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Dr. José de Jesús Reyes Ruiz

PROS Y CONS “LAS CONTRADICCIONES”

Para documentar mi pesimismo… y el de los demás

La mayor parte de los medios, sobre todo los electrónicos y los impresos, han desatado una gran campaña con el principal objetivo de desacreditar las acciones de López Obrador para restar legitimidad en su gobierno, pero también este personaje - de ideología aún por determinar - ha puesto lo propio para acrecentar este ambiente de división que existe entre él y su gobierno – donde él decide todo sin apoyarse ni escuchar a sus asesores y cercanos – y las cúpulas empresariales.

Los pseudointelectuales, siempre fieles a las cúpulas político empresariales de otros tiempos - que sabían darles su moches y tajadas del pastel – y claro los editorialistas y comentaristas de todo tipo - que poco alzaron la voz en contra de las corruptelas que se hicieron en regímenes anteriores - ahora se desgarran las vestiduras un día sí y otro también para convencer al país de las torpezas – que las hay – del nuevo mandatario y sus malas formas – según ellos – de gobernar al país.

Permítanme poner solo un ejemplo de lo que quiero decir. El periódico Reforma; un medio serio de comunicación y el mejor – desde mi punto de vista – en periodismo de investigación, ha desatado una guerra intensa – que ha sido contestada con insultos y menciones por parte de AMLO con lo que no estoy de acuerdo – en contra del gobierno federal y sus formas de gobernar, basta meterse a su línea editorial manifestada claramente en la columna TEMPLO MAYOR y los que diariamente dan su opinión como Roberto Zamarripa o Manuel Jáuregui, para darse uno cuenta del ataque frontal en contra del gobierno federal que encabeza el tabasqueño, y claro todos los lunes con el editorial de Jesus Silva Herzog Márquez, quien en cada uno de sus escritos de los últimos meses se dedica a vapulear las acciones de Andrés Manuel con toda la fuerza y la saña de la que es capaz. Solo me gustaría que checara sus editoriales en los tiempos de Peña Nieto, de Fox o de Calderón donde nunca la crítica fue tan feroz, tan frontal y tan enérgica sino más bien tangencial y esporádica en contra de estos personajes los que seguramente le aseguraban algunos dividendos que le permitía vivir como siempre ha estado acostumbrado.

Aclarando este punto me permito comentar que en esta y en las siguientes colaboraciones haremos un análisis serio - intentando ser imparcial - sobre los 10 temas más controvertidos del presente gobierno, sus PROS y CONS y las controversias en un cronológico orden según fueron apareciendo aun antes que López Obrador tomara las riendas del país.

1.- EL AEREOPUERTO DE TEXCOCO

En una consulta popular – sin lugar a dudas patito – AMLO anuncio que la mayoría – de los pocos – de quienes votaron, cuando aún no era presidente y en una consulta sin ninguna legalidad; se definió y se votó sobre la suspensión del aeropuerto internacional de Texcoco, la gran obra del sexenio de Peña Nieto que sin embargo llevaba menos del 25% del proyecto realizado y ya había gastado el doble de lo presupuestado para esa obra tan necesaria para nuestro país.

Esta decisión del entonces presidente electo, por dedazo, es decir por decisión propia que en una consulta legal – que nunca hubiera ganado – le habría dicho realmente de qué lado estaba la gran mayoría de los mexicanos, inicio el proceso de DESCONFIANZA HACIA NUESTRO PAIS DE INVERSIONISTAS TANTO NACIONALES COMO EXTRANJEROS, y como consecuencia provoco por sí misma, y reforzada por acciones posteriores que culminaron con la renuncia del Secretario de Hacienda Carlos Urzúa – la desaceleración que hoy por hoy vive nuestro país y que de no hacer algo con urgencia provocara sin lugar a dudas una recesión por más que el Peje asegure que “vamos requeté bien” cuando el crecimiento de la economía ha sido negativo en los últimos dos trimestres, es decir llegaremos a fin de año ya no se diga con un 4% de crecimiento económico como el prometió, ni siquiera llegaremos al 2% que ha sido la constante durante los 35 años de neoliberalismo – crecimiento promedio – y que difícilmente alcanzará el 1% quedando seguramente por debajo de estas cifras si no es que algún santo le hace el milagro y logramos no caer en recesión.

Y muchos se preguntan “¿Pero qué necesidad?” por qué tanta torpeza, cuando el que fuera el Empresario más rico del planeta y lo sigue siendo de nuestro país; CARLOS SLIM, propuso que él en compañía de otros empresarios pagaría la construcción deslindando al gobierno de aportar recursos, tan solo los permisos, porque en realidad era – y aun es – un proyecto que le dejaría al país – y claro a los inversores – abundantes ganancias.

Así las cosas el tabasqueño se subió a su macho – como dirían por acá – y demostró que su respuesta a este proyecto sería negativa una y otra vez, le propusieran lo que le propusieran y la ciudadanía insiste en preguntar por qué la necedad, que inicio, sin lugar a dudas, la debacle económica que vivimos y la huida de las inversiones tanto nacionales como internacionales.

La respuesta es muy clara, si hay algo que AMLO odia es claro la corrupción que desde mi particular punto de vista, continuara mientras no exista un combate frontal a la impunidad y no el magnánimo borrón y cuenta nueva que propone el presidente. Pero regresando al asunto del aeropuerto muchos piensan que se podía haber corregido todo indicio de corrupción con un estudio cuidadoso y la corrección de licitaciones viciadas de origen y otras barbaridades realizadas antes de la llegada del nuevo gobierno.

La realidad es que este proyecto era sin lugar a dudas el gran proyecto transexenal de Peña Nieto y su corrupta administración, nadie pudo imaginar que podría detenerse y mucho menos cancelarse, pero la realidad - fría y cruda - les demostró lo contrario, y para aquellos que se preguntan si 1) no se podrían corregir las corruptelas, y 2) dejarle la multimillonaria inversión a los inversionistas particulares. Si esto no sería suficiente para darle continuidad a un proyecto del que nadie duda su utilidad. La respuesta es muy sencilla, todo se podría hacer – supongo – lo que no es posible detener es EL NEGOCIO COLATERAL MULTIMILLONARIO – en dólares - DE TIPO INMOBILIARIO de los terrenos que rodean al aeropuerto y que fueron adquiridos por unos cuantos pesos por los magnates tanto de Atlacomulco – bastión del PRIISMO más rancio y corrupto – como de las elites económicas que no veían – y aun ven – el negocio no dentro del proyecto aeroportuario sino del monstruoso proyecto inmobiliario alrededor del puerto aéreo, un segundo SANTA FE donde estos magnates han hecho su agosto, pero donde ya no hay mucho que chupar a esa zona de la Ciudad de México, por lo que el gran centro de la corrupción se basaba no en el aeropuerto en si sino en las construcciones que se realizarían alrededor para las que ya contaban con la bendición – y los permisos por supuesto – por parte del Gobierno del Estado de México que siguen estando bajo las manos del PRIISMO que tiene como su centro de acción al famoso grupo de ATRACOMULCO como se les da por nombrar por una gran mayoría de los mexicanos.

Esto es y no otra cosa lo que Andrés Manuel sabia y no podía controlar, por ello ese proyecto tendría que detenerse, era además su primer manotazo sobre la mesa que pretendía – y aun pretende – hacerles saber tanto a empresarios como a los políticos metidos a empresarios - predominantemente aquellos del Estado de México - sobre todo a los de Atlacomulco, quien manda ahora en este país. Pero el problema es que con ello se dio un balazo en el pie y de pasada nos lo dio al resto de los mexicanos que vemos con tristeza que nada bueno puede salir de una guerra frontal entre el presidente y la cúpula económica que ha decidido – aunque digan y anuncien lo contrario – suspender las inversiones sin importarles la caída de la economía y la recesión que a ellos mismos les va afectar incluso más que al resto de los mexicanos.

Muchos de quienes vemos los toros desde la barrera, aun y cuando sabemos con toda claridad de lo que ha sido comentado en los párrafos previos de que el meollo del asunto del aeropuerto no es el aeropuerto mismo sino en negocio inmobiliario de sus alrededores, sentimos que podría sacrificarse y volverse permisivos ante estas corruptelas y así como se dio el borrón y cuenta nueva, podría dejarles hacer, claro, poniendo las restricciones tendientes a que los habitantes de la zona fueran también beneficiados, y olvidarse del asunto de SANTA LUCIA que por más que quieran no llega a convencer a nadie, por su mayor lejanía, por su falta de agua, por la protesta de quienes aquellas zonas habitan y porque al final saldrá más costoso al país que seguir adelante con el proyecto de TEXCOCO siempre y cuando se logren los acuerdos pertinentes con los empresarios que aportaran los recursos para su construcción.

De esta manera las cúpulas económicas recuperarian la confianza y volverían a invertir y tal vez, solo tal vez el panorama económico mejoraría.

PERO NO AMLO ES DEMASIADO TERCO PARA DAR SU BRAZO A TORCER.