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SITTEZ a la lucha por sus derechos laborales.
Por: Juan Carlos Girón Enriquez

El martes 5 de febrero, aniversario de la promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, los trabajadores del sub sistema de Telesecundarias se presentaron en las instalaciones de la Secretaría de Finanzas a manifestar su inconformidad. Ellos exigen el cumplimiento del acuerdo 384 de la SEP, donde se establece que los docentes deben recibir 35 horas de salario, además solicitan un contrato colectivo de trabajo que les de certeza laboral.
Sin embargo, en fechas pasadas, para ser precisos, el domingo 3 de febrero, se recibe una respuesta institucional por parte de la Secretaria de Educación del Estado de Zacatecas, en la que en un tono amable y solidario, les hace saber a los maestros de telesecundarias que todo quieren y que el gobierno no se los va a dar.
Más que una misiva que tiene por objeto llegar a un acuerdo conciliatorio entre las partes, parece un mensaje de regaño que con palabras políticamente correctas quiere hacer saber a su contraparte que no hará nada para resolver su conflicto, por el contrario, no es empática con su causa y deprecia la manifestación como si se tratara de un asunto meramente económico, solo de ganar más.
Es importante recordarle a la Secretaria de Educación que el subsistema de telesecundarias es un bastión muy importante en la educación en el Estado de Zacatecas, que satisface la necesidad de educación de alrededor de 10 000 estudiantes, con una planta docente de aproximadamente 2000 maestros y 800 trabajadores administrativos en 900 planteles.
Si hacemos un análisis de números frío, hay planteles que no tienen administrativo, lo que significa que es el docente y la propia comunidad quienes tienen que llevar a cabo las labores administrativas y no por eso se les paga doble.
Por otro lado, sorprende el tono de regaño y hasta reproche con el que la Secretaria de Educación afirma que los docentes trabajan de 8 a 2 de la tarde, solo 6 horas diarias, es decir 30 horas a la semana y que se les pagan 31 y ahora quieren que se les paguen 32, como si ella no supiera del trabajo extra aula que implica preparar clases, actividades, dar asesorías, todo esto se hace fuera de esas seis horas diarias que están frente a grupo y que nadie les paga ni les reconoce; y si ella no sabe de ese trabajo entonces niega la propia esencia de su trabajo docente como universitaria en el que a ella se le pagaba hora de trabajo curricular que no estaba frente a grupo y que se utilizaba para preparar clases o preparar alumnos o elaborar material didáctico o hacer investigación.
La importancia de tener un contrato de trabajo, que de certeza a los trabajadores sobre las actividades laborales que realizan es, no solo de vital importancia, sino un derecho humano que no se puede posponer o suspender bajo ninguna circunstancia. El Estado esta siendo irresponsable al tener a todo un subsistema en estado de indefensión, poniendo en riesgo no solo su estabilidad en el empleo, sino su futuro laboral y sus derechos de la vejez como pensiones y jubilaciones.
Negar el derecho no solo a manifestarse, sino a exigir sus derechos, hacer oídos sordos y amenazar con tomar medidas administrativas para sancionar a los manifestantes es una actitud autoritaria que no es digna de alguien que se diga universitaria, ni la secretaria de educación (docente universitaria jubilada) ni el gobernador (hijo de docente universitario), porque al menos en ellos debería hacer eco, por que supondríamos que ellos saben y son empáticos de la conflictiva que enfrenta un docente.
Sabemos de las deficiencias presupuestarias de gobierno del estado, pero el dialogo, la conciliación y los acuerdos no se logran con amenazas como pretende hacerlo esta administración. Si los docentes del SITTEZ han llegado al extremo de tomar instalaciones, es porque no han encontrado en los canales oficiales del gobierno oídos atentos y ganas de resolver la conflictiva que ellos atraviesan.