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Dr. José de Jesús Reyes Ruiz

FESTIVAL CULTURAL
II parte

EN BLANCO Y NEGRO

Para documentar mi pesimismo… y el de los demás

Hace una semana, en la primera parte de estas reflexiones, aseguraba –  existen pruebas que lo certifican – que los turistas que acuden a nuestra hermosa ciudad tanto en la semana santa como en la semana de pascua, no vienen al festival cultural,  casi siempre vacacionan en esta ciudad colonial ya famosa y parte del patrimonio cultural de la humanidad, y aprovechan para acudir a los eventos gratuitos que se dan dentro del marco del mencionado festival en algún lugar del centro histórico.

Y decimos que existen pruebas por que se han realizado encuestas en el pasado preguntando a los turistas que les motivo a acudir a Zacatecas, y solo uno de cada 10 asegura haber venido para disfrutar el festival, los otros 9 lo desconocían antes de su llegada.

Algún día me comentaron que la idea de realizar el Festival por parte de Genaro Borrego, le vino cuando organizo la presentación de Placido Domingo en la plaza de armas, el éxito fue monumental, la convocatoria llego a distintas partes de la república, y entonces si podemos asegurar que la gran mayoría de quienes asistieron a ese evento – caro por cierto – provenían de fuera de Zacatecas, principalmente de Aguascalientes. Fue así cuando se les ocurrió que con un festival dedicado a la cultura se podría atraer al turismo nacional y; por qué no, también al internacional.

Debemos aceptar – porque también existen pruebas objetivas al respecto – que la difusión de la fiesta de la cultura – como lo aseguramos en nuestras previas reflexiones – siempre ha dejado mucho que desear, alguna salida a los estados vecinos o a la ciudad de México, entrevistas en la televisión y en el mejor de los casos alguna contraportada de alguna revista de las aerolíneas que en su momento daban el servicio a Zacatecas, pero párenle de contar.

Comentamos hace  algunos años que festivales mucho más modestos que el nuestro y de aparición más reciente, como el de Durango o el de Culiacán, lograron la atención  nacional gracias a campañas importantes de difusión a través de los medios tanto electrónicos como impresos en el entorno nacional, pero eso aquí nunca ha sido el caso.

Es decir, como todo en esta vida, el éxito dependerá de que tanto  invertimos en un proyecto, y claro todos me responderá que en un estado tan quebrado como el nuestro no se le puede invertir a nada, concentrados en tapar los agujeros financieros dejados por la corrupta administración que recién dejo tierras zacatecanas, los pocos recursos que quedan son para eso y para cubrir pasivos y pagar sueldos, es decir solo el gasto corriente, de inversión prácticamente nada.

Pero esto señores – abran sus oídos, su cerebro (si lo tienen) y su corazón – son solo excusas, tal parece que se encuentran en los puestos como servidores públicos sin ninguna imaginación – aun en tiempos de crisis – para lograr mejores resultados, en el mejor de los casos se dan cuenta de que no hay muchas posibilidades de robar – aunque siempre las hay – y que con sus sueldos, pero sobre todo con sus enormes bonos compensatorios, podrán ganar mucho más que lo que ganan el resto de los mortales, y se dedican a administrar no la abundancia sino las carencias sin pensar en algo más.

No lo sé del Gobernador Tello, aun siento que es una persona honesta aun y cuando pertenezca al PRI, pero de toda la gente que lo rodea – e insisto TODA, a ver si me entienden – solo vemos personas con grandes ambiciones y pocas capacidades, y claro muchos de ellos fueron colocados en los puestos que ahora ocupan para cubrir las espaldas de quien ocupara los mismos puestos en el sexenio pasado.

A lo que queremos llegar es que no nos queda ninguna duda de que existen personas con mejor capacidad y sobre todo con más cariño por su tierra, con más inventiva y que no solo estarían pasivamente viendo de donde recortan, sino que se pondrían a soñar, después a imaginar y después a gestionar y finalmente a lograr cosas aun sin recursos millonarios por que los mejores proyectos son los que se hacen cuando se desean desde el fondo de la imaginación.

Es decir necesitamos idealistas para los que nada es imposible, las cosas grandes se pueden lograr y pueden estar al alcance de la mano con solo desearlas y trabajar por ellas.

Y lo digo porque la idea de reducir el 75% en el presupuesto para el Festival, fue simplemente darle la puntilla y olvidar que la minería – como lo están viendo – no es el camino, y en tiempos de Trump la industrialización mucho menos, la verdadera vocación de Zacatecas es sin lugar a dudas el turismo cultural, y darle la espalda al festival es darle la espalda a esta realidad, y si eso es trabajar diferente, que tristeza por que se bloquean los únicos caminos que pudieran sacar al Estado del atorón económico en el que se encuentra.

Hace apenas unas semanas, en el marco del quinto encuentro regional de narrativa, me atreví cuestionar al actual Director del Instituto Zacatecano de Cultura, sobre la desaparición del Festival de Jazz, él dijo no saber nada al respecto por lo que me atreví a insistir que había sido noticia de ocho columnas en los periódicos locales durante el mes de diciembre – si mal no recuerdo – a lo que me respondió que no se había dado cuenta. Esto es ya de por si malo, por que la persona encargada de la cultura en nuestro estado tendría que estar enterada de lo que se dice en su nombre, si lo dijo malo, si lo ignora tanto peor, no es el tipo de personas que tendrían que ocupar los puestos de este nivel, y valla que el señor es un profesional de la música y por lo mismo de la cultura.

Recuerdo mi interés por el festival de Jazz porque me he cansado de comentarlo con  personajes a cargo como el Lic. Rivera o  Salinas Iñiguez, en el sentido de que existen lagunas a nivel nacional que no son cubiertas como un buen festival internacional de Jazz que no existe en nuestro país, fuera de festivales casi locales  como el de Playa del Carmen, o los de la ciudad de México como Euro jazz que por cierto recién inicio en el Centro Nacional de las Artes y los de Polanco. Ninguno de ellos del nivel que México necesita, esto con  imaginación, creatividad incluso sin muchos recursos podría lograrse en nuestro estado, pero la respuesta del Director del IZC fue que el festival local de por sí bastante malito, y fraccionado en varios fines de semana del mes de agosto, seria – según entendí – substituido por Jazz presente durante todo el año, ES DECIR POR NADA.

Me explico, los grandes festivales de Jazz del Mundo, Monterey en California, Montreal en Canadá y Montreaux en Suiza no se fraccionan son un solo evento de 3 a 5 días de duración y a ello deben su éxito, hace algunos años el periódico más importante de San Francisco, comparaba el Festival de Jazz del propio San Francisco y el de Monterey a 2 horas de distancia de la Bahía, el primero un festival fraccionado y por lo tanto anulado en su importancia, el segundo de 3 días solamente pero uno de los mejores del mundo.

No entiendo como esto no lo conocen quienes se dedican a la cultura, pero a lo que van estas reflexiones es que no se pueden lograr grandes cosas si no se sueña en grande, alguna vez escuche al Lic. Padilla de Guadalajara hablar de cómo se inició la FIL  - y valla que este señor tiene cosas negativas en su haber – y fue soñándola en grande como logro una fiesta del libro que es la más importante en los países de habla hispana y la segunda en importancia del mundo.

Ahora que salirnos con la estupidez de que darán preferencia al talento local representa – para mí al menos – excusas baratas, un festival de regular envergadura tendría que balancear el talento local con el nacional y vestirlo en la medida de lo posible con presencia internacional, pero no; nuestro festival es claramente dirigido para el auditorio local – que no es malo pero si poco ambicioso – y los locales están acostumbrados al talento local durante todo el año, esto tendría que pensarse diferente.

Vamos, aun sin recursos las cosas se podrían lograr, por ejemplo tenemos al menos 10 conjuntos de cuerda locales de primer nivel, por que no combinarlos con sus similares de los estados vecinos, Aguascalientes, SLP y sobre todo Jalisco y la Ciudad de México e invitarlos a participar gratuitamente solo pagando su estancia, por que no traer además de las sinfónicas locales, dos o 3 de otros estados o de la  Ciudad de México, porque no ampliar a 3 óperas, una local y dos foráneas, y así sucesivamente.

Pero no queremos algo regular y mediocre, ahí lo tenemos:

EN BLANCO Y NEGRO, ES DECIR EN DIFERENTES TONOS DE GRIS, QUE TRISTE

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