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Beatriz Pagés
¡EXPRÓPIESE!

La expropiación de vías de tren a Ferrosur es una demostración de poder. El mensaje no es sólo para Germán Larrea, -el dueño-, sino para todos aquellos que intenten obstaculizar el proyecto de “transformación” del régimen.

López Obrador le está avisando a sus adversarios que su gobierno comenzará a utilizar la expropiación como un arma de control político y que la aplicará para lograr la sobrevivencia de Morena en el poder.

¿Qué trató de decirle AMLO a la iniciativa privada?¡Aquí mando yo!

Este puede ser el inicio de una ola estatizadora de empresas estratégicas que permita al gobierno hacerse del control absoluto de la economía.

En la mesa donde los grandes empresarios comen y cenan con el presidente habrá a partir de ahora una nueva invitada: la expropiación. Ella tomará la palabra cada vez que los magnates intenten rebelarse o ganar una negociación.

Es también una forma de recordarles que habrá represalias en caso de que apoyen o hagan proselitismo a favor de un candidato de la oposición.

Pero el aviso expropiatorio también deben escucharlo las televisoras, radiodifusoras y sin duda los diarios. La ocupación militar de Ferrosur es la fórmula que el presidente quiere aplicar contra los medios de comunicación críticos a su régimen.

El manotazo a Ferrosur no es un ataque a Germán Larrea. Es un ataque frontal a todas las libertades y a la certeza jurídica. Deja ver, una vez más, a un presidente que actúa como un asaltante en la oscuridad para sorprender a sus víctimas y abusar de ellas.

El uso de marinos en la “recuperación” arbitraria de las tres vías ferroviarias que atraviesan el Istmo de Tehuantepec es una demostración más del uso que está dispuesto a hacer AMLO de las Fuerzas Armadas para intervenir la propiedad privada y tomar por la fuerza aquello que permita fortalecer económicamente a su régimen y eliminar a los inversionistas que les estorban.

Ahí están los soldados y los marinos para lo que se necesite. Hoy los usa para- en nombre de la seguridad nacional- apoderarse de vías de comunicación. Mañana - con ese mismo argumento- los puede utilizar para aplastar a quienes intenten arrebatarle el poder por la vía electoral.

Esta es una prueba más de la presencia del chavismo venezolano en Palacio Nacional. Bajo la consigna “!Exprópiese!” “!Exprópiese!” Hugo Chávez se apoderó de dos mil empresas relacionadas con la construcción, el petróleo, cemento, telefonía y alimentos. Hoy la economía de ese país está hecha ruinas y el pueblo venezolano es un paria que come migajas.

En abril de 2018, ocho meses antes de que AMLO llegara a la presidencia, el escritor Paco Ignacio Taibo, hoy director del Fondo de Cultura, le sugirió al tabasqueño: “Si te quieren chantajear los empresarios o no apoyan tu gobierno, chinguen a su madre, exprópialos…”

López revive hoy el “sabio consejo” de uno de sus ideólogos más radicales para -a trece meses de la elección presidencial-advertirles de una vez por todas a los empresarios que no apuesten a un nuevo gobierno, candidato o partido de la oposición. De hacerlo, serán aplastados por el tirano.