera de crédito de 62,875 millones de pesos y al cierre del 2022, esta fue de 32,006 millones de pesos, una disminución de 49% en dicho periodo, en contraste, la morosidad aumentó al pasar de 7.90% a 25.90% .

La Ley General en Materia de Humanidades, Ciencias, Tecnología e Innovación elimina el Consejo Nacional para la Ciencia y Tecnología (Conacyt) y lo sustituye por el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías, que cambia el modelo de sistema por una visión unilateral e ideológica, sin claridad de qué sucederá con los becarios del Conacyt.

El bloque opositor en el Senado de la República está reuniendo evidencia documental y argumentos jurídicos para presentarlas ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación porque estas aprobaciones desde su origen en la Cámara de Diputados, no respetaron el proceso legislativo al no ser discutidas en Comisiones o no respetar acuerdos para la realización de Foros de Consulta, en tanto que en la sesión a la que únicamente asistieron las y los senadores de la mayoría oficialista, hubo irregularidades, como la posible falsificación de la firma una senadora en funciones que se encontraba en el Parlamento Europeo y mágicamente, apareció su firma autógrafa para llamar a su suplente.

*Senadora de la República.