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El necesario despertar ciudadano

Por Claudia Edith Anaya Mota

En México vivimos en democracia y la esencia de esta forma de organización social y política, es la participación ciudadana, donde los pueblos y grupos civiles organizados, intervienen en las decisiones de gobierno, en el diseño de las políticas públicas y basados en el derecho a la información y la transparencia, en el manejo de los recursos públicos.

La participación no se reduce ni se limita en la emisión del voto, en realidad, estamos hablando de un concepto mucho más profundo y significativo para la vida de la República, porque es también un derecho.

Este derecho lo podemos ejercer de una manera más efectiva y eficaz con acceso a la información, porque entre más informado se encuentre un pueblo y no precisamente a través de los medios de comunicación oficiales, dará pie una ciudadanía más involucrada, más activa en el desempeño del poder político y más comprometida en colaborar para su mejora.
Las ciudadanías ajenas o apáticas, no se involucran en el ejercicio del poder político ni tampoco se interesan en verificar si el desempeño de su gobierno es congruente con el discurso oficial. Ello propicia la desinformación, la corrupción, el autoritarismo, la polarización social, pero sobre todo, en la separación del ejercicio de la política de las necesidades reales de las y los ciudadanos.

Precisamente para concientizar sobre la relevancia de la participación ciudadanía como motor para promover los cambios que consideran necesarios para su beneficio y para exigir a sus autoridades la congurencia entre la función de gobernar y sus resultados, hace una semana, visitaron Zacatecas el Senador Independiente Emilio Álvarez Icaza, el filósofo y analista político Fernando Belaunzarán y el periodista Amado Avendaño, integrantes del Frente Cívico Nacional.

El Frente Cívico Nacional está conformado por ciudadanos coordinados, concatenados en numerosas asociaciones civiles de todo el país, que ante los pobres resultados en materia de seguridad, salud, deterioro institucional y los constantes intentos por el gobierno federal de actuar por encima del orden constitucional, decidieron actuar y convocar a los partidos políticos de oposición, a dar voz a los ciudadanos para alertar que vivimos en una verdadera emergencia nacional e institucional, que ante la creciente violencia y el número de desaparecidos muestra que nuestras autoridades en sus tres niveles de gobierno, están más que rebasadas y nosotros sabemos lo experimentamos, además, la falta de diálogo en los congresos locales y el Congreso de la Unión, donde una mayoría que se “legitima” en su superioridad númerica y no tiene en cuenta a las minorías, debilita la esencia de la democracia que significa “el poder del pueblo” y pueblo, somos todos, no hay exclusiones, como sucede ahora.

Celebro este despertar ciudadano y segura estoy de que hay zacatecanas y zacatecanos que también desean colaborar para aminorar el desastre en que vivimos. Únicamente a través de la organización y la participacipon, podemos mejorar el diálogo con los gobernantes, que no hagan oídos sordos, que no evadan o nieguen la realidad que se vive en las calles. Hay organizaciones sociales dispuestas a hacer equipo, pero no les dan espacio desde las esferas de decisión política.

Segura estoy que esta exigencia ciudadana que compromete a la clase política para representarlos por encima de los partidos, es la clave para mejorar nuestra relación, recuperar nuestra confianza y dignificar la política, que tanta falta nos hace.