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“DE COLORES”

Por LA MADA (Magdalena Edith Carrillo Mendívil)
www.lamaddalenaedi.blogspot.com

Mi vida es a colores, y no digo que sea “a colores” de una manera ridículamente optimista que llega a caer en la cursilería más empalagosa. No, mi vida, y estoy segura que la de muchos es a colores, es decir: los colores pintan y son la escenografía principal de cada acto de mi existencia. Los colores llevan y traen siempre recuerdos y me dejan impregnada de sensaciones, olores, sonidos…
No siempre  los colores que se me presentan cargando mensajes del pasado son en tonos pastel o brillante colores alegres y menos tonalidades de moda. En muchos de los casos los colores van desde la tonalidad más negra, pasa por grises hasta llegar al más insípido (o casto) blanco. Algunos dirán que el negro es ausencia de color y el blanco la suma de colores, o viceversa, en realidad a la Mada estas teorías del color en estos momentos le importan muy poco y menos cuando los colores son portadores de tan importantes mensajes del pasado.
Hay unos, mis favoritos, estos tonos me traen evocaciones tan fuertes y vívidas que me cuesta trabajo ubicarlas exactamente en el espacio y el tiempo, aun y cuando soy consciente de que periodo de mi vida me traen con ellos. Me les quedo viendo fijamente y cuando estoy a punto de atrapar la sensación y volver a vivirla, el color se escapa como arena entre las manos, yo desvió despistadamente la mirada, pongo cara de taruga y cuando creo que el color ha bajado la guardia y regresa … lo vuelvo a mirar fijamente… sssshhhh…. Y es justo en esta segunda oportunidad cuando… ¡el astuto recuerdo se vuelve a ir! dejándome así, como quien pierde el tren, eso sí, me deja siempre con la dulce sensación de lo vivido. Trataré de describir estos, mis colores favoritos: son muy similares a esos de los foquitos de las series navideñas antiguas, no sé, estos colores son tan esquivos que ya se dieron cuenta de que estoy tratando de materializarlos y se están alejando, silbando y haciéndose como que la virgen les habla. Pues bien, a veces son tono pastel y a cuadros y son justamente la tela de unos des mis vestidos favoritos cuando era niña… veo fotografías en la que aparezco usando ese vestido y las sensaciones vienen, vienen, justo cuando están por llegar y trato de atraparlas y analizarlas en mi mentes se vuelven a ir dejando solo la huella. He tratado de seguir las huellas pero estos colores son tan astutos que giran y soplan cálidamente borrándolas, levantando un polvo brilloso que se me mete a los ojos y es justo aquí cuando el recuerdo termina.
A veces los olores toman forma de colores, como cierto perfume de Paloma Picasso, creo ya descontinuado, este aroma se pinta de rojo carmín y azul eléctrico, es un olor a colores que me porta recuerdos que se vuelven humo y me intoxican de ese agradable aroma que trae consigo la vida loca, ese aroma de fuerte fijación que debe ser usado solamente una vez.
Debo confesar que hay momentos de mi vida incoloros, inodoros e insípidos, otros se ven como una terrible selva negra con raíces de árboles sobre la tierra esperando atraparte. Esos afortunadamente no llegan a colores y cada vez se van a una tierra muy lejana a donde se van, o mandamos a quien no queremos.
Cierta persona cantaba una canción en la primaria con una letra modificaba, ella entonaba por los patios de su escuela a grito tendido: “¡De colores, de colores son los calzoncillos de los profesores. De bolitas, de bolitas son las pantaletas de las señoritas!”, este acto calificado como “vandálico” trajo consigo consecuencias: la expulsión por un día, misma que la intérprete de dicha melodía disfrutó. La letra original de Joan Báez dice más o menos así: “De colores, de colores se visten los campos en la primavera. De colores, de colores son los pajaritos que vienen de afuera. De colores, de colores es el arco iris que vemos lucir. Y por eso los grandes amores de muchos colores me gustan a mí…” Yo en lo personal me quedo con la versión en paños menores y me quedo buscando colores y sensaciones huidizas que solo pasan y me rozan con el dorso de la mano.
Fin a colores de serie navideña titilante…

P.D. El verde esmeralda siempre será llevado y traído por el murmullo de las dóciles olas de Chacalita, Nay… ese olor y sonido tan lejano y tan cercano a mi corazón.

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