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Crisis en el Sistema de Justicia en Zacatecas

Por Claudia Edith Anaya Mota

El sistema de justicia mexicano, es un entramado complejo compuesto por eslabones muy variados: considera desde la procuración de justicia, pasando por la impartición de justicia, hasta los sistemas penitenciarios, se vincula con la política criminal y las estrategias de seguridad, que incluyen por supuesto, la muy importante participación del personal policial.

Los problemas del sistema de justicia a nivel nacional son enormes. Si observamos una de sus vertientes, el sistema de justicia penal cuyo objetivo es garantizar y proteger la paz, observamos que en todo el país persiste todavía una dolorosa impunidad.

En tanto, en Zacatecas nuestra circunstancia es aún más desalentadora. Vivimos uno de los momentos más oscuros a causa de la inseguridad, a la que se han sumado los ataques, homicidios, secuestros y desapariciones de algunos elementos de nuestras fuerzas estatales y municipales de seguridad pública y la huelga del personal de la fiscalía estatal, dos elementos fundamentales sin cuya participación eficaz, nuestro sistema de justicia queda inoperante.

El personal policial es el eslabón muy destacado dentro de nuestro Sistema de Justicia Penal Acusatorio, porque ellas y ellos tienen la facultad de investigar y recolectar evidencias bajo el sistema de control y registro de la cadena de custodia (sistema de registro de las pruebas); son la primera autoridad que entra en contacto con los implicados en la comisión de un delito y con el lugar de los hechos (primer respondiente), reciben denuncias, protegen a las víctimas, entrevistan a los testigos; y, en caso de flagrancia, retienen a la persona en cuestión, le informan sus derechos y la ponen a disposición del Ministerio Público (MP), y al mismo tiempo, tienen el deber de resguardar el lugar de los acontecimientos.

Para que el personal policial lleve a cabo de la mejor manera su labor, se han establecido una serie de capacitaciones y actualizaciones, siendo el más importante de ellos, la evaluación de control de confianza. El más reciente reporte del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública del pasado mes de junio, indica que el 10% de los elementos que pertenecen a la Secretaría de Seguridad Pública Estatal no aprobaron el control de confianza, en tanto que a nivel municipal, el 4% tampoco lo hizo.

A lo anterior, sumamos las deplorables condiciones con el que se desempeñan nuestros elementos policiacos: son atacados por grupos criminales cuando están francos, y otros más, son secuestrados o desaparecidos, es decir, si el Estado no puede cuidar de sus policías ¿Podemos esperar realmente que ellos de buenos resultados en sus trabajos? ¿Cómo pueden ellos cuidarnos si ellos mismos no se encuentran seguros con la Estrategia Nacional de Seguridad Pública?

Por otra parte, el eslabón responsable de investigar los delitos y darle seguimiento en los tribunales para procurar una justicia pronta, es decir, la Fiscalía de Justicia del Estado, cerró sus puertas el pasado 11 de agosto como protesta ante la falta de respuesta a su demanda de incremento salarial, la destitución de algunos directivos y mejoras en sus condiciones laborales, lo que implica que para el ciudadano o personal policial, no hay posibilidad de presentar a presuntos responsables de un delito o realizar denuncias.

El hecho de que los Ministerios Públicos hayan cerrado sus puertas, es muy delicado, porque la gente no tiene dónde denunciar haber sido vícitma de un delito y exigir justicia, va a seguir creciendo la sensación de incertidumbre y de miedo, pero no solo eso, tampoco habrá carpetas de investigación para la persecución del delito y en consecuencia,tendremos más impunidad

En suma, esta crisis implica una manga ancha para delinquir, inquieta porque Zacatecas tiene una tasa de 27.2 miles de víctimas por cada 100 mil habitantes en prevalencia delictiva por ciudad o área metropolitana, tasa que sobrepasa por 3 puntos porcentuales la media nacional.

Es urgente que el gobierno del estado actúe de inmediato para no agravar aún más la crisis en nuestro sistema de justicia penal acusatorio; haga gala de capacidad de escucha y resolución, es urgente porque la impunidad lacera la confianza ciudadana en las instituciones de justicia y en la capacidad de su gobierno para solucionar conflictos.

Senadora de la República