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LA IMAGEN DEL GOBIERNO PREVIO AL SEGUNDO INFORME

Por: Isadora Santivañez Ríos

Estamos a unas semanas de que el Gobernador del Estado de Zacatecas brinde su segundo Informe de Gobierno, por lo que las condiciones políticas y sociales en nuestro estado se encuentran ríspidas, ya que la falta de comunicación y trato a con los diferentes sectores sociales ha pasado factura a su credibilidad y apoyo.
Los índices de aprobación de nuestro gobierno son algunos de los más bajos del país, lo que refleja además de una pésima estrategia comunicacional, una muy mala y fracturada relación con la ciudadanía y los diversos grupos sociales.
No existe nadie (fuera de unos cuantos funcionarios que cobran en nomina estatal) qué hable o se refiera bien al Gobernador del Estado y eso que apenas lleva dos años de administración, es decir, el desgaste en su imagen está muy acelerado y va en decadencia con el paso de los días.
Y la realidad es que, además de que su imagen está deteriorada, la política pública y los programas sociales se encuentran en las nubes, es decir, no bajan a tierra, a con la población, la gente pobre sigue siendo cada día más pobre, las brechas de desigualdad social, se aperturan cada día más.
Es Zacatecas no existe gobernanza, no hay relación entre los gobernantes y la ciudadanía, las demandas de los diversos estratos sociales no son escuchadas, mucho menos atendidas y que digamos de encontrar una solución.
En estos días, la ciudad capital y la zona conurbana se convirtieron en un verdadero caos vial, debido a que los trabajadores de la Fiscalía del Estado, después de varios días de solicitar ser atendidos, en un momento de desesperación, tomaron todas las calles de circulación vial, y a su llamado se su sumó la Secretaria de Salud, con otras tantas exigencias relacionadas a las condiciones laborales, los salarios insuficientes, la falta de atención, las amenazas y la falta de resultados por parte de las autoridades, pero lo que más llamó la atención fue la declaración que dio el Gobernador del Estado respecto a dicho tema, ya que fue ofensivo con los trabajadores, minimizó las demandas ciudadanas y los tachó de desleales y politiqueros.
Es decir, no los ha atendido, no los ha escuchado, no ha tenido mesas reales de negociación y el día que se refiere a ellos lo hace de manera ofensiva, diciendo que ya ganan mucho, que mejor renuncien.
De verdad que es lamentable la forma de hacer política de esta administración, que día a día busca dañar y ofender al pueblo.
Los que deberían renunciar son ellos por incompetentes, por no hacer su trabajo de manera responsable, por demostrar una y otra vez que no sirven, que no pueden.
La situación de Zacatecas es lacerante, la inseguridad en nuestro estado ha crecido a niveles alarmantes, la falta de oportunidades se siente en cada esquina, en cada negocio que pierde sus ganancias, en cada establecimiento qué se cierra por falta de retribuciones.
Y aunado a esto, vemos como el tema de seguridad escala a niveles tan alarmantes que los propios trabajadores del estado, encargados de procurar la justicia y garantizar la seguridad de nuestro estado, se encuentran en pie de lucha por buscar mejores condiciones de vida para ellos y sus familias, piden un salario digno, ser atendidos por el Gobernador, que pare el hostigamiento laboral y sexual, un trato digno y que no se proteja a ningún corrupto.
A la par, vemos a los trabajadores del sector salud, sumarse a una legítima demanda de cese a las amenazas que reciben por parte de sus jefes.
Y aunque toda la población está molesta por las inconvenientes causados, la realidad es que nadie niega que es necesario atender las demandas de estos sectores tan indispensables para garantizar el desarrollo y la tranquilidad para nuestro Estado. Nuestra solidaridad con todos esos trabajadores.