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Divagaciones de la Manzana
Caravaneo
Martha Chapa

La caravana de migrantes centroamericanos ha generado opiniones y reacciones divergentes en nuestra sociedad.
En sí, han surgido dos grandes corrientes que se contraponen: una con un sentido humanista de apoyo y reparto de víveres de persona a persona; otra, con una visión preponderantemente jurídica frente a quienes han incursionado legalmente a nuestra tierra.
En forma paralela y más allá de nuestras fronteras, se han formulado otras dos grandes corrientes de opinión: una que alude a un acto maquiavélico detrás de esa gran marcha humana orquestada por republicanos para abonar a favor de Trump ante la proximidad de las elecciones. Y, otra, que se atribuye a la antípoda ideológica y culpa a Venezuela, a Maduro para mayor precisión, a fin de crearle un problema en los Estados Unidos.
En medio de esas dos aguas que pareciera son las del Mar Rojo que se abrieran al paso de Moisés en el Éxodo Judío, como lo señala La Biblia, parece generarse una posición más que desecha ambas versiones y les da una explicación sociológica en función de la desventura de cientos de miles de seres humanos que han vivido en países como El Salvador, Honduras Nicaragua, con guerras, violencia, desempleo y crisis económicas inacabables.
El caso es que la marcha avanza en nuestro territorio y va salvando obstáculos progresivos que van desde el agotamiento físico, la insalubridad y la carencia de alimentos hasta múltiples riesgos y peligros para su vida misma.
Por nuestra parte, el Gobierno Mexicano ha brindado ciertos apoyos, con medido cálculo y cuidando a la vez de no incurrir en la violación de los derechos humanos de los migrantes. Y pareciera que apostando a que la marcha se desvanezca conforme avance hacia el norte del país, además de ir capoteando los ataques que parten de Trump y que de paso también van dirigidos, a López Obrador, en tanto presidente electo.

México tiene una tradición que goza de reconocimiento en el plano internacional por su generosidad y disposición de otorgar asilo  político, como ejemplarmente lo hizo cuando llegó al poder Francisco Franco e impuso una dictadura en España, así como la apertura para recibir aquí a miles de chilenos una vez que Pinochet derrocó a Salvador Allende, vía golpe de estado militar, entre otros episodios que no tienen semejanza mi precedente como el que ahora se presenta en nuestra frontera sur.
En todo caso, considero y me inscribo en esa corriente que sostiene que hay  que indagar más sobre los orígenes y causas de este flujo migratorio y actuar sí con sentido humano a la vez que con realismo, legalidad, orden y soberanía, sin demagogias ni populismos.
Es decir anticiparnos, prepararnos y encauzar a cualquier otra movilización similar que pudiera repetirse en el futuro próximo.
Sólo así podremos en verdad saber, a quién y cómo ayudarle más y mejor, sin desproteger a los nuestros, empezando por el caso que nos ocupa.

Página web:
http://www.marthachapa.mx

Sala-Museo Martha Chapa:
http://www.dgb.uanl.mx/bibliotecas/burrf/salamuseomarthachapa/

Facebook: Martha Chapa Benavides
Twitter: @martha_chapa

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