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Nota Espe_culera
Por Syres

ESTRELLA Y TACHE
Actualmente, vemos como el mundo y la sociedad estamos pasando por una etapa de problemas, algunos de ellos derivados del cambio climático, pero otros -en su mayoría- provocados por nosotros mismos como humanidad. Y aunque los problemas ambientales y los problemas sociales nos afectan directamente, porque ambos afectan nuestra calidad de vida, ambas problemáticas se resolverían de fondo si logramos respetar el medio ambiente y respetar los derechos de los demás.
Si hablamos de respeto a los demás acabaremos hablando de justicia, y saben qué, no hay justicia sin inclusión. Porque solo la inclusión nos permitirá comprender que como sociedad es posible que interactuemos mejor si logramos mejorar la calidad de vida de los demás.
Un gran paso hacia la inclusión dieron los guadalupenses, quienes acaban de coronar a Adriana I, como su Reyna de la Feria de Guadalupe, la mismísima atleta que ya nos había obsequiado a los zacatecanos dos medallas de plata por su brillante participación en los Juegos Mundiales de Verano de Olimpiadas Especiales en Abu Dhabi en marzo de este año.
La inclusión de las personas representa la mayor fortaleza que pueda ofrecerse a las personas con discapacidad, esto porque una sociedad incluyente no solo les otorga un lugar para vivir donde se sientan respetados, también les muestra un nuevo escenario social donde les hace ver lo valioso que son para ésta en su interacción. Hoy Guadalupe puso el ejemplo, y da al concepto de la discapacidad una fortaleza que subraya que la diversidad es necesaria, porque evidencia que todos los seres humanos tenemos necesidades diferentes. Pensar que la inclusión promueve el bienestar y que impulsa una cultura de participación donde la realidad de todos en bienvenida.
Pero no todo fue felicidad, pues mientras en Guadalupe coronaban su fiesta encumbrando la importancia de la “inclusión”, a la Dra. Cristina Rodríguez de Tello y su prima política Sonia Tello, les importó muy poco el medio ambiente, pues ambas funcionarias del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia organizaron el lanzamiento de globos al espacio aéreo -a sabiendas- que éstos terminan en la tierra o llegan al mar con consecuencias nocivas, desafortunadamente para el suelo, el agua y para todo tipo de animales, en particular para los animales marinos quienes son más susceptibles de sofocarse y morir a causa de éstos. Y por si los globos no fueran basura, también tuvieron la brillante idea de aparcar los tráileres del Circo Atayde Hermanos en el césped de las instalaciones del INCUFIDEZ, dañando las áreas verdes del Instituto, que, si hacemos un recuento, no son la gran cosa, pero es de lo poco que tenemos en el Estado.
Por eso, merecida estrellita en la frente se ha ganado el Municipio de Guadalupe, siendo un acierto el nombramiento de su reyna Adriana I por este merecido nombramiento. Y como siempre, su tache al Gobierno Diferente, porque éste último lejos de mostrar seriedad en los compromisos internacionales en materia de cuidado del planeta, abonan con ideas absurdas a la contaminación, y con solo unos globos  y la instalación de un circo en área verde,  nos muestran cuanta ignorancia ambiental pueden tener los funcionarios encargados de abanderar la política de sustentabilidad.