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ACNUR MÉXICO.

Elizabeth Mauricio González.

La migración forzada es un conflicto que se enfrenta día a día, no únicamente en México, sino en el mundo, esta migración se puede dar por diferentes circunstancias; puede ser por desastres naturales, condiciones climáticas no aptas, desplazamiento por inseguridad, por falta de comida, trabajo, etc.
Existen instituciones internacionales como ACNUR, que es la Agencia de la ONU para los refugiados, ayuda a salvar vidas y construir un mejor futuro para millones de personas forzadas de huir de sus hogares.
Brinda atención a los solicitantes de asilo, apátridas, refugiados, desplazados y retornados. Es un organismo que se dedica prácticamente a la defensa de los Derechos Humanos, dicha agencia tiene como socios a los Gobiernos, a organismos no gubernamentales, colaboradores del sector privado, celebridades donde existen programas de alianzas deportivas y la ONU.
En México, su trabajo comenzó en el siglo XIX, cuando los indígenas Kikapú, que fueron de Wisconsin, buscaron establecerse en Coahuila como Refugiados.

Luego, en la década de 1930, un gran número de españoles huyeron del fascismo y fueron recibidos como refugiados por el gobierno del presidente Lázaro Cárdenas. (En ese tiempo se fundó el CIDE y desde entonces varios catedráticos que llegaron a México con calidad de refugiados impartieron clases ahí y hasta la fecha, dicha institución ofrece diplomados en migración).

En el transcurso de la década de 1970, individuos sudamericanos que se encontraban en las dictaduras, hallaron seguridad en México. En la década posterior, el territorio nacional recibió a un elevado número de individuos refugiados provenientes de Guatemala y otros países de Centroamérica. Entonces el gobierno mexicano estableció un proceso de registro y emitió un decreto para la creación de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR).

En los años ochenta, las autoridades mexicanas y entidades civiles brindaron ayuda económica, alimentaria y servicios sociales a la población refugiada de Guatemalteca en los estados de Chiapas, Campeche y Quintana Roo. Tras la firma de los acuerdos de paz, miles de refugiados decidieron regresar a sus comunidades en Guatemala. A aquellos que decidieron quedarse en México se les concedió la nacionalidad mexicana y los asentamientos de ex refugiados lograron la autosuficiencia e integración al país.

A la fecha, México enfrenta nuevos desafíos en la protección de personas que buscan asilo. La violencia en Honduras, Salvador y Guatemala y las crisis políticas y sociales en Nicaragua y Venezuela han llevado a muchas personas a escapar a otros países. México es uno de los principales destinos.

Sinnúmero de personas transitan rutas de alto riesgo y salen de casa sin la información necesaria para solicitar refugio. Transitan niños, niñas, mujeres embarazadas y personas de la comunidad LGBTI, entre otros grupos vulnerables. Por ello, ACNUR ha elevado sus acciones para atender al mayor número de personas que abandonan de sus países de origen y buscan auxilio en nuestro país.