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Día del Médico

Dra. Verónica Arredondo

El 23 de octubre se celebra en México el Día del Médico. La fecha conmemora la creación del Establecimiento de Ciencias Médicas, en 1833, que es la actual Facultad de Medicina de la UNAM. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), para el segundo trimestre de 2021, el país contaba con 302, 408 médicos, de los cuales 54 por ciento eran hombres y 46 por ciento mujeres. Asimismo, en cifras redondas, nuestro territorio cuenta con 2.51 médicos por cada mil habitantes. Este dato es relevante porque, de acuerdo con la OMS, se requieren 23 médicos, enfermeras y parteras, por cada 10 mil habitantes para brindar los servicios esenciales de salud a la población. Esto podría indicar que México tiene la plantilla suficiente de profesionales de la salud para cubrir sus necesidades, pero no se puede asegurar esto. Sin embargo sí puede presentarse el dato para su consulta e investigación, afirmación o refutación.

Presentar datos duros sobre un tema es importante y relevante porque nos pueden esclarecer el panorama y asunto de la cuestión. En primer lugar podemos hacernos ciertas preguntas: ¿En el país, tenemos los médicos suficientes? Parece que sí, al menos a bote pronto, y de acuerdo con cifras de organismos internacionales, podemos decir que sí tenemos cubierto el rubro. Entonces, podemos hacernos la siguientes pregunta, ¿Instituciones, organizaciones, universidades, iniciativa privada, han estructurado su planificación para que contemos con las suficientes elementos médicos para la atención salubre dela nación? La respuesta es que sí; tampoco se puede refutar el caso. Pero, ¿la atención médica cuenta con los elementos suficientes para atender a la población? Ese tema puede someterse a debate.

Los médicos conforman un papel fundamental en la construcción de la sociedad y la nación. Médicos, mujeres, hombres, se encargan de vigilar la salud de los ciudadanos. Además, se encargan de resolver los problemas más complicados que impactan de la salud. La medicina incide sobre problemas sumamente reales, trata de que estemos sanos, de que nuestras enfermedades sean curadas, que tengamos una buena calidad de vida; además, la medicina no solo se delimita a cuestiones físicas, sino que comprende un espectro que abarca la salud mental, por ejemplo, y otros factores que nos afectan y nos alteran.

En una conferencia de Ricardo Piglia, escritor argentino, en donde contestaba a una pregunta que él trataba de resolver problemas que no se correspondían con lo real, y que entonces eso no era trascendental. La pregunta en cuestión, formulada por un periodista, versaba sobre la magnitud de un problema literario, cuando un autor trataba de resolver un entresijo de su obra. Piglia dijo eso, que lo que él resolvía, si se presentaba el caso, no era relevante, no afectaba a nadie. Piglia agregó que un médico, en una operación, tenía que enfrentarse a la realidad, que hacer esto o aquello, afectaría a su paciente, a la familia del paciente y a la sociedad. En su respuesta, Piglia, dijo que el papel del médico conlleva un peso como el de cargar una gran roca. Un escritor podía equivocarse, un médico, nunca.

La anécdota la traigo ahora porque quiero que se entienda que el papel de un médico es de lo más importante y complejo a lo que una sociedad se enfrenta. Una sociedad tiene que encargarse de preparar a los profesionales de la medicina porque juegan papeles que le son indispensables para su evolución. Los médicos son quienes se responsabilizarán por la salud de la comunidad; quienes advertirán los peligros de este u otro tema; quienes resguardarán que un fenómeno nos haga avanzar o destruya. Los médicos se encargarán de los cuidados, las prevenciones, las operaciones, resoluciones, de lo que nos enfermará y quizá nos mate. Debemos de tener en cuenta que todos y todas vamos a enfermar de alguna u otra cosa, y que vamos a morir, también, pero la práctica de la medicina es necesaria para que gocemos de nuestra vida. Los médicos son la personificación real de una imagen que a todas las culturas a través de los tiempos les ha sido imprescindible: el cuidado de la salud. ¿Les tenemos que dedicar un día? Sí. Dedicarles un día es reconocer su importancia y su labor. Es necesario porque necesitamos tener presente que son actores sociales de cambio, que si vamos a avanzar y construir el futuro, necesitamos un médico en la ecuación e hipótesis de la humanidad. Es lo que pienso.

Todas y todos conocemos médicos, porque regularmente asistimos a consultas, porque tenemos amigos que se dediquen a la profesión, o porque el tema de la medicina se encuentra diariamente en los medios de comunicación y al menos, conocemos un médico mediático. La labor de los galenos, sabemos, es sumamente complicada, no es como reparar un coche o construir un edificio, que también son profesiones importantes, pero los médicos se encargan de que nos salvemos de enfermedades y podamos proseguir con nuestra vida sanamente. Yo creo que no es que tenga que felicitar a un amigo médico el 23 de octubre, sino que lo considero siempre, todo el tiempo, toda la vida. Reconozco la carga que tiene sobre los hombros y la responsabilidad que lleva a cuestas.

Los días en que se celebra un suceso, se conmemora una imagen, se duele algo, sirven para pronunciarnos en pos de ello. Los profesionales de la medicina necesitan de nuestro apoyo y reconocimiento, es pertinente que los nombremos y exijamos, para el ejercicio de su profesión, las condiciones adecuadas ante la sociedad y el Estado. Yo quiero reconocer en este texto al doctor Jonathan Castro, amigo mío desde hace más diez años, que conforma parte de mi grupo de amigos y que siempre está al pendiente de los problemas que tenemos respecto a la salud; nos aconseja, guía, cuida, desde su trinchera. Te agradezco, te abrazo y reconozco tu labor. Yo sé de sobra que estás comprometido con tu profesión, que eres sensible para con tus pacientes, un apasionado por lo que haces. También quiero reconocer al doctor Alfaro. El doctor Alfaro es un extraordinario médico que estuvo encargado de mi abuelo cuando a mi abuelo se le detectó cáncer. El doctor Alfaro es un médico compasivo, comprometido con sus pacientes, humano. Agradezco y admiro infinitamente tu labor con mi abuelo, con todas y cada una de tus generosas recomendaciones. Yo quisiera que se nombraran a los y las médicos de este país en su día. Y también quiero y exijo que las instituciones tanto públicas como privadas remuneren su profesión de acuerdo con la responsabilidad que llevan a cuestas, que es: nuestra vida.

Gracias Doctor Jonathan Castro, amigo querido, entrañable; gracias Doctor Alejandro Alfaro Sousa; ambos son un ejemplo de cuidados, interés y hacen que su profesión se enaltezca. Gracias a todos y todas los médicos del país. Sus cuidados hacen que avancemos y nos fortalezcamos. Muchas gracias!