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La peor época para ser niño o joven en Zacatecas
Por: Claudia Anaya Mota

La trágica e incomprensible muerte violenta de nuestros adolescentes y jóvenes de Zacatecas en los recientes tiempos y de las que ya han dado cuenta medios nacionales e internacionales, pone de manifiesto que vivimos la peor época para vivir la infancia o la juventud en Zacatecas.

Estamos inmersos en una crisis social, institucional y de seguridad que parece no tener fin, porque hasta hoy, la única política dirigida a proteger y disuadir a los infantes y adolescentes de no participar en actividades ilícitas, ha sido la de dar dinero directamente a los menores, sin que ningún padre o madre de familia intervenga. Se ha estigmatizado la condición de pobreza como la causa principal para participar en actividades ilícitas y en ello, el gobierno federal ha fracasado.

Por otra parte, la estrategia de seguridad y de justicia, no garantiza la protección de las familias y esta situación se agrava aún más, cuando hablamos sobre la infancia y adolescencia zacatecana. Revisemos los “otros datos” que brindan una orientación sobre lo que hoy sucede.

Desde 2020, la Red sobre los Derechos de la Infancia (Redim) -coalición conformada por 72 organizaciones de la Sociedad Civil con presencia en 18 entidades del país y que tiene como objetivo la promoción y defensa de la infancia-, alertó que infantes y jóvenes zacatecanos estaban siendo reclutados por el crimen organizado y que concentrábamos el 1.5% de la población de niñas, niños y adolescentes en riesgo de ser reclutadas o utilizadas por parte de grupos delincuenciales.

De acuerdo al INEGI, en 2021 fuimos el vigésimo quinto estado con mayor población de niñas, niños y adolescentes, pero paradójicamente de acuerdo al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, fuimos el nada honroso tercer lugar de todo el país con la mayor cantidad de menores de edad que fueron víctimas de homicidio, homicidio doloso y armas de fuego, además de que desde ese año, la violencia en contra de niñas y adolescentes que fueron atendidas en hospitales a causa de violencia física, aumentó entre 2021 y 2022, acorde con datos de la Secretaría de Salud Federal.

En 2022 hubo cuatro feminicidios contra menores, uno más respecto a los tres del año previo, con lo que Zacatecas fue la novena entidad con más víctimas de este delito. En tanto, de enero a agosto de este año, se han reportado dos feminicidios de menores de edad.

En este mismo periodo, Zacatecas fue la 25 entidad de 32 con más casos de niños y adolescentes atendidos en hospitales por violencia familiar, 84 niños y adolescentes fueron atendidos por violencia física; 37 de ellas fueron mujeres y 47, hombres. Las víctimas pasaron de 74 en 2021 a 84 en 2022, lo que habla de un incremento de este deleznable hecho.

Desde 2015 a la fecha, han ocurrido 496 homicidios y feminicidios de menores de edad en nuestro estado, pero resalta que el 72% de ellos (357 casos) ha sucedido durante este sexenio.

Estos datos muestran una crisis de valores, un abandono institucional, un abandono presupuestal para fortalecer las fiscalías y tener una policía mejor preparada para que podamos garantizar una cadena de justicia que evite la impunidad, reconozco también que desde el Poder Legislativo el impulso a normas de protección y prevención no han sido suficientes, pero lo más preocupante de todo, es la indolencia y la irresponsabilidad de no enfrentar, de no reconocer esta crisis, porque ello significaría la aceptación de su ya fallida estrategia de seguridad. A estas alturas ya no se justifica decir que vivimos “una herencia maldita” o que todos los males se derivan del “neoliberalismo”, porque la gente respaldó un cambio de enfoque, pero para mejorar.

Lo cierto es que, cada uno de nosotros, tenemos la oportunidad de incidir directamente en nuestros hogares para fortalecer los valores en nuestros infantes, en no permitir ningún tipo de violencia en nuestro hogar, ni la verbal hasta la física, pero es importante no dejar de exigir a las autoridades federales y estatales que urgen acciones eficaces de protección y de prevención a las innumerables violencias que están viviendo quienes serán los responsables de diseñar el futuro de Zacatecas.

Senadora de la República