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La violencia no da tregua en Zacatecas, cualquiera es vulnerable

Por: Claudia Anaya Mota

Estamos experimentando en pleno “Año de la Paz”, hechos que a todos inquietan porque pareciera que nadie está a salvo de ser víctima del crimen. Si se pensaba que por desempeñar un cargo en la administración del gobierno del estado o por ser familiar o “cercano” de la élite política se contaba con una especie de “escudo”, los hechos del pasado fin de semana, demuestran que no es así.
Es cierto que deben investigar los hechos y evitar la impunidad, pero no solo cuando se trate de altos perfiles, sino en todos aquellos crímenes que han lastimado a cientos de familias zacatecanas que se sienten solas ante el abandono de la justicia y de su gobierno.

No es posible que nos acostumbremos a vivir así, no es posible que perdamos la capacidad de asombro, pero ante todo, es inaceptable que quienes tenemos una responsabilidad pública nos mantengamos al margen o que pese a que a violencia crece día con día, sostengamos que la estrategia de seguridad nacional está funcionando o que el cenit de esta barbarie, es a razón de que se trabaja con éxito para erradicar este flagelo.

Los hechos muestran que no es así. Basta con hacer un recorrido de las noticias en diferentes estados y veremos que el reciente pasado fin de semana ha sido uno de los más violentos. En la tierra que vio nacer al Presidente de la República, murieron 11 personas, la gran mayoría asesinadas por arma de fuego, también se registró la muerte un policía atacado por el crimen; en Guanajuato fueron asesinadas 16 personas y 13 fueron heridas en diferentes hechos; en Guerrero hubo 7 ejecuciones y en Zacatecas, ya de todos es conocida la noticia.

Nadie merece vivir con miedo, vivir un duelo ante la muerte violenta e inexplicable de un ser querido, nadie debe vivir en una depresión interminable por no saber dónde está nuestro familiar que un día no regresó, o peor aún, porque se lo llevaron en contra de su voluntad.

Una vez más reitero mi compromiso por sumar para que dejemos de vivir en medio de la zozobra. Es necesario que en Zacatecas, más que manifiestos y decretos, sumemos acciones y voluntades para rediseñar nuestra estrategia de seguridad, que ocupemos nuestros oficios para exigir el apoyo de la federación en múltiples temas, pero particularmente, el presupuesto destinado a fortalecer a nuestra policía local y a nuestros tribunales de justicia, para que tengan todas las herramientas de prevención y combate a la delincuencia, para que quienes nos dañan como sociedad, no gocen de impunidad.

Es claro que el envío de mayores elementos de seguridad a las entidades que padecen los más altos índices de violencia a nivel nacional, no es la respuesta. Debemos evitar que la delincuencia nos lleve a tal punto de limitar nuestras libertades, desde la más esencial que es la de libre tránsito hasta nuestros derechos políticos, como el derecho a votar y ser votado.

Este año es crucial para la sociedad mexicana: respaldar a una administración que en materia de seguridad ha preferido “dar abrazos” y en la militarización ha encontrado la única respuesta para abatir la inseguridad, o bien, evaluar la propuesta de la candidata de la oposición para combatir este problema, ya de por sí, altamente complejo. Esperemos a escuchar, comparar y decidir, de manera libre y con garantía de ejercer todas nuestras libertades, es decir, sin miedo.

*Senadora de la República.
*Secretaria de la Mesa Directiva del Senado de la República