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En riesgo fiesta en el Bosque de Chapultepec

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

Desde 1950, los zacatecanos que por una y mil razones han tenido la necesidad de emigrar a la Ciudad de México, esperan el 10 de junio para reunirse con sus paisanos en una gran fiesta que todos conocemos como “El Día del Zacatecano”.

Al festejo, claro está, cada gobernador le imprimió su personal toque, convirtiéndose en un reflejo de su propia administración, ni más ni menos.

Desgraciadamente, poco a poco, esta reunión anual que llegó a congregar hasta a 25 mil zacatecanos comenzó a “prostituirse”, como lo dijo la ex gobernadora Amalia García Medina, quien entre que sí y que no culpó directamente al director de Fonatur, Miguel Alonso Reyes, de haber propiciado enormes borracheras que, se sabe, terminaron muy mal al calor del mezcal.

Hoy, el actual inquilino de La Casa de los Perros decidió darle un giro total al festejo del Día del Zacatecano y planeó, con la mesa directiva del Centro Cívico Social y Cultural de los Zacatecanos Radicados en el Valle de México, que encabeza Isidro Robles, innovar el programa para hacer una fiesta temática enfocada principalmente a la familia y la cultura.

Primero, Alejandro Tello Cristerna le ordenó al entonces representante del Gobierno de Zacatecas en la Ciudad de México, Raúl Rodríguez Márquez –a quien según conocían como un super funcionario— se ocupara de iniciar los preparativos, pero como en la vida de las personas hay prioridades, pues dedicó su tiempo a satisfacer sus necesidades personalísimas y se olvidó de la organización del mega evento pero, eso sí, terminó como candidato al Senado por la coalición Todos por México.

Después, cuando esta oficina, que sirve única y exclusivamente para organizar fiestas, proporcionar sistema particular de taxis y guía de turistas de los funcionarios del Gobierno del Estado en turno, y sus familias, quedó acéfala, se tomó la pésima decisión de nombrar a Víctor Manuel Carreón Velasco, como nuevo representante del Gobierno de Zacatecas en la Ciudad de México.

Y sí, en el pecado llevaron la penitencia, pues a este personaje, de obscuro pasado en el Instituto Zacatecano de Cultura, se le olvidó un pequeño detalle, que para llevar a cabo este magno festejo se requiere de algo muy simple, el permiso de la dirección del Bosque de Chapultepec para llevar a cabo la mega reunión.

Entonces, a poco menos de un mes de la fiesta, y cuando varios funcionarios ya tenían listas las maletas para asistir a una reunión ya sólo para ultimar detalles, Víctor Carreón se acordó que no había permiso.

Pero como Carreón Velasco no tiene ninguna clase de relaciones en la Ciudad de México, solo y su sombra fue a la oficina de María Guadalupe Fragoso García, directora del Bosque de Chapultepec, quien no sólo le dio un portazo en la nariz al flamante funcionario, sino que además le dijo que podía mover cielo, mar y tierra, pero que el permiso no se lo daría, porque los zacatecanos eran un desastre.

La funcionaria del Gobierno de la Ciudad de México le dijo que cada año, al concluir el festejo en la tercera sección del emblemático bosque, dejaban no sólo un muladar, sino que hasta en balazos habían terminado la fiestecita.

Y así, mientras a Víctor Carreón, a menos de un mes de haber tomado las riendas de la oficina ya se le cae a pedazos la Representación por su actuar prepotente con los trabajadores y su demostrada ineficiencia, otra vez tuvo que ser el gobernador quien terminó haciendo el trabajo, aunque hasta la noche de ayer, sin mucho éxito.

La posición de Fragoso García es firme: Al Gobierno de Zacatecas no se le dará el permiso para utilizar el Bosque de Chapultepec y punto.

Alejandro Tello recurrió a la ex gobernadora Amalia García para que le diera una ayudadita con este trámite, pero resulta que la política zacatecana andaba muy ocupada haciendo maletas en la Secretaría del Trabajo del gobierno capitalino para mudarse a las oficinas de Claudia Sheinbaum, y dejar atrás su pasado perredista para vestirse de Morena, y pues hasta anoche, y con la noticia de que es investigada por la Contraloría General de la Ciudad de México, poco era lo que había podido hacer.

Por eso los empleados de la Representación, los que sí trabajan, están dedicados de sol a sol a buscar un lienzo charro, aunque sea en el Estado de México, que pueda dar cabida a los miles de zacatecanos que año con año se reunían en el Bosque de Chapultepec a festejar.

Se habla que podría ser la pequeña plaza de toros del Restaurante Arroyo, en la Delegación Tlalpan, el nuevo escenario que albergaría el Día del Zacatecano. En donde ya será imposible organizar las dos o tres callejoneadas que se tenían planeadas, aunque el pequeño concierto de Pepe Aguilar seguiría firme.

No cabe duda de que el nombramiento de Víctor Carreón Velasco estaría pendiendo de un hilo, porque el gobierno de Alejandro Tello, que por cierto resultó reprobado en la última evaluación que se hizo de los gobernadores del país, lo que menos necesita en estos momentos es seguir manteniendo en el cargo a un personaje que sólo trae problemas y ninguna solución. Si no cumple, lo deben despedir. ¿O hay alguna razón de peso para que los zacatecanos le sigan pagando un sueldo que no devenga?

Viento en popa

Dos mujeres han resultado ser gratas sorpresas en este proceso electoral. La primera es Lula de la Rosa, quien como candidata del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a diputada por el Distrito I de esta capital, poco a poco se ha ganado el afecto de los electores, al grado que, empujando diariamente ya se encuentra empatada con el candidato de la coalición Por Zacatecas al frente, Rafael Medina, quien sin haber hecho campaña y solo con su prestigio, llegó y se posicionó a la cabeza de la competencia. Hoy, Lula de la Rosa sin duda es quien puede elevar las anclas y comenzar con la recuperación de lo que el tricolor tiene, hasta el momento, perdido.

La otra mujer talentosa es Verónica Trujillo, “la de la tele”. Ella, con una campaña novedosa, fresca y diferente, va en caballo de hacienda para convertirse en diputada por el Distrito II. Sin duda es una muestra de que, con pocos recursos, pero con mucho entusiasmo y buenas ideas, se puede aliar a la gente y conseguir el apoyo necesario para el 1 de julio.

Verónica Trujillo ha resultado pues la mejor apuesta de la coalición, y de la mano con Arturo López de Lara, candidato a la alcaldía de Zacatecas, que ya despertó al tigre y se ha convertido en el blanco de la guerra de sucia de los que ven en el joven empresario un peligro, seguro darán la sorpresa el primer domingo de julio.

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