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Impunidad.
Por: Juan Carlos Girón Enriquez.
Como siempre, un nuevo gobierno, ninguna novedad. Quejas de lo que el gobierno que se fue dejo en mal estado, las finanzas, las obra, los excesos, los errores. Lo que pudiera ser diferente es que ahora sí, después muchos sexenios, se procediera en contra de aquellos que cometieron delitos, que dañaron al erario público, que además de vulnerar la confianza que los zacatecanos depositaron en ellos, dañaron las estructuras de poder y las instituciones con sus abusos.
Interesante resultaría si, efectivamente, los responsables de faltas administrativas y de abusos de confianza, robos y desfalcos, tráfico de influencias y demás actos contrarios a la ley, se les siguiera un procedimiento y fueran declarados responsables, que la autoridad hiciera su trabajo como es debido y que se sancionará a los culpables para que la sociedad sepa que las nuevas autoridades tienen firmes intenciones de hacer cumplir la norma y, por consiguiente, de respetarla.
Desafortunadamente, no parece que vaya a ser así. De eso estamos cansados todos los ciudadanos, de alardes de pureza, de culpas a los que se fueron y de impunidad para los delincuentes, los corruptos, los que no respetan la ley.
La presentación del Sistema Estatal Anticorrupción representaría una esperanza para los zacatecanos, si en verdad esa fuera la solución. Cuando analizamos, los ex funcionarios públicos son los ahora diputados, quienes tendrán que aprobar dicho sistema, ellos mismos tienen la esperanza que una vez concluido su periodo de diputados puedan volver a ser funcionaros de la administración pública. De verdad creemos que serían capaces de aprobar un sistema que, tarde o temprano, puede ser aplicado en su contra.
El discurso de la presente administración, culpando a la anterior administración, es menos agresivo, definitivamente mucho mas ordenado que el que escuchábamos hace seis años culpar a Amalia García, suena mas convincente y menos visceral, pero eso no es garantía de que se vayan a perseguir a los culpables, probablemente, tampoco pase nada.
A lo anterior debemos agregar el hecho que el gobernador entrante presenta una serie de propuestas de reformas, que pretenden armonizar el sistema anticorrupción estatal con el nacional que, dicho sea de paso, mucho se ha criticado por no garantizar que la corrupción se vaya a terminar. Se proyectan un conjunto de modificaciones a la administración pública centralizada y paraestatal, a la Constitución de la entidad que buscan, mediante la creación desmedida de órganos internos de control, el combatir la corrupción.
Zacatecas no es pionera en la armonización del modelo estatal anticorrupción con el modelo nacional, y en diversas ocasiones se ha demostrado que la existencia de órganos internos de control no es garantía para evitar la corrupción, lo que si será digno de reconocimiento, si es que llega a pasar, es el castigo a los culpables y la certeza de que este gobierno y ninguno de sus funcionarios serán corruptos y cumplirán en el marco de la ley, con sus funciones, eso si llevaría a Zacatecas a ser pionero, el acabar con la corrupción de los servidores públicos y fincar responsabilidades contra aquellos que han violado la norma.
Las intenciones pueden ser dignas de reconocimiento, pero no son suficientes, lo que los zacatecanos necesitamos son acciones claras, concretas, directas y, sobre todo, reales de combate a la corrupción y no una lista de buenas intenciones.

Docente Investigador de la Unidad Académica de Derecho de la Universidad Autónoma de Zacatecas. e-mail: giron705@hotmail.com

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