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CLAUDIA G. VALDÉS DIAZ
Siguiendo al pie de la letra el guion dictado desde Palacio Nacional, el secretario de Gobierno, Rodrigo Reyes Mugüerza, hizo su aparición en Facebook para protagonizar un video en el que, sin empacho, calificó de politiquera la legítima protesta de los trabajadores de la Fiscalía General de Justicia de Zacatecas.
Con la desvergüenza que les otorga el despachar desde unas de las habitaciones de La Casa de los Perros, el novel funcionario exportado de los pasillos del Senado de la República, y quien a su llegada a Zacatecas lo primero que hizo fue contratar como asesor al director del periódico La Jornada, Raymundo Cárdenas Jr., se montó en su papel y, al estilo de la 4T, acusa, difamó y acosó a los trabajadores que protestan.
Sin recato, Reyes Mugüerza les dijo hasta la despedida, y los culpó hasta del polvo que ha caído sobre la hermosa capita roja del Santo Niño de Atocha. ¡Faltaba más!
Pero nada dijo de los diputados locales de la LXIV Legislatura, que no tuvieron ni la entereza, ni la inteligencia para revisar el proyecto de dictamen del Presupuesto de Egresos 2023, y darse cuenta de que con los recursos que desde el Poder Ejecutivo le otorgaban a la Fiscalía, no les alcanzaría ni para el papel de baño.
Ellos levantaron el dedo, aprobaron sin mover ni una coma y se fueron a disfrutar de su beca.
Porque ahora resulta que los únicos que ponen en riesgo el sistema de procuración de justicia y la seguridad de los zacatecanos son, según Rodrigo Reyes, los trabajadores que desde el 7 de julio sólo quieren ser escuchados con respeto.
Ni que los trabajadores de la Fiscalía fueran Servidores de la Nación para ser mangoneados a diestra y siniestra.
Y al estilo del caudillo en sus mañaneras dijo que quienes obstaculizan el trabajo son mezquinos, irresponsables y llevan a cabo acciones ilegales para beneficiarse política o incluso económicamente. El león cree que todos son de su condición.
En su contradictorio mensaje, primero jura que en la nueva gobernanza sólo buscan “hacerles justicia a los trabajadores que durante años no han recibido un incremento salarial”.
Pero de inmediato les recuerda que, si los zacatecanos no reciben justicia pronta y expedita, si los 290 cadáveres que tienen a resguardo en las instalaciones del Instituto de Ciencias Forenses se descomponen, si las víctimas, esas para las que tampoco hay nunca presupuesto, no obtienen justicia, será culpa de ellos. Jamás de quienes no están en lo que deben estar.
Y luego, la amenaza: sí o sí deben retirar los bloqueos de “instalaciones críticas, que son indispensables”, dijo el fiscal Francisco Murillo Ruiseco, para que pueda darse la dispersión de la quincena mañana martes.
Pero, lo que ni Rodrigo Reyes ni Francisco Murillo dijeron en su video es que hay personal que ha mantenido funcionando todos los servicios, pues ellos sí están organizados en guardias.
Los manifestantes dejaron en claro que, si se ha tenido que liberar a detenidos no es a causa del bloqueo a las instalaciones, sino porque hubo incumplimientos a las condiciones de ley o acuerdos reparatorios.
Además, a la enorme carga de trabajo que deben cumplir, sin el sueldo digno que merecen, se suma el que hoy los policías de Investigación que se han sumado a la protesta ya recibieron la amenaza de que serán despedidos.
En el video, ni Rodrigo Reyes ni Francisco Murillo hablan de que, por ejemplo, en la Fiscalía Especializada de Desaparición Forzada y Cometida por Particulares, los 10 elementos tienen a su cargo hasta 500 carpetas de investigación cada uno.
Olvidaron en el video decir que con patrullas en pésimas condiciones o descompuestas, los trabajadores de la Fiscalía deben salir a campo, con el riesgo que ello implica.
Pero sí acusaron a los manifestantes de obstaculizar la debida custodia del Banco de Armas en la que se encuentran resguardadas 470 armas cortas y 480 armas largas.
Definitivamente, llegó el momento de que Francisco Murillo se ponga del lado de los trabajadores de la Fiscalía que él encabeza, y se separe de la nueva gobernanza. Es el tiempo para que él se baje del ladrillo y con empatía luche codo a codo con quienes sólo buscan un trato digno y un salario y condiciones laborales decorosas.
Nadie mejor que Francisco Murillo sabe de las deplorables condiciones en las que se encuentra la Fiscalía, y nadie mejor que él entiende que de la nueva gobernanza y los diputados de la LXIV Legislatura no obtendrá nada sino se agacha. Y eso, de ninguna manera debe ir con un funcionario cuya carrera y herencia hoy se encuentran entre la espada y la pared.
Y así, mientras en Villa Hidalgo hay luto por la ejecución de los cinco policías que fueron levantados, los mismos que no pudieron hacer frente al crimen organizado e inteligente que llegó a la comandancia municipal y se los llevó, por no contar ni con la capacitación ni con el armamento requerido, esta crisis, a 15 días del Segundo Informe de Gobierno, tiene apanicada a la nueva gobernanza.
Presidentas
Fue el diputado Santiago Creel quien se encargó de dar a conocer que será la diputada de Zacatecas, Noemí Luna Ayala, quien lo relevará en la Presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.
Y es que el panista pedirá licencia para buscar la candidatura del Frente Amplio por México rumbo a las elecciones de 2024, y su lugar entonces será ocupado por la zacatecana que, como no queriendo, con trabajo y tesón, pasó a formar parte del grupo que manda y decide en San Lázaro.
Bien por la expresidenta del PAN en Zacatecas que demostró que sí se puede hacer un digno papel en la Cámara de Diputados, y no sólo ir a vacacionar.
En el INAI, mientras el Senado se mantiene resuelto a acatar las órdenes del caudillo y seguir poniendo obstáculos al ejercicio de la transparencia, en diciembre, la presidenta del organismo, Blanca Lilia Ibarra, concluye su gestión como cabeza del Instituto.
Y obviamente, quien se posiciona de manera natural como la próxima presidenta del organismo es la zacatecana Julieta del Río Venegas.
Podrían reclamar dicha posición los comisionados Adrián Alcalá y Josefina Román, pero ninguno de los dos ha mostrado tener las agallas para enfrentar al mismísimo caudillo como lo ha hecho Julieta del Río, de ahí que, como cuchillo en mantequilla, ella se perfila ya como la nueva mera mera del coco de Andrés Manuel López Obrador y su opacidad recalcitrante.
Ya ven que sí se puede. Ahí dos mujeres que sí están en lo que deben.
Por eso, vamos a sonreír que ya ganamos…

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