Skip to main content

ZACATECAS, SINÓNIMO DE INSEGURIDAD
Por: Isadora Santivañez Ríos
En la actualidad, una de las principales problemáticas que tiene nuestro país es la inseguridad y en particular, el Estado de Zacatecas padece en gran medida los estragos de la falta de condiciones para que la ciudadanía pueda vivir de manera tranquila y segura; el miedo y la sensación de no estar a salvo, son sentimientos que se han agudizado durante la administración de la Nueva Gobernanza.
El pueblo lo comenta de manera constante, los medios de comunicación lo ratifican, estamos viviendo una de las peores crisis de inseguridad de las últimas décadas, hemos visto situaciones que nunca antes se habían presentado, como el secuestro de jóvenes menores de edad, la desaparición de todo tipo de personas, el narcoterrorismo azotando todas vialidades de nuestro Estado, cuerpos abandonados en las principales plazas de nuestra ciudad capital, asesinatos y balaceras a cualquier hora del día y en cada uno de los municipios zacatecanos, cobros de piso a un gran número de comercios, asesinatos de niños adentro de recintos religiosos, así como cambios necesarios dentro de la administración pública estatal.
Algunas de las acciones que han marcado en gran medida las cifras alarmantes de inseguridad que tenemos y que a su vez, son el reflejo de las condiciones tan lamentables que estamos padeciendo los zacatecanos, son la renuncia del anterior Secretario de Seguridad Pública de nuestro estado, Adolfo Marín y la polémica renuncia del Fiscal Francisco Murillo, quien tenía alrededor de 4 años en el cargo.
Todo ello se ha presentado ante los alarmantes datos estadísticos que registra el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, que dejan a nuestro estado muy mal parado, debido a que, durante el 2022 se denunciaron 1,365 homicidios, 2,328 casos por lesiones, 16 feminicidios y 582 delitos que atentan contra la libertad de las personas.
También se reportaron 6,316 robos, 2,546 casos de daño a la propiedad, 306 casos de narcomenudeo y 1,413 amenazas. Esto bajo una percepción de vivir en uno de los Estados más inseguros del país y contar con municipios que tiene la mayor percepción de inseguridad en toda Latinoamérica.
La prevención del delito en nuestro estado está por los suelos, las denuncias son mínimas debido al alto grado de desconfianza que tiene la ciudadanía hacia las autoridades, la procuración de justicia se encuentra estancada y con gran rezago en la resolución de expedientes, las instancias de seguridad se encuentran abandonadas y carentes de apoyos y equipamiento, la justicia no es ni pronta, ni expedita, y nuestras autoridades, están ausentes, sordas y mudas.