10 de Mayo:
El Día M
Dra. Verónica Arredondo
Ya he escrito y descrito anteriormente el origen de la celebración del 10 de Mayo. ¿Quién la creo y para qué?, es un tema que resulta intrascendente contra una fecha que resulta trascendental en estos tiempos. El 10 de Mayo se ha colocado como la celebración cívica más importante para las y los mexicanos. ¿Qué significa ello? Que el papel de la madre es la figura esencial de la sociedad y las familias. Si la madre en México, es quien sostiene y determina nuestra estructura social, ¿por qué es muchas veces también vilipendiada y marginada?
En primer lugar deberíamos entender que ser madre tiene que ser una decisión y no una imposición social. Es decir, parir no es el resultado lógico o natural del ser mujer. Las mujeres tenemos el derecho de decidir si queremos o no tener familia y decendencia. Lo que quiero decir es que ninguna niña adolescente, joven, está obligada a prepararse para ser madre, para tener hijos, al contrario, debemos de proveerlas de todas las herramientas discursivas, filosóficas, antropológicas, para que decidan lo mejor para sí mismas de acuerdo con su proyectos de vida; además, debemos instruir a nuestra niñez en temas de anticonceptivos y tener una legislación nacional que garantice el derecho a la interrupción del embarazo, así como la estructura adecuada para que el ejercicio se lleve a cabo en las mejores condiciones.
En segundo lugar las mujeres podemos decidir ser madres o no, son diferentes decisiones y lugares, pero ninguna mujer es superior a otra, solo eligen distintos caminos. De cualquier forma, la sociedad, el país, es incapaz de preparar a una mujer para convertirse en madre. Ni en casa ni las escuelas ni en la calle hay alguien que nos explique sus implicaciones, pros y contras. La vida de una mujer, su desarrollo, tampoco puede terminarse ni concluirse cuando se es madre. Una madre debería poder contar con opciones para continuar su desarrollo y lograr sus metas, indepedientemente de su familia. Pero en realidad ocurre lo contrario, una madre es invisibilizada, marginada y fiscalizada en diversos sentidos, en particular el profesional, solo por el hecho de ser madre.
Dice ONU Mujeres: “Como documenta el informe de ONU Mujeres, el Progreso de las Mujeres del Mundo, las mujeres se han vuelto más visibles en la economía remunerada en los últimos años. Sin embargo, el otro tipo de trabajo que realizan las mujeres sigue siendo invisible y poco reconocido a pesar de su enorme valor: Se trata del trabajo no remunerado que ellas realizan al producir y sostener a sus familias. Se estima que, en todo el mundo, las mujeres dedican más del doble de su tiempo al trabajo doméstico y de cuidado no remunerado que los hombres.”
Como madres, las mujeres ven vulnerados muchos de sus derechos y sufren de abusos dentro y fuera de sus familias. Pero la sociedad, regularmente no se da cuenta de que “Si las mujeres dejaran el trabajo de cuidado no remunerado de lado, si dejaran de tener hijas e hijos, de alimentarlas/os, y convertirlas/os en seres humanos productivos y creativos, no habría fuerza laboral y la economía mundial se detendría.”
La brecha salarial y de derechos que existe entre hombres y mujeres se ve más acentuada si se trata de una mujer que es madre: “Cuando las mujeres se convierten en madres, se les 'penaliza' aún más: en muchos países, a la hora de pagarles, existe una "multa por maternidad" que refleja las desigualdades de género existentes. Por ejemplo, en los Estados Unidos, las mujeres solteras ganan tan solo 96 centavos por cada dólar que gana un hombre soltero, y las mujeres casadas, con una hija o hijo, ganan 76 centavos por cada dólar que gana el hombre casado. Los salarios más bajos y las tasas de empleo más bajas a las que están sujetas las mujeres resultan en la acumulación de enormes brechas de ingresos a lo largo de su vida. En Alemania, las mujeres pueden llegar a ganar un 49 por ciento menos que los hombres en el trascurso de sus vidas. Es así que la “multa por maternidad” tiene repercusiones para las mujeres durante el resto de sus vidas: las mujeres tienen menor capacidad de contribuir o cotizar para sus pensiones, que resulta en mayores tasas de pobreza en la edad avanzada. En los países de la Unión Europea, las mujeres de edad avanzada tienen un 37 por ciento más probabilidades de vivir en situación de pobreza que los hombres de edad avanzada.”
Caso aparte, merece la pena apuntar que la romatización de la maternidad es un fenómeno que afecta a las mujeres que deciden no ser madres, sobre todo en las sociedades conservadoras, pero si la maternidad no es tomada como un hecho seguro, no hay estructuras que sostengan a las madres, ¿por qué una mujer debería elegir ser madre? Vivimos en un país que invisibiliza a las mujeres, las ignora, margina, que además les exige que ejerzan la maternidad con responsabilidad, pero no garantiza ni siquiera su seguridad.
Madres o no, creo que las mujeres debemos de gozar de las garantías que nos otorga la constitución, de nuestros derechos humanos, debemos de contar con trabajos dignos y bien remunerados, con instancias infantiles que cuiden de nuestros hijos, necesitamos que los juzgados en caso de divorcio, estén de nuestra parte porque los hombres frecuentemente no quieren hacerse responsables.
Vivimos en un país donde nos sentimos inseguras, donde somos violentadas, asesinadas. Este es un lugar que no merecemos. Quienes son madres y quienes no lo son, casi casi están a expensas de lo que pueda ocurrirles que regularmente es todo.
El Día de la Madre es la celebración más importante en este país, porque la madre es el pilar fundamental de la sociedad en México. Resulta incompransible cómo ese pilar es ignorado y agotado. Ojalá que este 10 de Mayo podamos llevar una relfexión en la mente, ojalá que podamos politizar la maternidad de un modo que convirtamos nuestras demandas en lucha. Ojalá que podamos solidarizarnos con Las Madres Buscadoras, ojalá que el Estado se proponga garantizar nuestra seguridad y libertades.
Ser madre es complicado, es como tener que ser dos o tres personas en una sola. Los Estados y sociedad no reconocen la maternidad, de alguna manera, en lo cotidiano parececiera que están en contra de la misma, pues al ser madre, se tienen también desventajas que no son visibilizadas. Los Estados y sociedad, y quizá la familia como organismo, son de alguna forma estrcuturas que debemos repensar como funcionan para garantizar el bienestar de las personas, de las mujeres. Creo que tenemos que reformar muchas cosas, pienso que necesitamos crear otros mundos, otras formas organizativas, que primen la humanidad y su felicidad.