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M.F. María del Carmen Salinas Flores
Romper con la brecha de género en prestaciones laborales para las mujeres

Las brechas de género en México son incontables, desafortunadamente, existe una tradición social en la que las mujeres en el ámbito en el que deseen desarrollarse lo hacen en condiciones de desigualdad, en este sentido el ámbito laboral no es la excepción, pues este es uno de los espacios en donde las brechas se hacen más grandes, desde la salarial hasta la de prestaciones.

Esto, tiene una explicación compleja, nuestra sociedad tiene una historia que se construyó sobre una base social y cultural en la que a la mujer se le definió con ciertas características y roles que debía seguir, colocándolas en el ámbito privado, es decir, solo con tareas del cuidado del hogar y de las y los hijos, esto fue orillando a que las mujeres estuvieran en desventaja en el ámbito económico pues no contaban con un trabajo ni un salario por sus labores.

Después de un Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) realizada por el INEGI, se puede observar como a las mujeres nos otorgan menores prestaciones laborales, contados de 2022 esta encuesta establece que en México hay 60 millones de personas económicamente activas, lo que representa el 60% del total de la población; al distinguir por sexo, el 76.9% de los hombres trabajan y solo 46% de las mujeres laboran.

Ahora bien, es necesario establecer que sucede con las mujeres que ya estamos integradas por las de las mujeres que trabajan, este mismo instrumento señala que sólo el 18 % de nosotras recibimos aguinaldo, al momento de compararlo con los hombres, el número crece hasta el 26% de los hombres.

Otra de las prestaciones que las mujeres disfrutamos en menor medida son las vacacione, pues sólo el 16% de las mujeres recibe pago por gozar de esta prestación, en comparación con el 22% de hombres, nuevamente existe una fuerte diferencia entre hombres y mujeres.

De Igual forma observamos una brecha en cuanto al porcentaje de mujeres que cuentan con posibilidad de obtener un crédito de vivienda, pues solo el 13% de las mujeres tiene acceso y los hombres el 19%, es decir, nuevamente en menor medida podemos acceder a bienes inmuebles.

Finalmente, otro dato relevante que arroja esta encuesta es que sólo el 5% de las mujeres recibe reparto de utilidades, mientras que el 9% de hombres si tienen acceso a esta prestación laboral.
Esto no sólo se trata de número o porcentajes para demostrar la desigualdad de género y las fuertes brechas que existen en nuestro país, se tratan de datos que nos ayudan a crear estrategias para disminuir estas diferencias, se tratan de focos rojos que merecen nuestra atención.

Asimismo, estos números nos revelen que menos mujeres tienen acceso en menor medida a empleos formales y en consecuencia pueden disfrutar menos de las prestaciones laborales, en este sentido, los esfuerzos deben estar dirigidos para aumentar su presencia en el sector formal.

La igualdad de género no es una utopía, puede convertirse en una realidad pero depende de los esfuerzos que se hagan desde el legislativo para proponer nuevas medidas en favor de las mujeres, así como de sectores de la iniciativa privada que impulsen el trabajo sin distinción de género.

Referencias:-
https://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/LFT.pdf
https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2023/enoen/enoen2023_06_b.pdf
Tesorera del Senado de la República