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Otro rescate a ISSSTEZAC.
Por: Juan Carlos Girón Enriquez
Como docente universitario estoy obligado a reconocer el trabajo que se hace en la Fundación, lo que antes era la mutualista, porque con el ahorro de los docentes se ha logrado que los maestros universitarios contemos con una instancia que nos permite obtener créditos cuando tengamos la capacidad de pago y poder así mejorar nuestras condiciones de vida. Este comentario viene a colación por el anuncio de la reforma al ISSSTEZAC que anunció Tello, reforma que se hace necesaria por la nueva descapitalización del instituto.
Es difícil explicar porque, bajo objetivos similares, uno es un ejemplo de éxito (Fundación para la mejora de la calidad de vida de los docentes de la UAZ) y otra va de fracaso en fracaso (ISSSTEZAC).
Lo increíble es que en la reforma anterior, la de 2015, se solicitaron estudios actuariales en los que se basaron para justificar el incremento en las cuotas, bajo la premisa de que ese incremento capitalizaría al Instituto hasta el 2030.
Ya se llevaron a cabo venta de bienes, se amenaza con vender otros bajo el argumento de que no están generando ganancias, la pregunta obligada es como se sostienen esos hoteles si no son rentables y porque sería atractivo para un inversionista adquirir un negocio que no es rentable. Pareciera visto desde afuera, el mismo discurso que nos quisieron vender con la reforma energética, que supuestamente PEMEX y CFE no eran rentables.
En ese orden de ideas, la transformación del ISSSTEZAC no puede girar en torno al incremento de las cuotas o a la venta de mas bienes, sino a una revisión exhaustiva de que se hace con los recursos, a quien se le presta dinero, los intereses que se cobran, el nivel de recuperación de dichos créditos y el rendimiento que representan para el Instituto, quienes pagan y no pagan las cuotas y cuanto es lo que se debe de lo que no se paga, desde cuando se dejó de pagar y quien ignoró esa ausencia de pago.
No se trata solamente de seguir incrementando las cuotas porque pareciera que todo va a dar a un barril sin fondo, se trata de revisar quien se ha hecho de la vista gorda, desde cuando y quien le quito el fondo al barril, solo así se logrará que el Instituto sea también un ejemplo de éxito y la posibilidad para miles de trabajadores puedan gozar de su jubilación.
Muchos comentan, los que conocen a fondo el ISSSTEZAC, que el instituto nació muerto, pero no se puede condenar a muerte un ejercicio que en otras circunstancias y con la administración adecuada, puede ser un ejercicio exitoso, mejor deberían pensar, antes de una reforma, en llevar a cabo una auditoria integral y profunda, que permita dejar al descubierto todos los errores que se han cometido, en particular desde 1998 a la fecha. Porque al final de cuentas, no es un instituto el que se esta sacrificando, sino el futuro de miles de trabajadores que han estado cotizando ahí con la intención de algún día acceder a su jubilación.
El gobierno y la administración del Instituto no puede ser tan irresponsable de poner en riesgo el futuro, la vejez de todos esos trabajadores a los que se dejará en un total estado de indefensión económica y social.