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Silvia Montes Montañez

Indolencia
¿Qué pasa? El arribo al poder de la supuesta izquierda progresista sólo incrementó la desgracia que dejaron gobiernos anteriores profundizando problemas ancestrales.
NO ENTIENDO ni encuentro una justificación, un razonamiento lógico que me permita llegar a conclusiones que le otorguen respuesta a lo que estamos viviendo en Zacatecas y en el país donde desfilan contingentes de cárteles y son recibidos entre aplausos. Lo vimos en Chiapas.
¿QUÉ PASA? El arribo al poder de la supuesta izquierda progresista sólo incrementó la desgracia que dejaron gobiernos anteriores profundizando problemas ancestrales e incorporando otros al amparo de la dádiva para mantener callados a millones de mexicanos que aún vitorean al tirano.
CUÁNDO sucedió todo esto ¿Exagero al endosar la factura al gobierno morenista que en Zacatecas es patético? La división de poderes se convirtió en el insulto de uno hacia los otros generando un desconcierto y un desorden como el que estamos viendo en la LXIV Legislatura.
¿POR QUÉ los encargados de mantener en pie las instituciones, el Estado de Derecho y la legalidad que fue construyéndose con tanto esfuerzo hoy se comportan irrespetuosos, irresponsables, desdeñando todo y faltando al mínimo de ética al que están obligados?
ENTRAMOS en un tiempo que fue complicándose día con día. Cuando pienso que hemos tocado fondo, nuevos episodios exhiben otra realidad mientras Zacatecas parece caerse a pedazos. Hoy me siento totalmente pesimista y no veo luces de esperanza.
A ESTA CRISIS política y social tendríamos que ponerle remedio pero ¿Cómo? Este fin de semana viajé a Monterrey y volví mal al percatarme de la soledad y el abandono de caminos y pueblos donde transitar es una experiencia abrumadora ante la obscuridad, la desolación y el miedo.
NOS AGOBIAN las malas noticias. Celebrábamos la culminación de la huelga de la minera Peñasquto y horas después sabíamos del cierre de "la Colorada"precisamente por la inseguridad que campea en el estado. Quedan afectados habitantes Chalchihuites y la región de por sí abandonada.
LOS PROBLEMAS se recrudecen y nos invaden sucesos que van dejando atrás los que apenas nos habían conmocionado como la muerte de los muchachos de Malpaso de la que dejamos de hablar aceptando la apuesta gubernamental de criminalizarlos y echarlos al olvido.
NOS INSULTA el comportamiento de mujeres y hombres que cobran como diputados y que revientan sesiones para evitar la comparecencia de titulares de áreas estratégicas como la seguridad pública y la salud en una glosa de la que ellos y los funcionarios se burlan descaradamente.
LA INDIFERENCIA ciudadana ante esta clase de eventos políticos se impone y coadyuva a que sigan produciéndose sin reacción alguna otorgando manga ancha a los ineptos que tienen el cinismo de mostrarse sonrientes y satisfechos en curules de un legislativo avasallado por la mediocridad.
LA INDOLENCIA significa pereza, insensibilidad, describe a personas que no se afectan ni se conmueven y así vemos ahora a los representantes populares ¿Acaso es la representación correcta? Quizá si cuando nosotros mismos damos la espalda sin exigirles ni involucrarnos. Qué triste.

Periodista