Skip to main content

La arrogancia del poder

por Horacio Zaldivar

El oro hace soberbios, y la soberbia, necios
Refrán popular

A mis tres fieles lectores

La arrogancia, si bien no es privativa de los políticos, parece haber encontrado el nicho perfecto en gobernantes, y funcionarios que detentan el poder obtenido por medios ilícitos, incluso, haciéndose valer de conductas delictivas. A ello, habrá que sumar la ignorancia que les nubla la realidad, la comprensión de la problemática social, que termina convirtiéndolos en autoritarios y peligrosos necios.
La arrogancia trae consigo la zalamería; la urgente necesidad del gobernante de medio pelo, que exige un reconocimiento permanente a todas acción gubernamental, obra pública, entrega de “apoyos”, etc., como sin él no hubiera sido posible llevarlas a cabo. Si sólo fuera el culto a la egolatría, no habría problema, sería como una obra de teatro donde el público aplaude la actuación de los actores.
Sin embargo, la ignorancia de los arrogantes en la mayoría de los casos, tiene alcances criminales. Después de la tragedia que ocasionó el huracán Otis en el puerto de Acapulco, la lógica apuntaba a una alerta y acciones institucionales para poner a salvo la vida de miles de ciudadanos; López Obrador, la noche anterior con la información necesaria consideró suficiente subir un corto mensaje en la red social X (antes Twitter), con los efectos fatales que ahora conocemos.
La arrogancia también los transforma en Dioses. A 14 días del paso del huracán el Presidente López Obrador considero que los esfuerzos y acciones de su gobierno hicieron el “milagro” de poner a Acapulco de pie, vetando en la discusión de presupuesto 2024 60 mil millones de pesos para la reconstrucción, además ordenó la publicación de un “aviso” en el Diario Oficial de la Federación dando por terminada la declaración de emergencia.
Sin embargo, ante la arrogancia gobernante, la dignidad de funcionarios con altas capacidades profesionales. Claro ejemplo es Carlos Urzúa Macías, que al inicio del gobierno de López Obrador fue designado secretario de Hacienda y Crédito Público; el 9 de julio del 2019 renunció al cargo ante la arrogancia, necedad y estulticia del Presidente. El exsecretario de Hacienda ha sido invitado por Xóchitl Gálvez para integrarse a su equipo de campaña.

Heredemos dignidad no sumisión