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LAS DOS CARAS DE MEXICO, OPORTUNIDADES Y DESIGUALDAD
Saúl Monreal Ávila

En los albores del proceso electoral más importante de la historia de nuestro país, Los mexicanos estamos ya ante las opciones que representan dos candidatos presidenciales de derecha, José Antonio Meade del PRI-PVEM y Ricardo Anaya del PAN-PRD-MC, y de centro-izquierda, Andrés Manuel López Obrador de Morena, y entre los tres, solo dos proyectos en el escritorio: la derecha gobernante del país con más de lo mismo en las últimas tres décadas, y el centro-izquierdismo propuesto por López Obrador para cambiar el actual modelo económico-político de neoliberalismo económico imperante desde el gobierno Priista de Miguel de la Madrid y consolidado con Carlos Salinas de Gortari y sus cómplices sucesores.
Con ello, inicia esta semana una verdadera avalancha mediática sobre los mexicanos, con 58.7 millones de promocionales, spots y demas instrumentos de Marketing, exhibiendo las propuestas de ambos proyectos. Desde hace cinco años cuando compitió contra Enrique Peña Nieto, el programa del proyecto político de AMLO planteaba: “cambiar el modelo económico que produce pocos ricos muy ricos y muchos cada vez más pobres”, señalando de forma categórica al neoliberalismo y al Consenso de Washington; condenando la subordinación a las políticas del Banco Mundial, ahora dirigido por Agustín Carstens y al Fondo Monetario Internacional; reprochando el desmantelamiento del Estado y la política social, la liberalización comercial, la desregulación, las privatizaciones y las políticas monetarias restrictivas.
Y como todos estamos presenciando, esto no ha cambiado en lo más mínimo, sino que se ha venido recrudeciendo, es claro y evidente la existencia de dos verdades, dos realidades que se estan enfrentando en estos proyectos de gobierno, desde el año pasado, cuando la fallida visita de Peña Nieto a Holanda, ante la serie de protestas y condenas en su contra en ese país a causa de la violencia institucional y por el crimen organizado, las organizaciones europeas: “De Balie” y “Club Interbellum” consideraron que México es un país “con dos caras” y se cuestionó si se puede hacer negocios solamente con la “tierra de las oportunidades”, mientras se ignora a la “tierra de la desigualdad”, en el marco de celebración del foro denominado “La conexión mexicana #2, llegando a la masa crítica”.
Es decir, este gobierno solo está aceptando y trabajando para una de las dos realidades, el de los hombres de negocios y corporativos internacionales, para los cuales, nuestro país es una tierra de oportunidades y posibilidades de enriquecerse más, donde se habla de macro cifras, de cuantiosas inversiones extranjeras, de la participación de nuestro país en rubros como la industria aeroespacial, automovilística, y muchos más renglones de la economía, en donde pareciera ser que nuestro país se ha convertido en una verdadera potencia, a decir de políticos y protagonistas del régimen priista actual que ejerce el control del país.
La otra realidad, la que el régimen insiste en soslayar, como lo hace con mucha crudeza y sin ningún rubor el actual gobernante de Zacatecas, Alejandro Tello, a pesar de la enorme presión social, son la corrupción y la violencia, factores principales que han generado el clima de zozobra y temor que actualmente permea todos los sectores de la sociedad zacatecana y nacional, así como la creciente pobreza, a la que está llegando gradualmente una gran parte de la sociedad, al punto que se maneja en círculos académicos que está en vías de desaparecer, y la no menos preocupante e igualmente creciente desigualdad.
Hay cada vez menos ricos, pero más acaudalados, y cada vez más pobres, que viven un deterioro gradual pero sostenido de sus niveles de vida, con todas sus consecuencias, un tejido social dañado, al igual que la escala de valores, un nivel educativo cada vez más bajo, y en fin, una miríada de consecuencias negativas de las perniciosas “reformas estructurales”, diseñadas para enriquecer más a los más ricos, a costa de la inmensa mayoría de la población, y que el régimen se empeña en no reconocer.
Y ante ello, solo el proyecto de gobierno de Andres Manuel López Obrador, presentado hace pocas semanas, ofrece opciones a toda la sociedad excluida por el proyecto de este régimen Priista de Enrique Peña Nieto, y sus operadores como José Antonio Meade Kuribreña, el candidato del Banco Mundial y los grandes capitalistas, que hoy ofrece llevar hasta sus últimas consecuencias las reformas estructurales para beneficio de unos cuantos corporativos trasnacionales.
AMLO, a pesar de la andanada de críticas del sistema priista actual contra su gestión en la Ciudad de México, fue bien calificado por el sector financiero internacional, como lo destacó The New York Times durante su periodo de gobierno. Calificadoras de riesgo como Moody´s y Standar and Poor´s le otorgaron a la deuda de la ciudad la nota más alta. En 2005, esta última calificadora consideró que si López Obrador triunfara en la elección presidencial del 2006 no incidiría en la calificación crediticia de México y desestimaba tuviera un parecido con Chávez.  Desde la primera vez que se postuló como candidato presidencial, AMLO se comprometió con un equilibrio fiscal basado en una estricta disciplina financiera. La agenda en política económica de López Obrador “es muy ortodoxa”, según se dijo,  pues propone una reforma al gasto público y un combate decidido contra la corrupción, según resaltan economistas de diversos medios y sectores.
Para AMLO y Morena, la raíz de todos los males está en la corrupción política y el derroche gubernamental, por lo cual en su agenda económica se plantea reducir el gasto corriente a través de veinte medidas de ahorro y el compromiso de no aumentar ni crear nuevos impuestos, según hace referencia el NYT. “Cómo el ex presidente brasileño, AMLO se ha acercado crecientemente al sector empresarial a través de una red cada vez más amplia de alianzas, según señalo en su momento el rotativo neoyorkino.
Mexico no tiene nada que perder con un cambio de régimen, al contrario, todos los indicadores señalan que es imperativo para mejorar el estado de cosas, un gobierno que no se encierre viendo una sola cara de la moneda, la cara de la macro economía, como lo ven los tecnócratas vulgares, es necesario se gobierne para una sociedad completa, multicultural y multidimensional, que tiene intereses en todos los frentes posibles, una sociedad con más de 123.5 millones de habitantes, de los cuales más de la mitad (65.2 millones) tiene menos de 29 años. Nuestro país necesita urgentemente un gobierno que tome en cuenta a todos, y no solo utilice a la gente como un recurso productivo más para vender a los extranjeros, como lo han hecho con todos los recursos del país, necesitamos elegir un gobierno que vea y gobierne para todos los rostros de Mexico, no solo para una elite privilegiada. Esa es la gran oportunidad que tendremos todos los mexicanos el domingo 3 de junio del 2018 que viene.
saulmonrealavila@hotmail.com

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